Escrito por: Desiderata

Soy incierta de nacimiento… casi invisible por tímidez, que no afloja ni con el paso de los años. Tengo treintaytantos y escribo a orillas del Tormes. Me gusta encontrar la felicidad en las cosas pequeñas de la vida, cosas que hace que la vida valga la pena. Tengo algunos defectos como lo de ser lectora, serie-adicta y buscadora compulsiva Y cómo diría Juan Gelman “Escribo en el olvido / en cada fuego de la noche / cada rostro de ti.”

Estas semanas pequeñas lesbicanarias toca un mini-episodio. Sí, ya sé que en una webserie un mini-episodio es algo muy, muy pequeño, o quizá más que pequeño es algo breve, muy breve.

Tenemos a Nathan caminando apresuradamente bajo la lluvia camino de su casa. Porque claro la llamada de Rose le ha dejado intranquilo así que cuando llega al porche y ve que Rose está ahí sentada esperándole le dan los siete males ¿por qué no está dentro de casa? ¿Ha perdido la llave? ¿Por qué no la lleva encima? ¡Ay Rose, Rose de mi corazón! Eso de “no llevé llaves porque pensé que ibas a estar en casa” no es buena idea. Y después de esto llega la batería de preguntas de Rose, que si dónde estabas, que si nunca sales… Y Nathan tiene la típica cara de “tuve una cita pero no me veo capaz de ser sincero del todo con mi hija”. Pero queridas mías, este es un tema interesante porque si no se ve capaz de ser sincero con su hija ¿realmente espera que Rose sea totalmente sincera con él?

Nathan le propone a la pequeña Rose hacer un poco de té. Y aquí chicas, casi me dormí, no, no, es broma. Que yo entiendo eso del ritual del té y ponerle “el pijama” a la tetera. Son manías mías porque no me gusta nada el té (ni siquiera “con una nube de leche”). Después está esa escena que me gusta tanto de Nathan y Rose en el sofá disfrutando del té, tan tierna. Rose se pregunta cómo es que su papá sabe preparar siempre un té tan rico y es que resulta que fue la mamá de Rose quien le enseñó a hacerlo (¿veis? El ritual del té que yo os decía). Parece que Nathan ha decidido dejar de molestar o incomodar a Rose sobre lo que lleva tiempo preocupándola. Lo único que quiere Nathan es que Rose le prometa que sabe que puede contar con él siempre, para lo que sea. ¿No me digáis que no es un papá maravilloso?

Rose está de acuerdo con eso. Así que sencillamente decide disfrutar del momento, disfrutar de tomar el té con su papá, sin más. Iba a contaros algo que hacía mi madre cuando yo era niña y que siempre me reconfortaba, pero iba a quedar de lo más ñoño.

¿Os ha gustado el mini-mini capítulo de hoy? ¿Pensáis que Rose finalmente confiará en su padre y se sincerará? ¿Le contará lo que le preocupa y por lo que se siente mal?