Inertes: nuestra opinión lesbicanaria

En Inertes, la Chica Sin Alas y La Chica Con Las Alas Rotas son abandonadas. Sus sueños parecen destruidos. No se conocen, pero se necesitan. Inician una huida hacia el mar, hacia la autoestima, hacia su propio interior… hacia una relación que jamás hubieran imaginado. Cuando encuentran al Chico Destruido, éste decide acompañarlas en su viaje.

INERTES es una road-movie que nos lleva al interior de tres seres incapaces de moverse. La historia de tres robots con el corazón congelado. Cuando lo has perdido todo, solo puedes empezar a llenarte.

De nuevo, la sala estaba abarrotada de gente dispuesta a ver la película que nos proponía el festival, con el atractivo añadido de que en la proyección iban a estar el director, las actrices y parte del equipo de la película. No obstante, la proyección no brilló como debiera debido a los problemas de sonido que hubo a lo largo de toda la película. Eso impidió entender los diálogos en algunos momentos, motivo por el cual la organización del festival se disculpó ante el director y el público y repartió entradas para poder ver la película de nuevo sin estas molestias.

Inertes es la historia de 2 chicas, que son abandonadas por sus parejas. Ambas están destrozadas por lo sucedido y deciden suicidarse en un lugar tan típico para estos actos como el viaducto de Madrid. Allí se encuentran una a la otra y deciden que en lugar de suicidarse van a iniciar una huída de sus respectivas vidas juntas, a lo Thelma y Louis. En el coche de una de ellas y a lo largo del viaje que les llevará desde Madrid hasta la costa andaluza , la relación de amistad entre ellas deriva en una relación de amantes y amorosa (al menos por una de las partes). Pero pronto encuentran en el camino a un chico por el que va a sentirse atraída una de nuestras protagonistas. Los tres inician una relación compleja en la que ninguno obtiene lo que quiere. Finalmente, llegan a la playa, al final de su viaje que termina como había empezado: los tres personajes solos, abandonados.

A pesar del resumen que os acabamos de adelantar, en la película es más importante (o al menos tan importante) el cómo se cuenta que lo que se cuenta. La historia se desarrolla a través de un registro poético, muy estético, que exige del espectador algo más que su habitual figura pasiva, requiere atención y cierta empatía con la forma de contar. La historia es bastante lineal pero está cargada de silencios, música, metáforas, monólogos interiores de los personajes y apariciones ocasionales de un mimo en los momentos más intensos de los personajes.

En cualquier caso, la película no dejó indiferente al público, desde las que se fueron en mitad de la proyección hasta aquellas que aplaudieron con entusiasmo al fin de la misma. A nosotras la reacción que nos produjo fue similar a la que nos sucede con la poesía. Enormes y reconocidos poetas a veces no nos gustan, porque no nos llegan con su forma de percibir, contar o no contar. Pero eso no les hace malos poetas.

En el caso de la película, siendo honestas, no conectamos con ella, no nos llegó e Inertes, nos dejó Inertes (sin vida) es decir, muertas. Pero no queremos tirar por tierra la valía del intento y lo atrevido del mismo. Para eso son los festivales también ¿no? Para probar cosas nuevas.

En Conclusión:

En definitiva, Inertes no es una película comercial ni su lenguaje es directo. Es una película estéticamente preciosa, muy artística y que no creemos que guste a todos los públicos. No te la recomendamos para pasar un rato sin más, tienes que tener ganas de algo nuevo y nada convencional que te haga pensar y estar atenta.