YoLesbicanaria

Mi estimadísima Angelina…

¿Cómo estás? ¿Qué tal tus pequeñuelos? ¿Y Brad qué se cuenta?

Supongo que te estarás preguntando, en este mismo momento, quién es la pirada que te escribe una carta así como si tal cosa y te tutea sin ningún miramiento. Pues bien… lo correcto en esta ocasión, como siempre que una se dirige a una celebridad de talla internacional, es explicarse.

Yo me llamo Eidel y hace poco más de un año me subí a un avión en España, donde nací, y me vine ni corta ni perezosa a Durango, México, a vivir con mi nena. Poco me iba yo a imaginar cuando crucé la puerta de casa que íbamos a ser tres. Y por eso te tuteo, Angelina, porque lo creas o no… vivimos juntas.

Debo decir que me pilló muy de sorpresa. Yo sabía que mi novia te admira, claro… ¡¡Quién no!! Largo y tendido hemos pasado ella y yo noches en vela examinando con lupa cada una de tus virtudes, tanto exteriores como interiores, y daba por sentado que tú, como tema de conversación, surgirías a menudo. Pero así en confianza te digo… eso de que hayas ocupado un cómodo e inamovible puesto en la cabecita de mi novia ya es otro cantar.

Lo nuestro, como trío, está bien… Chica, eres un bombón, para qué negarlo, y tienes un talentazo. Todo lo que haces, lo bordas. Ninguna lesbiana que se precie de serlo te puede olvidar en “Gia” (esa sesión de fotos con Elizabeth Mitchell es una delicia) y quédecir de nuestra amantísima Lara Croft, cuyo pechamen nos hipnotizó, corre que te corre, escapando de no sé qué explosión… Un partido de tenis parecía aquello, vamos, que hasta tortícolis me dio. En “Sr. y Sra. Smith” no sé qué te hicieron, pero estabas para comerte… Ah, y no olvidemos ese papelón en “Girl, interrupted”, donde literalmente borraste del mapa a Winona. Sólo se te veía a ti en la pantalla.

Yo particularmente creo que he actuado tres veces en toda mi vida. A los 4 ó 5 años hice de pitufo y ni siquiera tenía diálogos (aquello iba de bailar y poco más). Luego hice de lobo para la escuela en una especie de fábula con una trama impresionante, verás… Había un cangrejo con dolor de cabeza y los demás animales íbamos llegando a armar jaleo con nuestros diversos berridos (mi auuuuuuuu auuuuuuuuu fue difícil de superar). Al final el cangrejo se cura y bailamos (otra vez). Mi último papel fue la apoteosis: yo era pastorcita en un belén viviente y tenía que ofrecerle al niño Jesús una cesta de naranjas. Fui la sensación del momento, pero no por mis dotes interpretativas, no… sino porque me tropecé al entrar al escenario y regué todo el portal de Belén de cítricos.

En ese momento me di cuenta de que nunca tendría un Oscar, así que renuncié a ser actriz.

Pero volviendo a tus talentos, que ya de por sí te harían un dolor en el trasero para cualquiera, resulta que además en lo privado, chica… ¡no te quedas atrás! Empiezas con el tipo aquel que estabas casada, el tal Billy Bob, y que si llevas su sangre en un botecito al cuello y que si te gusta “jugar” con cuchillos y que tú ya sabes lo que es estar con una mujer, por no mencionar tu estupenda colección de tatuajes… Vamos, que no sé yo si lo sabrás, pero eso morbo da… Y luego hala, te viene la fama así de sopetón y mire una a donde mire, ahí hay una foto tuya o algo… Y para rizar el rizo vas y te casas con el tipo más deseado del planeta. La pareja perfecta.

¡Y a adoptar niños de países pobretones y cochambrosos! Vuestras fotos de familia parecen obra del mejor pintor. Ya eres la Madre Teresa del siglo XXI. Y no lo dejas ahí, sino que encima te manifiestas en contra de la administración Bush y dices algo así como que no te vas a casar hasta que todo el mundo tenga derecho a hacerlo y que no quieres que tu último churumbel nazca en suelo norteamericano. ¡Toma ya! De un plumazo eres guapa, inteligente y solidaria, y has puesto de tu lado a todo hombre y mujer homosexual del mundo mundial. Hasta yo aplaudí cuando te escuché por la tele… Vamos, que casi se me saltan las lágrimas.

Comprende por ello, Angelina, el motivo de mi carta. Eres invencible, ¡eres perfecta! Y claro, para mi desgracia, aquí en casa eres incorpórea, así que no puedo saber cuándo mi novia te está viendo a ti en vez de a mí… con esos morros que tienes de ventosa de calamar… y ese cuerpo… ese pelazo al viento… esos ojos que parece que dicen “ven aquí que te como”…

Que no es que yo sea un esperpento, no. Hombre, mal mal, lo que se dice mal tampoco estoy. Incluso creo que soy más alta que tú… Pero para de contar. Por lo demás, las comparaciones son odiosas, más que nada porque a ti nadie te gana.

En fin… para no alargarme más te diré que está bien, lo acepto, estás ahí y no te vas a ir. Pero por el bien de nuestra convivencia te pido sólo una cosa:

Porfa porfa porfa… cuando la cosa se ponga sensual entre mi nena y yo… ¡vete a dormir al sofá!

Con todo mi cariño te mando un besito… casto, eso sí.

Eidel

avatareidel.jpgEidel es Licenciada en periodismo y actualmente esta estudiando la carrera de Psicología. Aparte de hacer algunos de los mejores comentarios que existen en este blog es una gran amiga e interesantisima persona con la que pasar una buena tarde platicando. Si quieren comunicarse con ella pueden hacerlo mediante los comentarios que ella estará revisando personalmente y si les gustó este post prepárense porque pronto verán una pequeña sorpresa suya por aquí.