La comunidad LGBTI en México se encuentra en una lucha constante, sin embargo desde el pasado 17 de mayo dadas las iniciativas del Presidente Enrique Peña Nieto, esto parece una guerra que no tiene fin. Toquemos las iniciativas de una forma simple:

  1. Asegurar el matrimonio igualitario y adopción.
  2. Modificar el lenguaje que pueda ser discriminatorio en la Constitución.
  3. Reconocimiento de la identidad de género, completamente.

Por estos simples tres puntos la sociedad conservadora está vuelta loca, tanto que a partir de esa fecha se creó el llamado Frente Nacional x la Familia, la cual defiende a capa y espada la «familia natural», compuesta por mamá, papá e hijos, invalidando así la diversidad de familias que pueden ser una madre o un padre solteros o viudos, hermanos en orfandad, la familia que una elige y cualquier otra. Su movilización en cada estado del país es el 10 de septiembre, su marcha se espera masiva y nosotros esperamos que no se les haga.

Esta es su publicidad engañosa.

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Algunos de los puntos defendidos por el Frente Nazi-onal x la Familia son:

  • Invalidación de la identidad de género. Para ellos las niñas son niñas y los niños son niños, partiendo desde la «biología» y una idea binaria donde somos diferentes porque nuestros cuerpos lo son.
  • El matrimonio entre personas del mismo sexo atenta a la «naturalidad» de la familia. El matrimonio para ellos es solo entre hombre y mujer.
  • Nada de educación sexual, ni de aborto, mucho menos transmitir mensajes sobre lo LGBTI y la diversidad en las escuelas.

Sí, México se acaba de regresar como un siglo en cuanto a educación y apertura social. Muchas y muchos hemos pasado de la indignación a la risa sarcástica porque resulta increíble como se presentan sus mensajes, donde el «defender a la familia» es el objetivo mientras que en el discurso es un odio y discriminación directamente para la comunidad LGBTI.

Caótico y fatalista, su propaganda está orientada a enardecer a la sociedad.

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Quisiéramos decirles, lesbicanarias, que la historia tiene fin ahí pero no. Desgraciadamente todo esto tiene un trasfondo religioso pues la iglesia católica y cristiana se ha unido a este frente y presta sus espacios para hacer «campañas de concientización» sobre la amenaza social que representan las iniciativas del Presidente. Además de ser auspiciados por la misma iglesia hay partidos de ultraderecha y empresarios que también aportan o se relacionan directamente.

Junto con este frente se creó el Consejo Mexicano de la Familia, el cual está liderado por Juan Dabdoub quien ha dado declaraciones escandalosas donde denota su LGBTI-fobia, su falta de sensibilidad en los temas, misoginia y vínculo con la religión; por cierto, también han propuesto unas «iniciativas» al Congreso para «cuidar» a la familia. Les compartimos un gran debate transmitido en TV mexicana:

Sobre el matrimonio igualitario se tiene una lucha casi ganada, desde 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya declaró inconstitucional prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo, para casarse se mete un amparo el cual procede casi siempre a favor. Sus frentes y asociaciones desean deterlo pero ya nos estamos casando, nos hemos juntado, vivido en unión libre y hemos tenido hijos a nuestra forma, nada nos detiene y mucho menos esto.

La diversidad sexual en México y muchas personas que sí piensan exigimos la LAICIDAD, evitar la desinformación sobre el tema en iglesias es obligatorio y debería ser penado por la ley. Religión y estado no van juntos, aunque históricamente siempre están de metiches para seguir haciendo la «ley de dios».

Estamos en alerta, se confía que el dictamen de las iniciativas sea favorable y esperamos que la Cámara de Diputados vote a favor de él. Tanto mensaje de odio y la discriminación que estamos viviendo es un vomitivo social, y no se nos pasará la nausea ni el mal sabor de boca. Envíen sus buenas vibras lesbicanarias, sus lenchas mexicanas las necesitamos.