Imagen por: Jaci Berkopec

Hace aproximadamente 10 años, estaba yo en casa de mi abuela en un clásico sábado de reunión familiar. Me lo estaba pasando bomba, me encantan los sábados en casa de mi abuela (ahora los añoro un montón). En fin que ese sábado estaba platicando con una de mis primas que me dijo: «Oye pao, tu que eres la friki de los ordenadores ¿me ayudas a mandar un email?» Yo no entendí lo de «friki de los ordenadores» hay que ver con que ligereza le ponen nombres a una (la verdad si soy un poco friki).

En fin que ambas nos dirigimos hasta el café internet de la esquina de la casa de mi abuela y una vez ahí rentamos un compu y me puse manos a la obra. Le rellene todos los datos (hoy me hace gracia porque ahora todo el mundo sabe como mandar uno) y me giré a otro lado para dejarle privacidad para escribir.

Me estaba aburriendo como una ostra porque más que un email mi prima estaba escribiendo una novela del tamaño del Quijote, cuando me puse a mirar las pantallas de la demás gente (sip, es de muy mala educación pero me aburría). Un chico tenía puesto un videojuego, otro estaba chateando, alguien estaba visitando una web y de repente mis ojitos se posaron en una chica que estaba imprimiendo unas fotos.

Me emocione muchísimo, ¡estaba imprimiendo fotos de Xena!, había alguien más en este lugar recóndito del mundo al que también le gustaba Xena. Antes de decidirme a actuar volví a ver las imágenes, no fuera a ser que mi desbordada imaginación me jugara una pasada (no sería la primera vez) y una vez segura de que efectivamente, ahí había una foto de Xena y otra de Gabrielle en plan ángel (quinta temporada) decidí acercarme y la cosa fluyo más o menos así:

Rogue: Hola, ¿Te gusta Xena?
Mujer Desconocida: (Cabreadísima) ¿QUE NO SE NOTA?

En ese momento me quede super trabada y sin saber que decir y de repente note unos ojos pasar desde mi ombligo hasta mis ojos (ella estaba sentada) y decir (en plan disculpa): «Si, si que me gusta a mi también». Yo a estas alturas pensaba que la mujer estaba loca y quise salir corriendo, pero mi prima seguía con el doceavo capítulo de su libro así que me tuve que quedar por ahí.

El caso es que el destino me llevo a seguir hablando con la chica de las fotografías que a estas alturas yo ya sabía que se llamaba Cris. Y me paso algo muy raro porque a pesar del espantón me cayo genial en medio segundo, es una de esas personas que conoces y con la que de inmediato haces clic. En fin que para cuando mi prima termino de escribir ya eramos un poco amigas y habíamos intercambiado teléfono.

Ese fue el día que conocí a mi mejor amiga, a partir de ese momento fuimos como uña y mugre y lo compartíamos todo. Salidas al cine por lo menos una vez por semana, días interminables de televisión, se convirtió en una habitual los sábados en casa de mi abuela y como llegara sin ella todos me regañaban, platicas interminables sobre nuestras respectivas novias, en fin que amigas forever always. El día antes de venirme a vivir a España fue la que me dio los ánimos para no salir corriendo en plan histérico.

Hay mucha cosas que extraño de México y sin duda Cris ocupa un lugar muy importante en esa lista. Y hoy que es el día de su cumpleaños me he acordado muchísimo de ella, así que he decidido hacer este pequeño post en honor a nuestra amistad.

¡¡Feliz cumpleaños Cris!! ¡Recuerda que les toca a la Sita Eidel y a ti visitarme!