Esta batalla comenzó cuando una exnovia (solo he tenido una #lol) pasó de ser bisexual a pansexual, la diferencia hizo un ruido interesante, en lo personal me encanta cómo evolucionan las etiquetas, así la diversidad sexual se enriquece con las pequeñas diferencias. Aunque somos unas liosas y nos revolvemos mucho entre cada cosa, no importa, estamos para explicarlo en Lesbicanarias.

Si definimos, bisexual significa que te gustan hombres y mujeres, así, simple como suena; mientras pansexual se define como sentir atracción de hombres, mujeres, intersexuales, chicxs trans, queer y demás neo-géneros, es interesante comprenderle como gender blind, o sea, no ven el género, eso no les interesa mientras sientan atracción romántica o sexual por alguien.

Por supuesto, la pansexualidad es mucho (realmente mucho) más abierta y entretenida, una orientación libre de prejuicios porque solo ven personas. La verdad suena muy divertido, quizá todas y todos deberíamos experimentarlo, evitaríamos eso de los comentarios discriminatorios entre la comunidad LGBTQ+ (xyz) y sobre todo veríamos a la gente por lo que es, aunque si lo pensamos mejor, siempre habrá algo que nos pondrá a pelear… porque seres humanos, tercos y aferrados por las guerras y el poder.

La sombrilla de la diversidad ha puesto tantos nombres que ya ni sabemos donde pararnos, para otras chicas llamarse pancito-sexual es como ser “sin etiquetas”, situación interesante es como vivir sin conflictos ni complicaciones, bajo todas estas distinciones y pluralidad humana solo hay un problema real: la sociedad heteronormada, conservadora y binaria.

Podríamos ser bisexuales, lesbianas, pansexuales, asexuales o lo que sea, el detalle es que socialmente construimos “dos géneros”, así entre comillas porque ya ni lo femenino ni lo masculino son absolutos, no hay dos polos, no hay blanco y negro… hay muchas más tonalidades que las personas conservadoras o de mente cerrada no comprenden.

Ser bi o ser pan, ser orgullosamente lesbicanaria, son títulos llamativos para la gente que no distingue colores. Bien o mal, nosotras que tenemos un albergue en la diversidad sexual, vamos aprendiendo de nuestra propia realidad, vamos entendiendo nuevas cosas y de verdad, sitios como este y muchos otros nos dan herramientas para ir derribando paradigmas.

Y al final de cuentas ¿Qué funciona mejor para ti? Esa es la única pregunta que debemos hacernos, sin importar la respuesta, eres un ser humano, te respetamos y queremos tal cual eres. Sí, también respeto a mi ex, así avanzamos todas juntas a la sana convivencia.