¿Han oído decir eso de que los actos hablan más que las palabras? La verdad es que las palabras aclaran muchas cosas, pero es verdad que a veces en los pequeños detalles se encuentra la diferencia ¿verdad? No sé, a mi a veces me da por reflexionar sobre ese asunto, por eso hoy he decidido contarles esta pequeña historia.

Resulta que hace ya bastantes años, la señorita Genix y yo vivíamos separadas. Yo estaba en México, ella vivía en Canarias y aún estábamos un poco intentando decidir como sería nuestro futuro juntas. Ya saben, quien iba a mudarse, como lo íbamos a gestionar, básicamente como iba a evolucionar nuestra relación.

A todas estas nosotras aunque hablábamos a diario por «Messenger» (y aquí se notan los siglos que llevamos juntas), nos intercambiábamos cartas y cosas porque tener algo más físico que estuvo en las manos de la persona que amas siempre es mucho más bonito ¿no creen?

Pero bueno, que me voy por las ramas. La cosa es que de repente un día entré en una tienda y vi un regalo que me encantó y pensé en comprarlo para la señorita Genix. Era un vaso metálico para mantener el café caliente o frío y llevártelo al trabajo por ejemplo. Así que me lo llevé conmigo y se lo envié sin carta esta vez, solo con una notita que decia: «Espero que te guste…es un regalo a largo plazo»

Pasaron un par de semanas de emoción hasta que por fin ella lo recibió y como estaba esperando me preguntó: «¿qué es eso del regalo a largo plazo?» Y entonces yo le contesté que como a ella le gustaba el café caliente podría utilizarlo perfectamente todas las mañanas en su trabajo, pero que lo genial es que también servia para beber café frío con lo que cuando me fuera a vivir con ella también podría utilizarlo yo, así que serviría a largo plazo.

Me hubiera gustado ver la cara que tenía cuando se lo dije, fue mi manera de explicarle que sí, que iba a seguirla hasta el otro lado del mundo y hasta de vuelta porque quería seguir con ella. Desde entonces bromeamos mucho con lo de los regalos a largo plazo y de vez en cuando seguimos dándonos algo así :P.

Lo más gracioso es que aún lo tenemos. Ya está muy viejito ¡pero lo seguimos utilizando!