Celia y Petra resumen 7 de Seis Hermanas

Ayer estaba viendo de fondo en casa Seis Hermanas y casi me caigo de la emoción y al mismo tiempo de miedo cuando escuchaba que Celia cogía todo el valor que tenía y se le declaraba a su amiga. Y es que claro, las dos no estaban pasando por el mejor momento y entre consuelo y consuelo nuestras Silva se emocionó por un momento, (momento en el que yo le gritaba como loca a la pantalla del televisor que se callará y no dijera nada) pero de nada sirvieron mis gritos porque Celia se lanzó hasta el fondo con Petra. Pero para llegar a eso hay que saber los acontecimientos previos para ponernos mejor en situación. Así que voy un poco por orden para contaros bien el antes, el durante y el después.

En los episodios anteriores no hemos visto demasiado a nuestra pareja junta. Que se van apoyando mutuamente y tal, pero claro, ahora Petra trabaja de más en la fábrica desde que han cambiado de dueño. Además que son tres bocas que alimentar debido a que tiene a su madre también en casa y claro, no dan abasto, sobre todo si tienes una madre como la que ella, ya que todas sabemos que es una mala pécora que está en la casa por el interés y que no hace otra cosa que insultar tanto al padre y la hija cuando Petra no está, pero claro, ella solo tiene en la cabeza que su madre está ahí con ella y no ve lo falsa que es la señora porque con ella hace el papel de su vida.

Así que todo empieza cuando se mete en cierto lio, ya que por falta de dinero, nuestra Petra va a pedir trabajo como planchadora en La Villa de París, una tienda de ropa de gente pudiente. Al ser aceptada, solo tiene que coger las prendas y llevarlas a casa para tenerlas planchadas al día siguiente. Pues a causa de la falta de tiempo, su madre (de mala gana) y haciendo más papel que otra cosa se ofrece a ayudarla y solo consigue dejarla mal. Porque la pobre chica las devuelve confiada y el jefe le dice que nada de lo que ha traído está bien planchado y además que faltan dos prendas. Ya nos ponemos en lo peor, así que después de pasar la vergüenza y disculparse va a casa para pedirle explicaciones a su madre, pero ésta se hace la tonta con el asunto y le devuelve las dos prendas, diciéndole que sin querer se las ha dejado en casa, porque claro, su padre la distrae tanto… que cara tiene esta mujer. Su hija de todas formas le dice que no va a aceptar más encargos porque no quiere pasar el mal rato otra vez y aunque su madre le insiste en que esta vez prestará más atención, a Petra no le convence y sigue con su negativa.

Por otro lado tenemos a las hermanas Silva que están pensando como hacer ver a todo el mundo que su padre ha muerto en alguna catástrofe. Porque ya sabemos que si no dan a su padre por muerto, no pueden heredar. Así que Celia encuentra en el periódico un artículo donde un barco se ha hundido con muchos pasajeros en américa y al momento sabe que esa puede ser la noticia que estaba esperando, porque todo el mundo sabe que su padre está en américa, bueno eso piensan, porque la verdad es que está enterrado con otro nombre en un pueblo cercano. Así que las hermanas empiezan a montar su teatro. Se visten de negro y preparan el funeral, como si todo lo que pasará fuera real. Al primer sitio que va la Celia totalmente de negro es a casa de su amiga, ya que se lo quiere decir a Benjamin directamente porque sabe la amistad que tenía con fallecido. Como no, allí también se encuentra su enamorada que le da un abrazo.

Más tarde ese mismo día vemos a Celia en su habitación muy pensativa hasta que llaman a la puerta. Es Petra, que aunque sea ya de noche se presenta allí para decirle que ella que se supone que es su mejor amiga no ha estado a su lado en un día tan difícil para la Silva. Petra se siente culpable por no haber estado ese día a su lado, porque sabe que la Silva siempre ha estado en sus momentos difíciles. Entonces esta última empieza a sentirse un poco mal porque sabe que todo es un paripé y que su padre murió hace tiempo y de hecho está a nada de cascarlo, pero al final regula y sigue con la mentira. Aishhh como se cuidan la una a la otra, son de una monería…

Y mientras Celia está viviendo la despedida de su padre junto a sus hermanas como en su día no pudo. Petra vivirá uno de sus momentos más amargos y de su vida y es que la caradura de su madre va a la Villa de Paris y le dice al dueño que le dé más vestidos para planchar, que en eso quedo con su hija, cuando la Fuentes le había dicho que no iban a aceptar más el trabajo de planchadora. Pero tan convincente es la madre que termina llevándose un canasto de prendas para plancharlas, pero eso no es lo peor, sino que lo siguiente que vemos es a esa pécora llevándose todo lo que puede de la casa, tanto dinero como objetos para volver a irse. Y aunque su padre intenta impedirlo al final la mujer se termina yendo, con cosas de la casa más todos los vestidos caros que se llevó para planchar. Cuando su hija se entera intenta encontrar una explicación a todo, pero se le quita la venda de los ojos cuando se entera la tremenda deuda que le ha dejado con los vestidos. Así que ya sabemos cual es su siguiente parada para desahogarse:

Aishhhhh como vemos, Celia es un amor. La pobre quiere ayudarle a pagar los vestidos con lo que consigan trabajando y también le dice que la acompañará a hablar con Germán, el señor de la tienda de los vestidos. Y allí que se presentan las dos a hablar con mi tocaya Carolina, la mujer del dueño, que esa sí que es un hueso duro de roer. Pero gracias a la Silva, llegan a un acuerdo. Plancharan toda la ropa del negocio hasta que la deuda esté saldada. Así que la dueña le da mil ropa que tiene que estar planchada para mañana. Petra ya se ve sin dormir toda la noche pero Celia le dice que por supuesto, ella la ayudará aunque no duerman ninguna de las dos. ¡Cuánto amor lesbicanario! La Fuentes le da las gracias por haberla acompañado, ya que ella no hubiera sido capaz de ir sola, la enamorada le responde (a su pesar) que para eso están las amigas.

Así que esa noche se presenta Celia en casa de Petra que está muy estresada con todo lo que tiene por delante y no le niega la ayuda porque está desbordada, como ella misma dice: “¿Qué haría yo sin ti?” , cuando la verdadera frase aquí sería: “Lo que haría yo contigo…”. El caso es que empiezan la faena y la noche va pasando y a ambas les da el bajón al hablar de sus padres:

Petra: ¿Estás bien?
Celia: No pasa nada… Lo siento mucho Petra, te prometo que había venido a ayudarte y no hago más que darte problemas.
Petra: ¿Pero que problemas vas a dar tú? Anda, desahógate, te vas a sentir mucho mejor.
Celia: No sé si debería haber venido, así no te sirvo de mucha ayuda.
Petra: ¿Y dónde estarás mejor que aquí? Y además, ¿quién te entiende mejor que yo?
Celia: Nadie.
Petra: Si es que es mi mejor amiga.
Celia: Y tú lo eres todo para mí. No me imagino mi vida sin ti.
Petra: Que bonito, como se nota que escribes.
Celia: Pero si es verdad Petra. No paro de pensar en ti y cuando no estoy contigo rezo para que las horas pasen más deprisa y pueda volver a verte…

MADRE-DEL-AMOR-HERMOSO casi me caigo de culo en el sofá. Una parte de mi estaba muy contenta pero otra tenía mucho miedo por la posible reacción de su amiga. Y efectivamente, aquí empieza el drama porque Petra empieza a alucinar en colores. Le dice que la veía como una hermana y no sabe como se atreve a hacerle eso. Vamos que al final termina echándola de la casa.

A la mañana siguiente vemos a una Celia destruida en su cuarto. Aparece Francisca, su hermana favorita acudiendo a su llamada. Le cuenta que ha pasado una línea que nunca debió atravesar. La otra se pone tensa porque ya sabe a lo que se está refiriendo, pero Celia le responde que no lo pudo evitar, que fue un impulso y beso a su amiga. Su hermana le dice que es normal que Petra haya reaccionado así, que no es natural lo que ella siente pero aun así le promete que saldrán de esta y que ella estará a su lado. Me parte el corazón ver a nuestra Silva tan hundida en la pena.

En la fábrica, Miguel ve a Petra muy pensativa y le pregunta los motivos. Ella entonces le cuenta lo del beso de su amiga (como que no me gustó un pelo, porque no es necesario que lo vaya diciendo, y menos a su ex novio). El chico se enfurece mucho y comprende muchas cosas. Le dice que solo la utilizó para estar cerca de ella porque eso es lo que buscaba y envenena más si cabe a Petra. Ella le dice que lo que tiene claro es que no quiere volver a verla nunca. Me da mucha rabia la escena por la manera en que la Fuentes habla de Celia, con un poco de desprecio. No cal señora, que se exprese de esa manera que nos haces sufrir de sobremanera y ya bastante llevamos encima.

Para rematar la faena, en la puerta de casa, van a entrar Celia, su hermana Adela y su ama de llaves cuando se encuentran a Miguel muy borracho que se dirige a ellas. El idiota empieza a insultarla diciéndole que si está enferma, que si es una depravada y muchas más cosas de esta índole. Así que dice delante de las otras dos que Celia ha besado a Petra, que se atreva a negarlo si tiene la cara y claro, ella no es capaz. Así que antes del marcharse el tontaina le dice que se aleje de Petra y no se le acerque y cuando su hermana le pregunta por el tema, ella sale corriendo y llorando, al no poder desmentirlo.

Y así termina todo, un drama de magnitudes épicas. Por una parte estoy decepcionada de la reacción de Petra, que tampoco la culpo por la época y demás, pero no puedo dejar de pensar en lo que se le puede venir a la más dulce de las Silvas encima. ¿Cómo habéis vivido el beso entre Celia y Petra? ¿Veis como al final la paciencia da sus frutos televisivos? Espero ansiosas vuestros comentarios de este episodio de Seis Hermana.

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