Querido diario, llevo uno de los fines de semana más divertidos de mi vida. El sábado fue el cumple de Enny y nos lo hemos pasado super bien, le hemos regalado, un reloj blanco, un Wall-E que habla (creo que esto fue lo que más le gusto jaja) y una taza y un llavero del mismo personaje. Un maletín, un reloj negro (no se nota que le gustan mucho ni nada), una bolsa, unas gafas y una blusa (no se puede quejar) y mis padres y Ainhoa (mi sobri) le han cantado las mañanitas y casi se le salen las lágrimas.

Fuimos todos a comer a un restaurante llamado Sal y Mar y no veas que cotorreo armamos entre las amigas, luego nos fuimos a pasear un poco por la playa para intentar bajar todo lo que nos habíamos comido.

El día de hoy ha llamado el padre de Enny porque le había organizado una comida en su cueva para celebrarlo. También ahí nos lo hemos pasado muy bien. Hemos llevado a Trizca (la perra) y se lo ha pasado bomba. De regreso de camino al coche me encontré unos arbustos de moras y me puse las botas recogiendo (me recordó cuando mis hermanas y yo solíamos hacerlo cuando eramos peques), he de decir que termine como una niña chica, es decir con la lengua morada y con un montón de heridillas que me hice con las espinas pero tengo una sonrisa muy grande en mi cara.

En fin que lo dicho, ha sido un fin de semana perfecto, ojalá todos fueran así.

P.D. Espero que comer tantas moras sin lavar no me tenga ninguna consecuencia indeseada jeje.