Leslie Shay resumen de episodio 2×06 Chicago Fire

El episodio pasado, Leslie Shay se acostó con una desconocida, le lanzó un Slushie al estilo Glee a una tipa desde la ambulancia y terminó en un callejón besándose con su bootie Call. ¿Seguirá su vida tan agitada en Chicago Fire?

Nuestro episodio comienza con Devon, la chica con la que se enrolló Shay bajando al primer piso del nuevo departamento. Está claro que la noche terminó bien. Devon no tiene ni una pizca de pena en su ser, así que baja en ropa interior dejando a cuadros tanto a Severide como a Otis.

Otra cosa que no tiene Devon es educación, como no le funciona la cafetera procede a darle de golpes hasta que llega Severide a detenerla e invitarla «amablemente» a irse a tomar un café al Starbucks de la esquina. La mujer se pira a fumar, Kelly avisa que se a correr y Shay se queda con cara de circunstancia.

Cambiamos de escena y vemos a Shay llegar totalmente nefasta a la estación porque Severide nunca volvió al departamente y al final ha tenido que tomar el autobús para llegar al trabajo. Antes de que saquen las antorchas para chamuscar a Kelly por dejar de plancha a nuestra chica, el hombre está atorado en un accidente y no puede abandonar al pequeño paciente o se le desangra.

La estación está revolucionada porque «Mouch» se ha lanzado para representante del sindicato y justo este día se hace un debate final entre los dos candidatos. El tipo que está luchando contra él es un imbécil redomado. Le tira un montón de mierda al bombero y lo hace sin vergüenza alguna porque no puede ganar por lo sano. Shay que es tan fan de los X-Men como yo, intenta imbuírse en el espíritu de Ciclope para desintegrarlo pero me da que no funciona.

Mouch también sabe cosas de la vida privada de su oponente pero decide ser honesto y no usarlas y al final pierde la elección. ¡Asco de la vida!

Otra que no está nada contenta con las cosas que están pasando en la estación es Dawson, sobre todo cuando ve llegar a Devon.

La morena quiere saber si Shay saldrá temprano o tendrá un pequeño descanso porque tiene un «trabajito manual» que solo Leslie puede hacerle… ya me entienden. Shay está encantada y es toda risas, eso sí, le dice que tendrá que esperar hasta la noche porque tiene turno extendido. Justo en ese momento suena un aviso y Dawson ya se relamía los dientes en plan: «jeje ahora me quedo yo con Shay» pero claro, no contaba con la astucia de la rubia que invita a Devon a irse con ellas en la ambulancia.

Ahí ya Gabby no puede más y mira a Shay con cara de «te mato» y lo cierto es que en este caso tiene razón. Con toda la presión que está recibiendo la estación lo menos que deben hacer en estos momentos es romper las reglas. Vamos que ya fuera de bromas respecto a Shawson, Gabby está preocupada porque está claro que la actitud de Shay no es normal. Igual la rubia pasa un kilo de lo que diga Dawson y al final Devon se va con ellas.

Leslie, Gabriela y Devon llegan hasta la tienda que mandó el aviso y se topan con una mujer que está más loca que una cabra. Vamos que es una combinación de Pennsatucky y la Nana de Tierra de Lobos con una pizca de Bellatrix Lestrange. Al parecer está hasta arriba de drogas así que nuestras chicas planifican como entrar en acción.

Devon se lo está pasando bomba mientras las ve. Le hace muchísima gracia que la mujer hable consigo misma y a mí me dan ganas de matarla más que todo porque se ve que la mujer es peligrosa.

Dawson intenta entretenerla mientras Shay hace un rodeo para llegarle por detrás e inyectarle un tranquilizante. Devon grita: «Esta mujer está super tocada» en el momento más inoportuno y la mujer se pone nerviosa al ver a Shay detrás de ella y se le lanza a Gabriela. Leslie se lanza a por ella y al final entre las dos le ponen el tranquilizante y la controlan. Todo esto mientras Devon muere de risa.

Creo que a estas alturas a ninguna nos puede quedar duda de que la que está realmente loca es Devon. Y siento decirlo, pero mi amada Shay tiene muy mal gusto para las mujeres. Osea siempre las escoge bellas pero locas o inestables. Necesitamos afinarle el radar señoras.

De vuelta en la estación, Shay hace borrón y cuenta nueva y decide, para asombro de Gabriela, darle un tour a Devon por el lugar. Dawson está que no se lo cree porque las decisiones de Shay están empezando a afectar su trabajo.

Y no sé ustedes pero ¡yo ya no soporto esta tensión entre nuestras Shawson! A pesar de la multitud de bromas que hago sobre las dos, una de las cosas más bonitas de la serie es la amistad de Leslie y Gabriela. Y el hecho de que estén las dos peleadas es fatal, sobre todo para la salud de Shay que va de mal en peor.

Ya dentro las chicas se encuentran con el jefe que agarra a Shay para decirle que el comportamiento de Severide le parece inaceptable. Y es que el pobre sigue en el accidente y no fue a trabajar con lo que el jefe está fúrico y quiere mandarle el mensaje con Shay. La rubia tampoco sabe lo que ha pasado así que se nefastea de que el jefe piense que es la niñera de Kelly.

Por la mañana, Shay llega al departamento y se da cuenta de que Kelly tampoco está ahí, así que se empieza a preocupar. En menos de lo que canta un gallo le pide su coche a Otis y se va a hacer el recorrido que suele hacer su amigo cuando corre.

Leslie camina hasta que se topa con Severide y el niño. Entre los dos lo sacan y lo llevan hasta el hospital. Afortunádamente está vivo y parece que podrá salvarse gracias a los inventos estilo MacGyver que se inventó Severide.

Si hay algo que no se le ha olvidado a Leslie Shay con sus recientres traumas, es lo de ser fiel a sus amigos. Por eso la rubia acompaña a Severide al hospital y se queda con él hasta que tienen noticias del pequeó. Todo ha salido bien y tenemos final feliz, al menos de momento porque a mí Devon me da muy mala espina chicas.

¿Cómo vieron el episodio? ¿Han salido con alguna Devon? ¿Cómo salieron de ese hoyo? Se que voy con un poco de retraso, pero en esta semana me pondré al día con Chicago Fire.