Patricia y Lucía resumen semanal 07 Lutricia

La semana pasada en Las Trampas Del Deseo todo era felicidad en el mundo de las #Lutricia porque Patricia y Lucía andaban en plena luna de miel, así que nos dedicamos al disfrute puro y duro de la relación. ¿Será duradera esta felicidad o nos tocará lidiar con algún otro problema esta semana? Síganme si quieren saber la respuesta.

Nuestro episodio empieza exactamente donde lo dejamos la semana pasada, con Patricia hablando con sus padres. En cuanto cuelga el teléfono sale corriendo a contarle a Lucía que «ya se los ha dicho». A la rubia casi que le da un ataque cardíaco pensando que en nada le caen sus «suegros» por la casa, pero no, lo que les dijo Patricia fue que ya estaba divorciada. También les dejó caer que estaba saliendo con alguien, pero omitió aquello de que era una chica. No podemos culparla señoras, la que esté libre de culpas que tire la primera piedra, todas lo hemos hecho alguna vez.

Igual como la relación entre nuestras Lutricia sigue viento en popa, Patricia no descarta la opción de soltárselo al mundo para ya no tener nada que esconder. Lucía la mira con una cara de adoración total y le dice que está muy orgullosa de ella. A la rubia también le hace ilusión lo del destape, pero no puede evitar tener muchos nervios por aquello de que es la primera vez que vive algo así.

Igual Patricia la reconforta diciéndole que se enfrentaran a todas esas cosas juntas y nosotras seguimos disfrutando con las chicas en plan luna de miel, haciéndose arrumacos y metidas en una burbuja roja que de momento nada ni nadie ha podido romper.

Más adelante vemos a Patricia en plan super tímido de la vida (¡Awwww cosita!) comentarle a Lucía que va a haber una fiesta en su trabajo y pues ella quiere llevarla como su pareja oficial para poder presentarla ante todo el mundo. Vamos, que Patricia ya agarró carrerilla con eso de salir del armario y está en plan super Out And Proud porque es lo que tiene la felicidad chicas, que te dan ganas de contarle a todo el mundo lo que te tiene tan contenta.

Lucía se emociona también con la fiesta e inaugura el término «Mensorria» como palabra lesbicanaria cariñosa. ¡Apúntenlo en sus libretas señoras! No sea que me dé por hacerles examen :P. Así pues queda decidido que nuestras chicas se nos van de parranda lesbicanaria.

Luego pasamos a un momento menos divertido, porque nos toca ver a Lucía y Larissa en plena terapia. Las cosas no van bien, ninguna de las dos se entiende y Larissa insiste en que ella no quiere una mamá lesbiana. Total, que cuando terminan la sesión, Mara les dice que si necesitan ir a terapia, pero que quiere tratarlas por separado. Lucía le dice a Mara que ella nanay de la china que la única que necesita ayuda es su hija. Mara le explica que no es así, pero Lucía no entiende y Lara pierde los papeles y le dice que en realidad si están ahí es por su culpa antes de salir pitando.

Más adelante vemos a las chicas en el departamento de Lucía. Patricia está llamando por teléfono para pedir los boletos para la fiesta y no duda en decir «Para mí y para mi novia», algo que deja a cuadros a quien sea que está del otro lado que por si acaso decide preguntar otra vez. Pato (así le decimos las amigas) queda en pasarse por los boletos luego y centra de nuevo su atención en Lucía que tiene cara de «mi hija me odia y me duele la cabeza».

Lucía le dice a Patricia que no sabe si ir a la fiesta, porque después de lo que pasó en terapia tiene miedo de dejar a Lara sola. Patricia, que tiene muchas ganas de ir a la fiesta… digo… que lo piensa todo con calma, le dice que igual Lara necesita un espacio para reflexionar sobre todo lo que pasó y al final convence a Lucía de irse con ella.

Las chicas están terminando de prepararse cuando a Patricia la llaman de su trabajo para decirle que siempre no se va a poder lo de los boletos. La morena siente que hay discriminación de por medio, así que decide escribirle al otro diseñador para saber si a él también lo cancelaron y resulta que no, así que la mujer se indigna junto a todas nosotras. ¡Malditos interruptores de nuestra primera cita Lutricia! En fin, Patricia está dispuesta a armar la tercera guerra mundial, pero Lucía la convence de que no vale la pena.

Al otro día, Lucía intenta otro acercamiento con Larissa para ver si la convence de ir a la terapia pero no hay por donde entrarle. Lucía opta por ofrecerle ahorrar para mandarla a estudiar fotografía en Nueva York si le promete ir a terapia, pero Lara se lo toma en plan «ahora me quieres echar de tu vida» y se enfada más. Lucía intenta explicarle que lo único que quiere es ayudarla a cumplir todos sus sueños y al final Lara promete pensárselo.

Luego vemos que Lara se decidió y fue a terapia pero su actitud no es positiva porque se siente obligada a ir. Mara utiliza todos sus dotes de convencimiento para intentar que Lara se abra y poder ayudarla. Y al final sus esfuerzos tienen recompensa porque Larissa empieza a abrirse por lo menos a la idea de hablar sinceramente con ella.

Por la noche, vemos que Mario se acerca hasta el departamento de Mara para hablar con Patricia. Resulta que Valeria lo convenció de que no vendiera el departamento, pero claro, de todos modos él no quiere vivir allí porque le resulta difícil lidiar de manera tan cercana con la relación entre Patricia y Lucía, así que va en buen plan a ofrecerle a ella que viva en esa casa.

Ella le agradece la buena intención, pero siente que lo mejor es que ella también se mude por aquello de empezar desde cero. Yo la entiendo perfectamente, pero sufro porque ahora estará más lejos de Lucía.

Al otro día, Patricia y Lucía se arman una buena cita en casa de Mara. Con su vinito, sus aperitivos, musiquita romántica, en fin, van bien preparadas las mujeres. A mí igual me da un poco de risa que se carguen tanto con Mara, porque la mujer está ahí viendo comer pan delante de los pobres e intentando trabajar mientras estas dos andan en pleno romanticismo. Igual Mara es la primera fan de Lutricia, así que se los perdona.

En fin, Lucía le dice a Patricia que tendría que haber aceptado la proposición de Mario, que ese departamento en el fondo también es suyo, porque aunque él fue el que lo compró, los dos vivieron juntos un montón de años. Lucía no se ve muy convencida, más que todo porque no quiere aprovecharse de su buena voluntad. Y luego las dos se distraen a base de besos y volvemos a la burbuja rosa.

Luego vemos a Patricia salir a buscar un libro y Lucía aprovecha para intentar sacarle a Mara alguna información sobre la terapia de Lara. Mara le recuerda que la terapia es confidencial y que ella no le puede decir nada de lo que Larisa le cuenta, pero Lucía a veces es un poco obtusa y sigue con su choro para intentar averiguar algo. Mara de planto tiene cara de querer asesinarla, sobre todo cuando Lucía le dice que igual mejor la medican.

Mara de plano le dice que mejor haga una cita para ir a terapia ella porque se ve que lo necesita XD. Y luego se pira enojada a su cuarto porque no la dejan concentrarse con sus ruidos, así que las chicas emigran al depa de Lucía.

Lucía está indignada porque Mara no le dio ninguna información y Pato intenta tranquilizarla y le recuerda que Mara las ha ayudado un montonazo. En eso llegan Valeria y su novio y se acoplan a jugar continental con ellas, así que los cuatro se lo están pasando bomba cuando de repente llega Lara. Todos la invitan a jugar y en un primer momento se acopla, así que parecía que podía haber por ahí un acercamiento, pero era demasiado bonito para ser cierto.

Valeria: Vamos a jugar de a 50 pesos el que pierda.
Larisa: Yo nada más traigo 20.
Lucía: Yo ya me quedé sin efectivo, pero bueno.
Patricia: Yo les presto.
Lucía: ¡Orale!
Larisa: Patricia no te quieras poner en el rol de papá porque no te queda.

Pato aguanta vara e intenta seguir jugando sin hacerle mucho caso a Larisa que sigue comportándose como una pesada del mal. Hasta que de plano Lucía no puede seguir soportando que sea tan irrespetuosa y le dice que más le vale que le pare a su carro. Larisa se enfada, tira la silla y se pira del departamento.

Valeria se va detrás de ella y le dice que no entiende que le pasa. Ella le responde que se lo pasan mejor que ella. Valeria le dice que aquí no hay equipos ni lados y que quiere echarle un cable, pero Larisa no la quiere escuchar y al final Valeria se va enfadada y le dice que madure.

Mas tarde vemos a Mara contándole a Patricia que Mario fue a visitarla para contarle lo de la propuesta que le hizo. Patricia le dice que no sabe si él quiere seguirla controlando de ese modo (¿ein?). Mara le devuelve las ideas a su lugar y le dice que le baje a su rollo, que para una vez que Mario está intentando ser equitativo con ella ya podría estar más abierta a la idea. No necesariamente que acepte, pero que por lo menos no rechace todo lo que venga de Mario a la malagueña.

Mara también le dice que en buena onda la quiere mucho pero que sería genial que ahueque el ala XD. Por aquello de que se suponía que Patricia iba a ser independiente y libre y al final lo único que ha hecho fue irse al depa de Mara y acomodarse. Pato entiende que Mara tiene razón y al final toma la decisión de mudarse al departamento.

El episodio termina con Patricia hablando con Mario. Ella le dice que no había aceptado por orgullo, porque no quería depender de él, pero Mario le responde que la casa es de los dos, que sí, que el la pagó en aquel momento, pero que los dos vivían ahí y la hicieron suya. Que solo intenta ser justo y equitativo. Ella quiere aunque sea ayudarle pagando la renta, pero Mario le dice que no, que mejor se ocupe de los gastos del mantenimiento.

Y así señoras termina el resumen de esta semana. Con Patricia mudándose de nuevo a su anterior departamento, así que ahora vive puerta con puerta con Lucía y tienen más espacio para vivir su vida loca sin interrupciones. ¿Será que se nos hacen más momentos lindos entre Patricia y Lucía. ¡Nos vemos aquí la próxima semana para averiguarlo!