Este post me ha nacido porque GLAAD acaba de lanzar nuevos anuncios para su campaña «Be an Ally, Be a Friend» y quería informarles al respecto, pero mientras pensaba en escribir me dí cuenta de la increíble oportunidad que tenía en las manos para darle las gracias a mis aliados personales por apoyarme siempre. Así que aparte de ser un post informativo también es un precioso espacio para compartir y agradecer con esas personas que son heterosexuales pero que siempre han estado ahí para tendernos una mano en esos momentos en los que todo el mundo te daba la espalda.

La Campaña «Be an Ally, Be a Friend» de GLAAD tiene como objetivo acercar la realidad homosexual a la gente heterosexual para invitarles a ser nuestros aliados. Y es que ¿quién no necesitó un buen amigo para apoyarle al salir del armario? El vídeo que pueden ver arriba forma parte de la nueva camada de anuncios que van a salir en estos días. En este en particular han participado Jerry O’Connell (Ugly Betty), T.R. Knight (Anatomía de Grey), Marlee Matlin (The L Word), John Amaechi (ex jugador de la NBA), Martina Navratilova (tenista) y Rachel Griffiths (A dos metros bajo tierra); pero pronto podremos ver también a Shaun Robinson (Access Hollywood), Lance Bass (‘N Sync) y Sara Ramirez (Anatomía de Grey). Abajo les he puesto un vídeo de la campaña que hace tiempo hicieron los chicos de South of Nowhere para la misma campaña.

Y ahora paso a mi homenaje particular a mis aliados. En mi vida ha pasado mucha gente gay que se ha convertido incluso en algo más que amigos, son como mi familia. Pero también tengo 3 aliados muy importantes que son heterosexuales y que han estado antes que nadie apoyándome y haciéndome la vida más fácil con su afecto, sus palabras y su comprensión.

La primera se llama Michelle, es mi hermana pequeña y aún recuerdo sus palabras en uno de los días más difíciles de mi vida. Alguien de mi familia descubrió que era lesbiana y me amenazo con decírselo a mis padres, me dio un par de días para hacerlo por mi misma o ella lo haría por mí.

Yo tenía 19 años y estaba a punto de morirme, solo tenía ganas de salir corriendo y pensé: «lo mejor será contárselo a mis hermanas porque la cosa se va a poner fea». Así que se los conté casi llorando a mi hermana de 14 años que se asusto tanto como yo, no por lo que yo era sino porque tenía miedo por mi; pero aunque ella no lo supiera me dijo algo muy lindo que en ese momento fue muy importante para mi. Me dijo que no importaba lo que pasara ella me quería, que yo era su hermana y que me iba apoyar.

Es la chica que se ha pasado semanas enteras trabajando horas extras mientras estudiaba para venir a mi boda (y aunque por problemas personales no podrá asistir) el mero hecho de que se haya esforzado tanto y exentara todas sus materias para poder faltar una semana y estar aquí es invaluable para mí. También es la loca que se tiró horas conmigo viendo la cuarta temporada de The L Word y me ayudo con la crítica de Puccini for Begginers por puro amor al arte.

La segunda se llama Patricia y también es mi hermana (que quieren si es que tengo una familia que es genial), fue la primera persona con la que salí del armario, para ser sincera fue la primera persona que se dio cuenta y me dijo: «mmm tu eres gay» jajaja, fue muy gracioso porque me hizo sentir genial, pensaba que sería un momento terrible y ahí estaba mi hermana quitándole hierro al asunto.

Es la persona que más se preocupa por este aspecto de mi vida, siempre me hace preguntas e incluso se pasa por mi blog para dejarme comentarios preciosos y sacarme una sonrisa. Ella es quien más me apoyo cuando mis padres no se tomaron bien las cosas, fue mi bastión en el que puedo decir ha sido el peor momento de mi vida. Y aún ahora siempre esta pendiente de mí y de como me sienta. Es una persona muy sensible y cariñosa que se apunto conmigo en la travesía de conocerme a mi misma, a través del tiempo he llegado a apreciar en gran medida esa valentía que tuvo al lanzarse en picado conmigo solo porque me quería y sin importarle lo que pudiera pasar. Le hecho muchísimo de menos.

El tercero se llama Sergio y es mi cuñado (lo dicho, todo queda en familia), desde que empezó a salir con mi hermana hicimos migas y a medida que lo conozco más me doy cuenta de que tengo mucha suerte de contar con alguien como él a mi lado. Siempre que me he sentido agobiada por las circunstancias ha estado ahí para mi, me ha visto llorar varias veces y como un ángel siempre sabe que decir para hacerme sentir mejor.

Tenemos los mismos gustos por las chicas (excepto mi hermana claro esta jejeje) y siempre nos estamos peleando por Lorelai Gilmore. Y quizá lo que me gusta más de él es que puedo ser yo misma sin ningún complejo. Me hace sentir muy cómoda y siempre nos estamos riendo. Se ha visto más pelis lesbicas conmigo que la mayoría de mis amigas y esta vez que estuve en México y no tenía coche para moverme no solamente me llevó a visitar a mis amigas sino que nos invito a café a todas y ahí estuvimos los cuatro cotorreando en lo que mi hermana salía del trabajo y nos íbamos todos al cine.

Para mi es muy especial ver a alguien de mi familia compartiendo con mis amigos gays como si fuera uno más. Si es que hasta le nombramos «lesbiana honoraria» y pude morir de risa cuando le salió del armario a mi hermana diciendo: «Paty, tengo que confesarte algo, soy lesbiana me gustan las mujeres» jejejeje.

Estas tres personas forman gran parte de lo que soy. Si no estuvieran a mi lado no sé que sería de mi. Así que aprovecho este post para decirles que los quiero y que aprecio muchísimo todo lo que hacen por mi, que aunque parezca que es su obligación por ser familia no lo es, y hay muchos ejemplos por ahí para demostrarlo.

En fin que me haría mucha ilusión que este post se llenara de comentarios de agradecimiento a sus propios aliados, sería muy bonito, como una cascada de refrescante ilusión en medio de un mundo lleno de cosas malas.

Vía PinkNews