¿Cuantas películas puede ver una lesbicanaria en un fin de semana sin colapsar? Seguimos investigándolo y hoy toca contarles que tal se nos lo pasamos viendo Hannah Free, así que ¡a leer se ha dicho chicas!

Hannah y Rachel crecieron en el mismo pequeño pueblo del Medioeste, donde las tradicionales expectativas de género desafiaron, eventualmente, el profundo amor de una por la otra. Hannah se convirtió en una feliz y convencida lesbiana y Rachel en una fuerte pero tranquila ama de casa. Yendo y viniendo entre el pasado y el presente, la película revela cómo las mujeres mantienen su relación amorosa a pesar de un matrimonio, una guerra mundial, infidelidades y rechazos familiares.

Nuestra opinión lesbicanaria:

Tendría que decir que la película no me llegó a gustar, porque fue así, pero siendo sincera y dándole otra vuelta hay que reconocer que tiene puntos buenos o, por lo menos, buenas intenciones. Digo que no me gustó porque transcurre con mucha charla pero con pocas imágenes y la historia de las protagonistas, aunque está bien contada, apenas se ve: unas pocas imágenes de la infancia, otras pocas de la juventud y algunas de la madurez, yo eché de menos ver más (¿seré una mirona?).

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Quizá falta de presupuesto, quizá que la directora quería centrarse en el presente y no en el pasado, quizá por otros muchos motivos pero una película en la que sólo ves tres escenarios, cuatro personajes y en la que una de las protagonistas ha estado en medio mundo a lo largo de muchos años, sin mostrarte más que cuatro fotogramas exteriores, se queda sosa y por mucho argumento entretenido que tenga, te falta algo. Quizá tampoco me convenció mucho el recurso por el que la anciana habla con la “presencia” de su amada ya que le resta intensidad al argumento, haciéndolo casi cómico y convirtiéndolo en algo poco creíble. Además al final no sólo la oye ella sino el resto de personajes haciéndolo aún menos creíble.

Pero como digo al principio, si lo pienso la historia tiene cosas buenas. El presente de las protagonistas es cuando son ancianas, al final de su vida y nos lleva a lo largo de ellas a través de una de las protagonistas, Hannah. Hay ternura, amor y la actriz hace que te llegue, que lo sientas aun con la falta de apoyo audiovisual.

Me gusta ver películas en las que las lesbianas no son guapas, ricas, jóvenes y sin más problemas que su increíble vida amorosa. La película refleja otra realidad quizá no tan comercial y quizá tampoco tan estereotipada. Por otro lado, es muy tierna por la historia principal que cuenta, pero también por la solidaridad entre generaciones, reflejado por el personaje de la biznieta lesbicanaria de Rachel. Del grupo a alguna se le escapó unas lagrimitas, porque como digo es una historia muy tierna aunque las escenas lesbicanarias son pocas y creo que abusa de cama, aunque no seré yo quien se queje de esto, LOL.

El resumen para mi: Hannah Free es tierna, entretenida, una de las de sobremesa del sábado, sin mucha chicha pero con algo de limonada. No la tendré en mi videoteca pero no me arrepiento de haberla visto.