Historia de Mujer es un pequeño libro que contiene cuatro relatos: Muñeca de porcelana I, Muñeca de porcelana II, El bar y Cordura.
Los dos primeros representan dos puntos de vista diferentes de la misma triste, pero hermosa, historia. Momento a momento, idéntica situación pero desde la óptica opuesta, se desgrana una narración cuyo espacio temporal es de apenas un rato, en la habitación de un hospital. Por eso ambos relatos se complementan, con un trasfondo de amor inmenso, dispuesto al sacrificio por la persona amada (y eso por ambas partes). Es una historia que no deja indiferente, muy dulce, tierna, y también desoladora.
“El Bar”, o la fascinación que ejerce el relato de su protagonista sobre un grupo de parroquianos en un bar. Cristina, que así se llama, está pasada de tequilas y, como tantos desesperados acodados a una barra, se lanza a contar su desventura. El mal que la aqueja es de amores: ella, comprometida con su novio, se acaba de enamorar de una chica. La narración, seguida con avidez por la audiencia masculina presente en el local, cuenta un atropellado y sorpresivo encuentro, que parece escrito en su destino. Pero no sólo asistiremos al desarrollo de la historia, también a su desenlace.
Por último, “Cordura” es el encuentro con una chica de pocas palabras, pero sumamente apasionada. Un relato muy ardiente, con dosis importantes de sexo (sobre todo teniendo en cuenta su pequeña extensión). Y es que, como dicen ambos personajes: “A veces no hay que hablar para hacerse entender”.
Como breve es el libro, breve es también la reseña. Son cuatro relatos con historias emocionantes (sobre todo las dos primeras que, como ya avanzamos, son complementarias entre sí), tramas que interesan y que avanzan con buen ritmo.
Se lee con interés y fluidez. Recomendable para un ratito de buena lectura. Que lo disfrutéis, si os apetece.
