lesbicanarias-1

Por ahí dicen que soy buena para escribir cartas, espero que tengan razón porque aunque no deseo convencerte ni conmover tu corazón, quiero dejarte muy clara una cosa: existo, yo existí.

Ha pasado tanto tiempo desde el primer «hola» que hoy no significa nada. Soy la chica tímida quien te habla desde las sombras esperando algún día ilumines la habitación y te des cuenta que siempre he estado ahí. Me sé muchos de tus problemas y me llevo genial con tus demonios, sé que bebes alcohol por hobbie y escribes por ansiedad. Leerás esto con interés y seguro dirás «debiste decirlo antes» pero sin estas palabras no entenderás lo que quiero de ti y de mí.

Renuncio a estar aquí siendo una amiga más, no más agradecimientos por mi preocupación, por mi interés o mi cariño, olvídate de «no querer arruinar» lo que «tenemos», quizá tener nada contigo sea mejor que esto. Realmente renuncio a la distancia que nos separa, y no me refiero a los kilómetros que tenemos de diferencia sino a ese esfuerzo tuyo a llamar a este sentimiento que, como yo, existe.

Te han roto el corazón tantas veces de las posibles que a veces solo lloras conmigo, odio verte llorar, no soy tu salvadora, no lo quiero hacer; me he encargado de mis propias heridas y reconozco que es mejor cuidarse sola. Tú siempre estás molesta o triste, todo te genera conflicto. Yo solo te hago reír, quiero que por momentos olvides que odias a todo el mundo, incluida tú misma.

Pienso en ti, creo en ti, eres una persona maravillosa y ni lo ves, siempre lo digo, esta sombra ha estado orgullosa de tus logros por pequeños o enormes que son, cada avance es algo. Tienes una gran chispa, también una gran sonrisa que podría detener el mundo y lo harían solo para contemplarla. Si pudieras verte a ti misma desde mis ojos podrías entenderlo un poco.

No pienso disculparme, de veras que necesito entiendas mi sentir y aunque te parezca extraño me despido, presumo conocerte tan bien y lo sé, solo quieres alguien que te haga sentir bien, así sea yo o cualquiera. Para ti he sido una llama encendida que se ahogará en cualquier momento, por ti o por mí, aún no sé quien declarará su derrota. Seguiré despertando sola, sin el mensaje de buenos días porque siempre olvidas hacerlo, dejaremos de enviar mensajes y haremos de trecientos kilómetros de distancia un mundo de ausencias.