La semana pasada en Ciega a Citas nos habíamos quedado emocionadas con el potencial de la historia entre Irene y Bea, porque las chicas se habían besado y la moneda estaba al aire. O la rubia reaccionaba bien y teníamos historia lésbica para rato, o rompía nuestros corazones y se nos acababa la alegría. Pero antes de pasar al resumen vamos a recordar el beso, que a nadie le hace daño volver a verlo.

El episodio comienza con Maruchi visitando a Lucía, la hermana de Irene para contarle la buena nueva: «tiene una hermana lesbiana». Obviamente Lucía se echa a reír, porque sabe que Irene tiene de lesbiana lo mismo que yo de heterosexual, pero Maruchi insiste, ella la ha visto besarse con otra mujer con sus propios ojos. Lucía sigue sin creerse la historia demasiado, pero igual le dice a su madre que si así fuera ella no tendría ningún problema.

Ciega a Citas

Con estos ojitos que se han de comer los gusanos

Lucía: ¿Y tan grave sería?
Maruchi: Hombre, grave, grave, no. Yo siempre os he aceptado como sois. Mira tú misma como eres y yo te acepto tal cual. Lo malo que al ser lesbiana… pues chica se me chafa la boda y luego también me he dado cuenta de que no conocía a mi hija pequeña ¿me entiendes?
Lucía: ¡A ver mamá! Primero, a Irene le gustan los hombres más de lo que tú te piensas y más de lo que te gustaría saber. Segundo, las lesbianas pueden casarse ¡aleluya! Tercero, ¿que tú tengas un problema con Irene significa que tengas que venir aquí con una báscula?

Y es que Maruchi no quiere ser maleducada y llegar sin regalo, así que le lleva a Lucía una báscula de las «que hablan» para que se pese mejor. ¡Esa mujer es la bomba! Pero para ver de lejos.

Ciega a Citas

¿Te apetece un bollo?

Ya en casa, Maruchi y su marido están intentando hablar con Bea a su manera pero sin mucho éxito, porque claro, Irene no entiende de que tienen que hablar. Yo confieso que conociendo a Maruchi, cuando la vi entrar con una cajita de la panadería pensé que iba a soltar algún comentario relacionado a los bollos LOL, pero no, hasta eso, no cayeron en ese chiste fácil.

Ciega a Citas

Al rato, en la cafetería, Irene y Bea están esquivando un poco el momento de hablar, hasta que la morena de plano se pone los pantalones y le pide una disculpa a Irene porque tiene claro que la rubia no reaccionó al beso como ella esperaba.

Bea: Tenemos que hablar de lo de ayer. Tengo que pedirte perdón, creo que te molesté.
Irene: No Bea, de verdad, en todo caso fue lo contrario.
Bea: ¿Ah si?
Irene: Me refiero a que… ojalá todos los tíos fueran como tú.
Bea: ¿Lo estás diciendo en serio?
Irene: Mira, me encantas Bea, pero yo de lesbiana no tengo nada. Ósea lo nuestro es imposible.
Bea: Si lo sé, lo que pasa es que confundí todo lo que me dijiste y por eso…
Irene: Mira, si algún día quiero probarlo vas a ser la primera en enterarte.
Bea: ¿Me lo pones por escrito?

LOL, me encanta que Bea no pierda el buen humor y que esto no se haya convertido en un drama horroroso. Vale, la chica ha dicho no, pero hay muchos bollos peces en este mundo y Bea tiene muy buena caña ¿no creen?

En fin el caso es que Irene le dice que todo lo que ha pasado la ha llevado a darse cuenta de que muere por Rodri. La mujer se trauma porque sabe que metió la pata hasta el fondo, así que Bea le dice que se relaje, que no es la primera mujer a la que le entra el pánico pre matrimonial. Y no conforme con eso, cual princesa azul decide que va a ayudarla para recuperar a Rodri, y para nuestra diversión lo hará en base a ponerlo celoso, así que igual no tenemos pareja pero ¡lo que vamos a reírnos!

Ciega a Citas

Bea: Yo haré que Rodrigo vuelve a ti cueste lo que cueste.
Irene: (abrazándola) ¡Muchas gracias Bea! Eres un amor.
Bea: Bueno…bueno no te arrimes tanto porque….

LOL amo a Bea XD. Es una crack.

Ciega a Citas

Por la noche, Irene llega a casa y se encuentra con que su padre está super raro otra vez, así que de plano a la mujer le entra el trauma porque cree que algo malo ha pasado y no se lo dicen. Tanto así que su padre decide hablar con ella para tranquilizarla y se sientan los dos a tener la conversación.

Zabaleta: Mira hija, seas como seas, te guste quien te guste, te cases con quien te cases…
Irene: ¡Ya estamos con la boda!
Zabaleta: Si es que da igual, mira ¿pues dos novias? pues dos trajes. Mira hasta mejor porque así tu madre no tiene problemas al elegir entre los vestidos.
Irene: ¿Cómo dos? ¿El mío y el de quién?
Zabaleta: No nos andemos con rodeos hija que somos tus padres, pues entre tú y Bea.

La cara de Irene es un poema, porque obviamente eso no se lo esperaba. La mujer alega que ella es más heterosexual que Liz Taylor y sus múltiples maridos, pero Maruchi no le cree nada porque ella la vio besar a Bea con sus propios ojos. `

Irene: No me lo puedo creer. ¿Ahora te piensas que soy lesbiana?
Maruchi: Lesbiana, lesbiana yo no creo que seas. Pero claro, Rodrigo me contó lo de Bea y luego os he pillado a Bea y a ti en la habitación dándose el lote. Porque en mis tiempos se le llamaba así, darse el lote. ¡Menudo beso!

Irene les deja claro que nanay de la china, que ella y Bea no tienen nada porque ella es hetero y le encantan los hombres. Maruchi le dice que la deja más tranquila y no tanto porque sea lesbiana sino porque se le arruinaba la boda XD. Esta mujer es mucho. Igual yo me reí con la escena y me encanta que al ser comedia nos topemos con situaciones más ligeras que de drama ya vamos servidas con otras series.

Irene y Bea

Al otro día, Bea está preocupada porque las cosas no van del todo bien en el bar. Irene dice que igual se pueden poner en plan Coyote Ugly y tanto Bea como yo pensamos que su idea es fenomenal y queremos verla implementada de inmediato. Lástima que la mujer solo bromeara. El caso es que las chicas están preocupadas porque como la cosa siga así van a despedir a una de las dos.

A Irene se le ocurre la idea de que su hermana puede echarles un cable, así que le pide a Lucía que promocione el bar en la radio y luego piensa que pueden tener una fiesta de solteros a ver si la gente se anima a entrar más.

Ciega a Citas

¡Ni de coña vuelvo a hacer de hetero!

Luego llega Lolo que es el novio de Miguelón y estaba a punto de salir del armario y presentárselo a su madre, pero al final se ha echado atrás, así que va a pedirle a Bea que haga de su novia en la cena. Nuestra chica ya se ha metido en muchos líos esa semana, así que le dice que lo siente con todo su corazón pero no, y también le aconseja que deje de hacerle al vivo, sobre todo porque a todos nos cuesta salir del armario y como siga de cobardica terminará por perder a su novio.

Y como Bea ayuda por igual, luego le toca hablar con Miguelon y el hombre anda ahí como si Lolo fuera el hombre perfecto, así que a la mujer le da penita y termina diciéndole la verdad, que Lolo le pidió que se hiciera pasar por su novia, vamos que no tiene la más mínima intención de salir del armario en un futuro cercano.

Ciega a Citas

Me temo chicas que la fiesta de Irene es un fracaso porque no va nadie, bueno su hermana va, pero esa clientela no es suficiente así que ya se ve de patitas en la calle, pero a Lucía se le ocurre el otro día hacer otra fiesta y esta vez si promocionarla por todo lo alto. Los chicos al entrar agarraran un tornillo, las chicas una tuerca y luego se tienen que poner a buscar a su pareja perfecta. Bea, siempre lesbicanaria, le recuerda que también existimos las bollos, pero Lucía lo arregla rápidamente mediante el frotamiento de dos tuercas, así que la cosa está lista chicas. ¡Solo queda que ahora si vaya alguien!

Todo esto mientras que Irene y Rodri andan coqueteando y haciendo méritos para reconciliarse. Y no me entretengo mucho en eso porque sé que tampoco es que les interese mucho así que sigo adelante.

Irene y Bea

Esta vez la fiesta es un éxito y ahí anda todo el mundo buscando su tornillo o su tuerca. Bea le confiesa a irene que ya ha probado la suya con tres chicas pero no son de «su tamaño». Yo no sé ustedes chicas, pero estoy por meterme una de cada tamaño en el bolsillo y a ojo de buen cubero probar la mía, no sea que haya suerte. En fin que Irene tampoco a encontrado tornillo así que prueban sus tuercas y resulta que son idénticas. Son la una para la otra, lástima que una sea hetero. Así que ¡no pierdas más tiempo Bea busca otra tuerca!

Irene y Bea

Al otro día, Bea le dice a Irene que tiene que hablar con ella, y claro la rubia está ahí con cara de trauma porque ya se le figura que la van a correr. Pero no chicas, a las que se les tiene que quedar la cara de trauma es a nosotras, porque resulta que Bea ha decidido que su carrera es lo primero y que deja el bar. ¡No Beaaaaaa! ¡No nos hagas esto!

Irene casi llora de la emoción porque ahora ella será la encargada y su puesto está a salvo y Bea se va super contentan porque ha hecho su buena obra del día. Si es que las princesas azules son así, van salvando mujeres guapas por donde quiera que van. Pero si se va a hacer algo, hay que hacerlo bien señoras, así que Bea se lanza a hablar con Rodri y a darle el empujón que está necesitando.

Ciega a Citas

¡O mueves ficha o te la ganan!

Rodri: Irene ha dado un cambio radical, de repente está llena de energía.
Bea: ¿No era eso lo que querías?
Rodri: Sí, sí. Me encanta.
Bea: ¿Te acuerdas de aquel día en el que entraron unos clientes al bar y yo la defendí sacando un bate?
Rodri: Sí, sí. Perfectamente.
Bea: Pues tú me dijiste que no habías dado la cara porque querías que aprendiera a enfrentarse a la vida. Pues ella ya no necesita que nadie la defienda. ¿Me dejas que te de un consejo?
Rodri: Me lo vas a dar de todas maneras.
Bea: Creo que cometes un gran error si la dejas escapar.

Rodri le dice que no, que de hecho ya ha planificado con Maruchi hacer lo mismo que la vez anterior. Entonces Bea le recuerda que terminaron precisamente porque eso, le dice que no debe perder los cambios que ha hecho, que siga siendo él mismo y vaya a por ella. Vamos que es toda una cupido en potencia nuestra chica.

Ciega a Citas

No sufras pequeño saltamontes. Todo pasará.

Esa noche, Bea está terminando su turno en el bar cuando se topa a Lolo que se ha bebido unas cuantas copas demás. Resulta que el hombre jamás se decidió y ahora Miguelón lo ha mandado a freír espárragos, así que anda penando como la llorona por todo el lugar. Bea entonces le dice que esta es una oportunidad que tiene para sacar algo bueno de la situación. Que salga del armario ya y se decida a ser él mismo.

Bea: Se trata de saber quien eres y de que te aceptes para que puedas ser feliz.
Lolo: Ya, no es fácil ¿eh?
Bea: Ya, lo sé. Pero te aseguro que si lo haces te vas a sentir muy satisfecho de ti mismo. Y que solo te van a venir cosas buenas.

Me ha encantado el consejo señoras y todavía le da uno extra para rematar: No le mandes ningún mensaje en ese estado a Miguelón. Chicas ¡escuchen a Bea que es la sabiduría andante!

Adriana Torrebejano

Al otro día Bea está tomándose un café en la cafetería, pero ya como clienta porque recordemos que dejó el trabajo. El caso es que en eso llega Rodri y se pone ahí en plan romance total con Irene, así que Bea de plano les dice que no sean tan empalagosos porque endulzan más que la miel. Los dos están felices como lombrices por haber retomado su relación, pero entonces Irene hace un comentario sobre el tiempo que estuvo celosa porque Bea y Rodri se fueron a Londres y la cosa se pone un poco rara.

Bea le sigue el rollo a los dos, pero cuando Irene se a atender a alguien más, le dice a Rodri que tendría que decirle a Irene la verdad para que no empiece otra vez su relación con mentiras, pero a él le da miedo contárselo ahora que apenas empiezan otra vez a estar bien. Pero no se preocupen chicas, que la cosa termina bien porque al final él se pone las pilas y le cuenta todo a Irene sin que suceda otra hecatombe.

Ciega a Citas

La siguiente vez que vemos a vea está tomándole fotos a Irene en ropa interior. ¡No se me infarten! No piensen mal, lo que pasa es que a la mujer se le ha ocurrido que esa es la mejor manera de promocionar el bar. Bea, siendo la buena amiga que es, se dedica a tomarlas con mucho gusto y animosidad. Y ¡esta es la última vez que la vemos chicas! La mujer lleva desaparecida unos cuantos capítulos, ¡pero no sufran porque Bea va a volver! Y no se los digo yo, aquí está Adriana para confirmarlo.

Así que ya lo saben chicas, tendremos más de Bea en Ciega a Citas. ¡A ver si tenemos suerte y le ponen una novia! Porque no es por nada pero eso de verla medio minuto cada capitulo como que no es plan. ¡Queremos más Bea!