Tras la divertidísima Who´s afraid of Vagina Wolf, cuya crítica os traerá muy pronto @mdzurita, el tercer asalto corría a cargo de la multipremiada Cloudburst. Que partía como una de las apuestas fuertes del festival. Y más teniendo en cuenta que sus protagonistas eran nada menos que Olympia Dukakis (Óscar a mejor actriz de reparto en 1987 por Hechizo de Luna) y Brenda Fricker (Óscar a mejor actriz de reparto en 1989 por Mi pie izquierdo).

Y como todo lo que lleva muchos premios bajo el brazo, entre ellos dos señores Óscar, pues crea enormes expectativas, que a veces se cumplen y a veces no.

La película se presentaba como una road movie (una de esas historias que trancurren en la carretera) en la que Dotty y Stella, dos ancianas que llevan 31 años viviendo juntas, deciden casarse, evitando así que la nieta de Dotty la ingrese en una residencia para ancianos. Y como en Maine, su ciudad natal, no es posible, deciden hacerlo en Nueva Escocia, donde el matrimonio igualitario sí existe.

Esta era la sinopsis de la película a grandes rasgos. Así que a mi parecer, por mucho premio que hubiera detrás lo que iba a ver en pantalla era una peli aburrida, lenta y triste, con paisajes y más paisajes.

Y lo que me encontré fue una película divertida, tierna y con chispa. Un tanto predecible. Pero de aburrida nada, de lenta menos y de paisajes pues los justos y necesarios. Además de dos actrices, hasta el momento (con todo el dolor de mi corazón) desconocidas para mí que me dieron mucho en qué pensar durante toda la película.

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Los diálogos son simplemente geniales, pero la genialidad se lleva al extremo cuando las actrices te transmiten con total naturalidad lo que están contando. Ver a dos ancianas hablando de sexo y de c*ños, así como se lo cuento, me dejó en total estado de shock, y a la vez no podía dejar de reírme.

Así que no tuve mas remedio que sacar a mi prejuiciado yo del armario y caer rendida ante Dotty y Stella. Porque esta película se atreve con todo y nos muestra a dos personas, a dos mujeres enamoradas. Nos deja ver la historia que hay detrás y que las ha llevado a ser quienes son.

La película no puede ser más tierna ni más divertida, el cocktail Dotty-Stella tiene el toque justo y perfecto para pasar un rato entretenidísimo, sacarles los colores sin miramientos y acabar queriéndolas sin remedio.

Aunque hasta el momento no está entre mis favoritas del festival, sí es una de mis más fervientes recomendaciones.

Les animo a leer una entrevista que Olympia Dukakis concedió a The Globe and Mail, un diario canadiense, en la que habla de lo que la motivó para decidirse a interpretar el personaje de Stella y cómo se sintió al interpretarla.