Una de las primeras cosas que aprendí cuando me mudé a España es a amar Eurovision. Si no son Españolas o viven en Europa a lo mejor no tienen muy clara de que va la cosa, pero es un evento muy bonito y divertido. Todos los países en Europa y uno que otro invitado envían a un cantante o grupo de cantantes a participar representando al país con una canción original. Se transmite por televisión en todos esos países y todo el mundo vota. El país que consigue más votos en total se lleva el premio. ¡Es super divertido de ver!

En mi casa, lo solemos ver todos los años con libreta en mano para ir calificando a los participantes y tratar de adivinar quién va a ganar ese año. Además de ir comentando en redes sociales y salseando con el festival. ¡Es como una tradición en España! Además el festival siempre se ha caracterizado por ser muy de gente LGBTQ, no me pregunten por qué pero a muchas de las que pululamos por el clan lesbicanario nos encanta y todos los años se tiñe de colores y ha habido historias muy bonitas de diversidad en el festival.

Como cuando Israel ganó en 1998 con la canción Diva, fue un momento super importante porque fue cantada por Dana International una mujer transexual que tuvo muchos problemas para participar porque los Judios Ortodoxos y otros conservadores intentaron boicotear su participación. Esto fue lo que dijo en el momento de su victoria:

Mi victoria prueba que Dios está de mi lado. Quiero mandarle a mis críticos un mensaje de perdón y decirles: traten de aceptarme a mí y a la vida que llevo. Yo soy quién soy y eso no significa que no crea en Dios y soy parte de la nación judía.

Su sencillo «Diva» se convirtió en un hitazo en toda Europa ¡yo ni si quiera vivía aquí en ese entonces y me sé la canción porque ha perdurado en el tiempo!

Un ejemplo más reciente lo tuvimos cuando Conchita Ganó en el 2014. En fin que, Eurovisión siempre se ha sido parte de la cultura LGBT en Europa y hasta ahora el amor era mutuo. Pero algo muy raro ha pasado esta semana porque la organización ha prohibido las banderas LGBT en la segunda semifinal de Eurovision.

La prohibición de banderas LGBT en Eurovisión

Las noticias, como todo en estos tiempos empezaron a correr en Twitter donde los usuarios empezaron a quejarse de que les estaban recogiendo todo el material de colores en la entrada.

El motivo no lo sabe nadie con seguridad, porque el festival no se ha pronunciado al respecto hasta ahora, pero el hecho de que en esa semifinal participara Rusia ha hecho que muchos levantemos la ceja. Y es que como es bien conocido, en Rusia aprobó hace unos años una ley contra la propaganda gay que impide mostrar contenido LGBT en los medios de comunicación. Y es bastante raro que en otros días y semifinales hayan podido pasar las banderas y justo en esta ocasión hayan decidido quitarlas.

No es la única controversia alrededor del festival y la comunidad LGBT. Este año Irlanda lleva una canción que se llama «Toguether» (Juntos). En la puesta en escena participan dos bailarines que interpretan una pareja y en China se ha censurado su actuación porque el gobierno ha pasado una ley que prohibe que se muestren parejas del mismo sexo en televisión y radio.. ¡Madre mía! ¡Cómo estamos y eso que ya es el 2018! En fin que al final el festival decidió no permitir que la cadena emita la final del festival porque no se aliena con los principios de inclusión del festival.

La reacción de los fans a la prohibición de banderas LGBT en Eurovisión

En fin que ha sido una semanita rara para los fanáticos LGBT de Eurovisión. Y podría parecer que todo fue malo, pero cuando las cosas se ponen feas hay que luchar y eso mismo fue lo que hiczo un montón de gente en las semifinales de Eurovisión cuando se enteraron por otros participantes de que se estaban censurando los símbolos LGBT a la entrada.

¿Que no quieres que pasemos ninguna bandera del arcoiris porque puede herir las sensibilidades de algunos? ¡Pues todos sacamos nuestros teléfonos con la bandera LGBT bien en alto y a ver con qué excusa nos los quitas!

¡Me ha parecido genial! Y en lo que esperamos a que el festival nos de explicaciones y tome cartas en el asunto, al menos sabemos que la gente que vive Eurovision es tolerante y no va a permitir que la bandera de arcoiris desaparezca.

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