Callie y Arizona: resumen de episodio 11×09 Anatomía de Grey

El Seattle Grey ha vuelto de sus vacaciones señoras así que Callie y Arizona están de nuevo dándolo todo en Anatomía de Grey. Eso sí, las cosas no han cambiado desde la última vez que las vimos, las dos siguen en órbitas separadas, pero viviendo vidas interesantes, así que vamos a ver que se cuece en la vida de nuestra pareja señoras. Y es que dijimos en las buenas y en las malas, las hemos acompañado en los momentos de besos, pizza y cervezas, ahora toca sequía y desolación pero ¡aquí seguiremos!

Nuestro episodio comienza con Arizona terriblemente preocupada, recordemos que la patinadora le enseñó a Amelia el expediente de la doctora Herman para asegurarse de que no ponía en peligro a sus pacientes. Pero resulta que la Shepard más guapa ha descubierto que podría operar el tumor y por tanto salvarle la vida. Así que ahora nuestra rubia se enfrenta al problema de salvarle la vida a su maestra a riesgo de echar por la borda su carrera. Y es que a nuestra patinadora se le olvidó convenientemente pedirle permiso para meterle mano a su expediente.

Así que mientras que Amelia mira fascinada los diferentes escaners y pruebas, Arizona sufre de lo lindo pensando en el momento de la verdad. Por cierto, que futurista todo ¿no? Yo quiero una maquinita de esas para ver mis videojuegos 😛

Callie por su parte, está muy ocupada sintiendo envidia porque Meredith parece haber encontrado una buena niñera y por lo visto son un bien escaso en este universo. Igual nuestra morenaza se queda bastante en shock porque resulta que Grey ha conseguido la niñera porque Derek se ha ido. ¡Mal rollito! Callie intenta averiguar qué ha pasado pero en eso Owen las reúne para explicarles que van a entrar un montón de casos porque una señora se lanzó por un puente con sus niños en el coche, no sin antes chocar a un montón más de gente. ¡Empieza movidito el día!

Volviendo a Arizona, Amelia no puede más con la emoción de enfrentarse a un tumor de ese tamaño. Es para nosotros como llegar al jefe final de un videojuego pero sin la opción del continue. Si fallas es game over. En fin, que Amelia está ahí dándole la lata a la patinadora para que le diga cuando puede hablar con los doctores que llevan a Herman para planificar la mejor estrategia de curarla, pero la rubia le responde que eso será después de que ella encuentre el valor de decirle a la mujer toda la verdad.

Amelia: Es un gran acantilado, solo tienes que saltar.
Arizona: Me robé un montón de expedientes. He acumulado como mil violaciones a la HIPA. No es un acantilado, es prisión. Y soy muy guapa como para ir a prisión.

¿Soy la única que de repente se ha imaginado a Arizona en Litchfield? Ah… la loba Alex Vause se la comería con patatas y lo peor es que nosotras disfrutaríamos viéndolo. Luego Callie entraría en una espiral mortal de celos y utilizaría las conexiones de su padre para sacarla, no sin antes liarse con Piper y Nicky en venganza. Lo sé… lo sé… menos mal que no me encargo yo de los guiones XD.

Pero volviendo a la serie, Amelia le dice a Arizona que es imposible que Herman se enfade porque después de todo le van a salvar la vida. Me temo que estaba muy equivocada.

La doctora Herman por algún motivo misterioso ha entrado en el lugar donde Amelia y Arizona estaban estudiando su caso y ahora está totalmente fúrica con las dos. Sobre todo por aquello de que le robaron su expediente. La patinadora insiste que lo hizo porque ella no le comentaba nada y tenía que asegurarse. La cosa se pone fea, pero en eso interviene Amelia para decirle que su tumor puede ser lista pero ella es una geniecilla azul y puede vencerlo en un duelo a muerte.

Por un momento Herman parece meditarlo, pero al segundo se marcha, aún enfadada con la excusa de que tiene una cirugía. Me da a mí que mucha ilusión no le ha hecho.

Herman y Arizona tienen una operación por delante, así que se encuentran en el cuarto ese donde se desinfectan antes de entrar al quirófano y la cosa se pone tensa. Herman sigue resentida y Arizona intenta hacerle entender que tiene una esperanza en el horizonte y no está queriendo verla. Pero su maestra le contesta lo siguiente:

Hermans: Robins ¿puedes decirme cuál es el peor síntoma, el más maligno del cáncer terminal? Es la esperanza, es recurrente y vuelve una y otra vez no importa cuantas veces la destruyas. Mayo me dio esperanza en un ensayo clínico de fase tres y falló, NYU esperaba que la radiología funcionara, no funcionó. Y Barrow tenía muchas, muchas esperanzas de una potente combinación de quimioterapia y ablación. No funcionó. Y cada vez que la esperanza se va, se lleva pedazos de ti con ella, hasta que el único lugar donde puedes encontrar consuelo es en aquello con lo que sabes que puedes contar, que esta cosa va a matarte. Así que dile a Shepard que se puede guardar su esperanza para sí misma. Mejor que eso, dile que se la puede meter por el culo.

¡Auch! Parece que todo está dicho señoras. Herman no tiene ninguna intención de volver a ilusionarse.

Callie por su parte está atendiendo a un paciente al que tiene que acomodarle el hombro cuando llega April a meterle prisa porque hay muchos pacientes en urgencias esperando por sus sagradas manos. Entonces vemos esto:

Que a mí me encantó porque el dato friki de esta semana es que este es el episodio número 200 en el que aparece Calliope Iphigenia Torres y si han visto Anatomía de Grey desde el principio, seguramente recuerdan que en el primer episodio de Callie en Anatomía de Grey, la morenaza utilizó la misma técnica de distracción en George para acomodarle el hombro dislocado. ¡Me encantó que hicieran un pequeño homenaje a ese detalle!

Pero volviendo a nuestra historia, resulta que April se ha enterado en este episodio de la enfermedad que tiene su mini bebé (snifs) y está intentando meterse de lleno en el trabajo para tener un segundo de paz mental en el que no esté pensando en la terrible situación que ella y Jackson están a punto de vivir. Pero no puede evitar estar de los nervios constantemente porque toda esta situación no hace sino recordarle que su peque está en peligro de muerte.

Por esa razón, April le mete una contestación bastante fuera de tono a Callie, que en lugar de enojarse cierra la cortina y se dedica a interrogarla para ver qué demonios tienes. April intenta esquivar la situación, pero nuestra morenaza tiene claro que ahí hay gato encerrado y no piensa desistir.

Callie: No, no estás bien. Y lo sé porque yo soy la reina de desquitarme de mi mierda personal con la gente… especialmente contigo. Y se parece mucho a esto, así que ¿Qué pasa?
April: No quiero hablar de eso..
Callie: Y yo no quiero que contestes mal.
April: No puede tener un bebé.
Callie: ¿Perdona?
April: Y es lo que quieres. Todo lo que quieres es tener un bebé y querer a ese bebé y cuidar y criar a ese bebé y esta… mujer… esta mujer tira a sus bebés perfectamente sanos por un puente. ¿No te enfurece?
Callie: April…
April: Lo que digo es ¿Cómo es que no estás gritando ante lo que ha hecho? A sus hijos, a toda esta gente. ¿Cómo puede ser justo?

Dios como sufrí por April en este diálogo. Se avecinan tiempos muy negros para ella y me da mucha penita. Igual me gusta que Callie sea siempre la clase de persona que, cuando ve a alguien mal no pasa de largo, sino que se detiene a intentar ayudar. No siempre su intención es bienvenida, pero me gusta saber que es así de empática. Y por otro lado, me encanta que Callie tenga bastante claro cuales son sus defectos y no le de pena comentarlos en público, porque siempre hemos dicho que ella es incapaz de despegar su corazón de su trabajo. Tanto para lo bueno como para lo malo.

Pero vamos a intentar olvidarnos de este triste momento deleítandonos con la frase jeje. Porque a mí me ha encantado.

Arizona y Herman están en el quirófano operando a otro proyecto de pequeño humano cuando Jackson entra en quirófano para pedirle que cuando se desocupe le haga el favor de juntarse con él y April para hablar sobre su caso. Él quiere saber exactamente a lo que se enfrentan y cuales son sus oportunidades para estar preparados. Herman le dice que su alumna está muy ocupada, pero Arizona le dice que en cuanto termine se reúne con ellos y cuando se va, le explica a Herman.

Arizona: Mis amigos… son los padres del bebé con osteogénesis imperfecta.
Herman: Vaya… ya veo. ¿Tienes claro lo que has de decirles?
Arizona: Sí, lo sé.
Herman: Solo recuerda lo que te dije sobre la esperanza. No lo hagas más difícil para ellos de lo que ya es.

A Arizona esta respuesta la saca totalmente de sus casillas y decide pirarse del quirófano a la malagueña. Algo que jamás pensé que nuestra patinadora haría en su vida.

En cuanto Herman termina con la operación se va en búsqueda y captura de Arizona para ponerle los puntos sobre las íes y decirle que en la vida la vuelva a dejar en la estacada a mitad de una operación. Pero en lugar de encontrarse con la rubia sumisa de siempre se topa de frente con una leona.

Arizona: ¡Tienes una oportunidad! ¡Tienes una esperanza! Y puede que sea pequeña y que haya riesgos, pero es una oportunidad. Una oportunidad que mis amigos darían todo por tener. ¡Y tú estás ignorándola! ¡La estás desperdiciando!

La rubia se va enfadad y nosotras vemos como sus palabras afectan a Herman, porque se va al baño a llorar y ese enemigo tan grande que es la esperanza la ataca de nuevo.

Y aquí hago un pequeño inciso para comentar que por un lado me sorprendió la manera en la que Arizona está enfocando todo esto, porque después de como vivió lo de su pierna y la depresión que vino después pensé que sería muy fácil para ella entender la situación que está viviendo Herman. Ella sabe lo que es perder después de una falsa esperanza (no por nada el tema pierna aún sale a colación). Así que por ese lado me sorprendió que se sintiera tan enfadada por la decisión de Herman de no volver a entrar en esa dinámica.

Igual al mismo tiempo creo que esto nos habla del crecimiento que está teniendo Arizona y de como cada vez más se da cuenta de la suerte que tiene de estar viva. Y le enfada muchísimo que alguien quiera tirar a la basura esa oportunidad. Aunque irónicamente, en su momento, ella misma estuvo en esa posición.

Al final, Herman se decide y le pide a Amelia y a Arizona que le expliquen cuales son sus ideas. Así que dicho y hecho, Amelia le explica que su plan consiste en abrirla y destrozar el tumor a tope, con toda herramienta habida y por haber para que no vuelva a salirle. Owen, a quien tuvieron que consultar, da su visto bueno para hacer la operación.

Herman sabe que tiene tres opciones: se queda en la mesa de operaciones, sale pero sin su cerebro tal cual o la última y más improbable todo sale bien. Así que decide que quiere esperar hasta el último de los momentos para operarse.

Amelia le dice que eso es una locura total y que podría terminar muerta, pero Herman ya está decidida. Disfrutará de la vida lo más que pueda y conseguirá enseñarle a Arizona lo más posible. Y cuando el tumor esté a punto de ser inoperable, se pondrá en las manos de la pequeña Shepard y que sea lo que las diosas quieran.

Y así lesbicanarias terminó este episodio de Anatomía de Grey. ¿Cómo ven la vida de Callie y Arizona por separado? Yo sinceramente las extraño mucho (sobre todo a Callie porque casi que no ha salido), pero me gusta que les estén dando más historias y verlas crecer de manera personal. Sigo esperanzada en que, mientras más crezcan por separado, más cerca están de volver a estar juntas en una relación mucho mejor y más estable que la que han tenido nunca.

Así que las dejo con dos preguntas. Si estuvieran en el lugar de Herman ¿qué harían? Y ¿son como Callie y sus problemas personales afectan su trabajo o son capaces de dividir?