Escrito por: CindyAparicio

Normalmente me paso la vida escribiéndola en 140 caracteres pero cada cierto tiempo algo extraordinario ocurre que me impulsa a escribir un poco más. Este es uno de esos casos extraordinarios, ¡que emoción que seas testigo!. México es mi patria, el mundo mi hogar y estas líneas mi yo más sincero.”

Hola queridas lesbicanarias, bienvenidas a su espacio favorito llamado “No es que seamos lesbianas ni nada pero Buenos días, yo preparo el desayuno” Osea, Rizzoli & Isles.

Es de noche en la ciudad, un padre y su hijo se despiden luego de una agradable cena familiar y de pronto alguien los ataca y el padre acaba muerto. ¿Ven? Siempre supe que las comidas familiares son altamente peligrosas. Y… créditos. Esperen… ¿Y nuestra acostumbrada escena familiar Gayzzoli, qué? ¿Dónde están los panqueques de conejitos? Oh, cielos, esto no puede ser bueno. En casa Gayzzoli, Maura está trabajando de noche cuando golpean a la puerta. La Dra. Isles acude rauda y veloz porque ya sabemos quien toca la puerta de su casa cada noche pero al abrir hay un objeto no identificado como Jane Rizzoli parado en su lugar. ¿Qué diablos? Maura le reconoce como Ian y en un giro inesperado de la historia la Dra. Se lanza a sus brazos y comienzan a besarse. ¡Maura! ¿Has estado bebiendo? ¿Qué show es este y que hicieron con mi Gayzzoli? Mientras tanto Jane Rizzoli sin saber lo que ocurre en casa y está ganándose el sustento con el sudor de su frente mientras revisa junto con Korsak la escena del crimen. Jane no tarda en hacer la pregunta obvia “¿Dónde está Maura?”, Korsak se burla de Jane cuestionando su capacidad de trabajar sin su LLBFF y Jane contesta que obvio que su mundo no gira cuando Maura no está.

Rizzoli recurre a su segundo mejor ayudante, osea Ronzo el Don Juan vagabundo a quien le gusta llamar a Jane “Detective Vainilla”. Jane ofrece un par de dólares a Ronzo para que sea su informante en el caso, yo lo haría gratis con tal de tenerla cerca un par de días. Maura por fin se aparece en la escena y Jane corre a recibirla cuestionándole dónde había estado todo el tiempo. La Dra. Isles responde con un escueto “En la cama” y Rizzoli sabe que algo no está bien porque a)Maura nunca se va a la cama sin ella y b)Maura está usando un zapato diferente en cada pie y, hasta donde sabemos, eso no es nada fashionista. Maura evade las preguntas cuestionando de regreso a Jane el por qué está cojeando y Jane decide dejarlo pasar porque cuando está con Maura todo lo demás deja de tener importancia. Al final Jane va a interrogar al hijo del muerto junto con Frost y ¡Sin Maura!… Mala idea, Jane.

¡No te confíes de esa carita de ángel, Jane!

A la mañana siguiente el fulano (Desde ahora le llamaremos así porque, seamos realistas, su presencia está arruinando mi recap) sigue en casa de Maura por alguna inexplicable razón y está preparando té para desayunar. ¿Té? Jane haría omelettes de claras en forma de conejito. Maura y el fulano se besan de nuevo pero como buena suegra mamá Rizzoli llega justo a tiempo para impedir que su nuera siga cometiendo pecados. Maura le pide al fulano que diga que son “sólo colegas” porque obvio que ante el mundo Maura le pertenece a Jane Rizzoli y nadie más. Mamá Rizzoli sabe que algo raro está pasando pero la Dra. Isles logra cambiar el tema comentándole al fulano que Angela está a punto de certificarse como organizadora profesional y mamá Rizzoli aprovecha la situación para lograr que la casa de Maura sea su conejillo de indias. La Dra. Isles acepta porque cuando tienes “Culpable” tatuado en la frente aceptarás cualquier cosa sin rechistar. Jane, que aparentemente es la única que trabaja en estos días, está en el parque donde el Don Juan Ronzo acaba de encontrar a otro vagabundo muerto. Jane de pronto se da cuenta de que algo no está bien. Exacto, Jane, algo definitivamente no está bien; será mejor que corras a casa antes de que esa cornamenta que empieza a crecerte se vuelva más pesada. Maura realiza la autopsia al vagabundo y descubre que murió de una sobredosis de heroína casi pura pero a Jane no le interesa nada de eso porque su novia está recibiendo mensajes al celular que no son suyos. Rizzoli cuestiona a Isles sobre los mensajes pero Maura dice que “no es nada”. Jane sabe que algo está pasando y cuando Maura le rechaza el café de media mañana Rizzoli definitivamente sabe que algo no está bien. Mamá Rizzoli pronto la pone al tanto sobre el fulano que compartió la cama con Maura toda la noche y Jane pasa del asombro a la decepción al darse cuenta de que Maura le ha ocultado algo posiblemente por primera vez en su vida pero como buena chica le miente a mamá Rizzoli diciéndole que ya lo sabía. ¡Oh, Jane… déjame abrazarte!

Maura llama a Jane para informarle que Víctor, el primer muerto, estuvo en un salón de belleza antes pero lo único que le interesa a Rizzoli es saber si es Ian, el fulano, el que le envía mensajitos a su novia. Maura dice que sólo son “viejos amigos” pero Jane sabe que los amigos no pasan la noche juntos sin hacer nada (Lo sabe por experiencia porque ella ha pasado muchas noches en casa de su “amiga” Maura). Jane visiblemente ofendida le dice a Maura que entiende que no tenga que contarle sobre Ian y Maura responde que el fulano viene de África y que “es complicado”. Oh sí, todos sabemos lo complicado que se vuelven las cosas en África ¿O no, Callie y Arizona? Jane no soporta ver a su novia interesada en las palabras de nadie más y comienza a decir cosas disparatadas sin lograr captar la atención de Maura:

Jane: Acabo de matar a Korsak con tu bistur.
Maura: Nada
Jane: Acabo de contaminar todas tus muestras de ADN
Maura: Nada
Jane: Me metí a tu closet y cambié todos tus zapatos de cajas.
Maura: ¡¿Qué?!

Maura reacciona porque todos sabemos lo estrecha que es la relación entre una lesbiana y su closet.

Jane ofendida procede a retirarse pero Maura le ruega que se quede e incluso le muestra uno de los mensajes del fulano para demostrar que no está pasando nada y se ofrece a revisar el pie de Rizzoli pero Jane contesta que ya no cree que estén en ese nivel de relación. Ouch. Maura insiste y utiliza la poderosa carta también llamada “ojos de cachorrito” y Jane sucumbe como es natural. Resulta que la razón de la cojera de Rizzoli es un grave caso de uña encarnada que requiere cirugía menor, Jane obviamente confía el futuro de su pedicure a Maura porque es la única que puede tocarle ciertas partes del cuerpo, si saben a lo que me refiero. Korsak interrumpe el momento fetichista para informarle a Jane que el hijo de la víctima se ha ido del hospital en contra de las indicaciones médicas. El detective ni si quiera pregunta o se sorprende demasiado ante la escena de Maura con las manos en los pies de Jane porque supongo, por la sonrisa con la que se despide, que ha visto cosas peores entre estas dos.

He escuchado sobre fetiches pero este definitivamente es de los más sexys

Jane y Korsak siguen al hijo de la víctima hasta su empresa en donde éste recibe un contenedor sospechoso que los detectives incautan. Jane tiene un mal presentimiento sobre el hijo al que ahora consideran sospechoso. Otras cosas pasan que no entiendo realmente porque por un momento esta parece una serie policiaca. Rizzoli se presenta en casa de Maura porque a estas alturas ya es costumbre luego de un largo día pero Isles cree que está ahí para espiar al fulano, lo cual no es del todo correcto, Jane también está ahí para que Maura le practique la cirugía de dedo. El fulano le ofrece a Jane una copa de vino y Rizzoli le lanza una mirada asesina al encontrarlo moviéndose en su propia casa Gayzzoli recién organizada alfabéticamente por mamá Rizzoli. El fulano se ofrece para realizar el procedimiento y Jane se queja porque, como habíamos dicho, nadie toca las partes de Rizzoli que no sea Maura Isles pero extrañamente esta permite que el fulano le ponga las manos encima a su chica. ¿Quién eres tú y que has hecho con Maura? La Dra. Isles y el fulano invitan a Jane a quedarse para cenar pero Rizzoli huye de su propia casa Gayzzoli alegando que ha perdido el apetito. No eres la única, Jane.

A la mañana siguiente mamá Rizzoli sabe que algo no anda bien entre su hija y su nuera y reconforta a Jane diciéndole que debe estar herida porque Maura no le está contando las cosas sobre el fulano. Para tratar de alegrarla mamá Rizzoli afirma que hay algo sospechoso en Ian, especialmente su procedencia australiana porque ¿El cazador de cocodrilos, alguien?.

Mamá Rizzoli incluso le ofrece a Jane husmear entre las cosas del fulano pero Jane se lo prohíbe antes de salir corriendo a buscar a Maura a quien el fulano le ha enviado una canasta con vino barato y papel higiénico. En serio, esos heterosexuales son tan poco románticos y raros. Jane cuestiona a Maura sobre por qué nunca le habló antes sobre Ian pero Maura afirma que lo hizo y probablemente lo olvidó. ¡Yo pensaba que Maura Isles no podía mentir! La Dra. Isles se escapa en el ascensor y Korsak se lleva a Jane al salón de belleza como premio de consolación. Mientras tanto mamá Rizzoli hace caso omiso a la petición de Jane y utiliza sus propias habilidades detectivescas para descubrir que el fulano tiene múltiples pasaportes con nombres diferentes. Nadie como una madre para proteger a sus hijas sobre posibles australianos asesinos.

Mamá Rizzoli en acción

Jane y compañía interrogan al hermano de la víctima quien cumplió una condena por tráfico de drogas pero tiene varios testigos para asegurar no ser el asesino. Maura procede entonces a realizar una necropsia a ratas encontradas muertas en el contenedor mientras Jane observa atentamente. De pronto un trabajador entra con varias cajas de provisiones para el fulano y Jane le pregunta a Maura qué está haciendo. Si, Maura, ¿Qué rayos estás haciendo?. Maura parece ofendida porque Jane se comporte como Scooby doo con todo el asunto de Ian pero a Jane le parece insultante que Isles no comprenda que los cuernos que le han crecido en la frente ameritan los celos. Mamá Rizzoli le informa a Jane sobre sus hallazgos y le confía que cree que Ian es un espía australiano, Jane le reprocha que se haya entrometido en el asunto pero utiliza sus contactos en la Interpol para averiguar la verdadera identidad del fulano, por si acaso.

Mientras tanto Jane y Frost detienen al hijo de la víctima quien había transportado mantas empapadas en heroína líquida en su contenedor. Jane, Korsak y Frost deciden ir a investigar y para ello Jane propone usar el automóvil de Maura porque lo mío es tuyo y viceversa. Los tres mosqueteros llegan en su Toyota hasta el salón de belleza donde el hermano de la víctima está entregando el dinero por el cargamento de drogas a la encargada quien le dispara, Rizzoli entra en escena y le da dos disparos a la sospechosa. Resulta que los chinos encargados del salón secuestraron a la esposa e hijo del heredero de la víctima. Maura descubre que la china asesina tenía una infección en la piel que contrajo en las bodegas abandonadas donde guardaba la droga. Antes de ir al sitio a investigar Jane le informa a Maura que el fulano está siendo buscado por la Interpol para interrogarlo. Maura no puede creer que Jane le haya investigado. ¡Oh, vamos Maura! Tu novia es detective y tú le pones los cuernos en su propia casa ¿Qué esperabas?

Oh… Maura…

Rizzoli, Frost y Korsak encuentran al otro chino asesino en unas bodegas abandonadas y luego de una intensa (y sexy) pelea Jane logra dominarlo y descubrir el paradero de las víctimas. Como es natural Rizzoli se dirige a Casa Gayzzoli luego de otra jornada exitosa de trabajo sólo para encontrarse a Maura llorando a moco tendido por culpa del fulano que, al fin, se fue con rumbo desconocido. La Dra. Isles le pide a Jane que la arreste por haberse relacionado con un fugitivo pero Jane no soporta ver a su chica llorar. Maura le dice a Jane que no comprende cómo se puede vivir amando a alguien sin poder estar con esa persona. Oh, Maura, la historia de mi vida… y de todas las lesbianas leyendo este recap. No te preocupes, todo mejora con el tiempo. Isles le pide de nueva cuenta a Jane que la arreste pero esta no capta la señal de que es momento del sexo reconciliatorio, en lugar de eso se da cuenta de que mamá Rizzoli ha etiquetado toda la casa de Maura, ¡incluso reorganizó su closet! Y Dios perdone a quienes se meten entre las lesbianas y sus closets. Jane ofrece quedarse con Maura hasta que se sienta mejor y la toma en sus brazos. Me parece a mí que Maura se sentirá mejor muy pronto pero por ahora manténganse así, en los brazos la una de la otra… por toda la eternidad.

Y eso es todo por hoy, lesbicanarias, no se pierdan el recap de la próxima semana cuando descubriremos si Maura Isles logra salir del closet… ¡Sólo nos quedan dos episodios de esta temporada! Así que no se pierdan las siguientes chocoaventuras y recuerden, para todo lo demás existe twitter.

Pd. ¡Gracias a todas por los comentarios tan bonitos que me dejan cada semana! ¡Os quiero!