Señoras el día de hoy Pepa y Silvia nos van a enseñar la lección más importante que ha de aprenderse en esta vida Como ser feliz con la personita más importante que tenemos al lado. Es una clase de esas que las va a dejar en éxtasis total, así que les recomiendo que se preparen psicológicamente para el dulce que ha tenido a bien regalarnos Antena 3, porque de estos no hay muchos en estos días.

Dicen que enamorarse es un acto reflejo. Algo que no se puede aprender ni controlar, como el respirar. Yo no creo que sea así. Yo he tenido que aprender a querer a una mujer porque me enamore de una. Aprendí a pasear agarrada a su cintura, a deslizarme en su cama temblando y a tener el doble de ropa interior en mi armario. Y lo hice con el mismo miedo y la misma excitación que una niña de cinco años patinando por primera vez en una pista de hielo. Mañana es el día de mi boda y ya no tengo miedo.

Nuestro episodio comienza con una colección de imágenes de los momentos más lindos de nuestras chicas. Espero que hayan traído Kleenex con ustedes señoras, porque nos van a hacer llorar, se los prometo, pero de esas lágrimas dulces de esas que nos encanta derramar.

Silvia y Pepa están juntas cenando en su mexicano favorito disfrutando de saber que esta es la última noche que pasan juntas como novias porque a partir del día de mañana pasarán a ser esposas. Las dos están muy risueñas y Pepa propone ensayar la noche de bodas en plan pícaro, pero Silvia le dice que ella quiere hacer las cosas bien para mañana verla preciosa en el altar.

Ambas deciden que así lo harán y se levantas dispuestas a irse cada una por su lado pero mientras salen juntas se dan cuenta de que solo las compaña el silencio.

Pepa y Silvia besándose

Nuestras chicas se abrazan lentamente y comienzan a bailar un vals imaginario mientras se acarician suavemente. Awwwww mi corazón ya está derretido y apenas está empezando el episodio… Silvia acerca su boca hasta la oreja de Pepa y le dice: «Pepa, si llego a saber que bailas así de mal no me caso» y se marcha con una sonrisa en la boca. La morena le dedica el «hija de puta» más romántico que pueda haber existido y se marcha también.

Al otro día por la mañana, Don Lorenzo, Paco y Mariano se están preparando para la boda cuando llega Pepa como un huracán (vamos, que como siempre) y gritando:

Pepa gritando

¡Valiente hija de puta su hija don Lorenzo! Si es que tiene que tener su mierda de caracter ¿no? ¡No la aguanta ni Dios Paco, ni Dios!, que no me caso ¿vale? Que le den por culo pero yo no me caso.

Por su puesto a estas alturas yo ya estaba con los ovarios en la garganta y pensando «pero con lo bien que había empezado esto. ¡¡¡Pero ahora qué Pepa!!! ¿Ahora qué? Pero entonces la morena saca una sonrisa de esas que podrían formar parte de un anuncio de Colgate y nos anuncia que es broma. Yo no sé ustedes…pero a mi estos chistecitos…vale, vale, un poco gracioso sí que fue.

Pepa les dice que le han echado de casa para que se vista con los hombres y procede a pasar al cuarto para cambiarse. Cuando sale se ve así:

Pepa guapísima vestida de boda

Don Lorenzo: ¿Te puedo decir una cosa? Comprendo que mi hija se haya enamorado de ti, eres preciosa. Pepa: ¿Le puedo decir yo otra?, no tengo ni puta idea de como bailar un vals.

Lol, si es que Pepa será Pepa hasta la muerte. Don Lorenzo se apunta de inmediato a enseñarla y ambos empiezan a bailar. Don Lorenzo está guiando hasta que la morena le recuerda que es ella la que tiene que guiar a Silvia y entonces cambian papeles lol

Don lorenzo y Pepa bailando

Don Lorenzo aprovecha para darle algunos cuantos consejitos para evitar un divorcio rápido entre los que se incluyen:

  1. No dejar la tapa del champú abierta bajo pena de muerte
  2. Silvia a las menos cuarto es maravillosa pero a la menos cuarto más vale huir a visitar al suegro

Buenos consejos donde los haya (en mi caso odio que la gente se deje la pasta de diente sin tapar, es una manía, me pone de malas :P) Pero en fin, volviendo al episodio, Povedilla llama a Don Lorenzo para avisarle de que se han encontrado dos fiambres en el maletero del coche nupcial.

Silvia se enteró también de que su padre llevaba peso extra en el maletero y decide sin dudarlo ni un segundo que ella es la más indicada para hacer la autopsia y como ya estaba vestida pues con el traje de novia que te pego.

Silvia trabajando con el traje de novia

¡Pero Silvia de mi vida y de mi corazón! ¡Ponte por lo menos una batita que te vas a dejar perdido el vestido! Vamos que como sigas por ahí vas a parecer Dexter en la boda. ¿Desde cuando acá Silvia nos salió workaholica? En fin que se le va a hacer.

Mientras Silvia le mete mano al cadáver (en sentido estrictamente profesional malpensadas), Rita se dedica a pintar a Pepa y dejarla más preciosa aún si cabe. Cuando está lista Paco la baja por las escaleras de la comisaría y todo el mundo chifla y aplaude porque se ve guapísima. Pero entonces Povedilla les avisa que Silvia está en el CSI y por su puesto a la morena no le hace mucha gracia que su novia trabaje el día de su boda.

Pepa y silvia vestida de novias

Pepa sube a regañar a Silvia por estar trabajando, pero eso sí, de espaldas que no quieren verse los vestidos (super lol). Las chicas tienen una super discusión en plan «y a mi que coño me importa donde aparecieron los cadáveres» que si «lo estás sacando todo de quicio» en fin ya me entienden, los nervios pre-boderiles.

Pero claro, Pepa está demasiado feliz como para arruinar la boduca con un pleito mañanero así que le pregunta a Silvia si la etiqueta de las bodas impiden los besos. Silvia responde que mientras que no se vean todo bien así que Pepa le pide que cierre los ojos y ambas empiezan a buscarse a ciegas.

Pepa y Silvia

Ais señoras, que se enchina el cuero de solo recordarlo, que momentazos, que caricias lentas y sutiles, que ganas de volverme a casar (con la misma todo hay que decirlo :D). Entonces don Lorenzo entra a meterles caña y a llevarlas a la boda que las mujeres ya se estaban emocionando y no es cuestión de llegar tarde.

Ais que bonitos recuerdos, aunque yo las veo a las dos de lo más tranquilas, yo 15 minutos antes de mi boda estaba temblando como un flan, y cuando la señorita Yoda me prestó su anillo especial para que no fuera sin algo prestado casi me echo a llorar ahí mismísimo y me arruino el maquillaje lol.

Pepa vestida de novia

Ejem pero sigamos a lo nuestro, el momento esperado por todas nosotras ha llegado chicas, Pepa está en el altar esperando por Silvia mientras todos los policías de San Antonio, engalanados con sus mejores trajes, le miran con emoción.

Entonces Silvia aparece del brazo de Don Lorenzo y para nuestra emoción comienzan a caminar hacia el altar (o lo que hace de altar pero no es altar porque es por el civil, pero bueno, que ustedes me entienden).

Silvia y Don Lorenzo entrando en la boda

Dicen que enamorarse es un acto reflejo, como tener miedo. Yo fui una niña sin miedo, no me asustaban los fantasmas, ni los monstruos, ni la oscuridad. Podía mirar debajo de la cama segura de que no habría esqueletos ni vampiros. Podía enfrentarme a las niñas de quinto segura de que no me quitarían la merienda. Y así hasta hoy, segura de que puedo coger una mágnum y avanzar por un callejón vaciando el cargador, porque no es eso lo que me da miedo. Lo que me aterra es decir que sí a algo que no puedo cambiar mañana. Pensar en un sillón para toda la vida, en un crédito hipotecario, en una declaración conjunta o en un «esta tarde tenemos que hablar», buscar colegios y canguros, y pensar en algún lugar para vivir cuando ya no tengamos pulso para sostener la mágnum. Y de pronto todo ese terror se empieza a disfrutar como el looping de una montaña rusa, y eso es la felicidad.

Y mientras Pepa piensa en alto para nosotras su discurso Silvia se acerca con la sonrisa más preciosa que cualquier novia puede tener y nosotras con la lloradera (porque no intenten mentirme fingiendo que no lloraron que las conozco).

Pepa y Silvia casándose

El juez comienza a dar su discurso y las chicas intercambian anillos mientras el mundo alrededor se diluye a su alrededor y sus miradas se funden la una en la otra. Ambas se aceptan la una a la otra y el juez pronuncia las palabras que todas estábamos esperando: «Por las facultades que legalmente me han sido otorgadas, os declaro, unidas en matrimonio»

Pepa y Silvia besándose

La gente aplaude, las chicas se besan, la felicidad nos inunda y a la puta mafia rusa no se le ocurre otra cosa que decidir que ese es el momento perfecto para tomarse la revancha y empiezan a rodear el lugar con ganas de armar la escabechina.

Y en el promo de la próxima semana nos enseñaron esto:

Pese al dramático avance (creo que en Kill Bill se vio menos sangre) la boda ha sido preciosa, y creo que mi corazón romántico atesorará para siempre esos lindos momentos entre las chicas. Ha sido una de las bodas más bonitas que se ha visto en toda la historia de las bodas lésbicas y no lésbicas. Y con ese bonito sabor de boca decido quedarme esta semana.