Escrito por: Caro

«Escribo desde el sur de España, más concretamente desde Sevilla, tengo 25 años. Soy una soñadora pero vivo despierta, un parte de mi mente vive aquí y la otra en lugares más lejanos y aunque mis ojos ven lo cercano, también, en ocasiones, ven más allá de las estrellas.»

En el último capítulo vimos a Aster y Vivian que siguen felices como perdices, mientras intentamos averiguar qué es lo que le sucede a Sophie, nuestra ricitos, que se comporta de una manera un tanto extraña.

Vivian Anyone But Me

Comenzamos con una Vivian en ese maravilloso lugar conocido terrenalmente como instituto, debatiéndose entre unas clases de ese instrumento de viento-metal tan fantástico como es la tuba o entrega de comidas a un hombre tranquilo y respetable de 50 años, a lo que a modo personal añade como el también conocido asesino de las hermanas. Vivian está tan emocionada como lo podríamos estar nosotras ante ese panorama y piensa lo que todas, que no son las mejores opciones, y así se lo hace saber a su novia al otro lado del teléfono, la que le cuelga en plan misterioso porque tiene que ir a un lugar.

No tardamos mucho en averiguar de qué trata ese misterio, ya que la encontramos en una consulta con una terapeuta. Se encuentran frente a frente sin hablar, no parece que Aster tenga muchas ganas de estar allí en ese momento y así es, porque fueron sus padres los que decidieron que fuera, porque están en pleno proceso de separación.

Aster Anyone But Me

Aster le dice que no lo necesita pero sus padres se empeñaron y empieza a observar a su recién estrenada terapeuta, una mujer embarazada de algunos meses. Le pregunta que si en su estado puede trabajar y yo digo “querida, está sentada en un sillón escuchándote, no creo que sea el trabajo más complicado de realizar en su estado” y ella se lo confirma añadiendo que es buena haciendo cosas estando embarazada, excepto, cuando las hormonas le molestan y empieza a lloriquear, por lo que le dice a su paciente que si eso llega a suceder, le pase los pañuelos. LOL.

Siguen hablando y Aster le comenta que esperaba a alguien más mayor, y la terapeuta le pregunta si tiene miedo de hacer terapia con alguien que no tiene las mismas canciones en una lista de reproducción. Y si me permiten aquí un pequeño paréntesis, solo diré que me he enamorado irremediablemente de la terapeuta hermosa.

Aster empieza a hablar irónicamente sobre sus padres y la separación de ambos, y entonces la nueva dueña de mi corazón, o sea, la terapeuta le dice que es posible que esté siendo cínica al respecto para así protegerse de las decepciones. ¡Pero que ojo que tiene esta mujer!

Aster Anyone But Me

Aster: ¿Sabes que soy gay, no?
Terapeuta: No lo sabía, ¿Cómo saberlo?
Aster: ¿No te dijeron nada?… No, ellos son políticamente correctos y eso de, lo que te haga feliz

Le pregunta qué es lo que le molesta, y Aster le responde que sus padres son unos falsos y habla sobre el padre de Vivian, que no tiene que hacer esas cosas porque no aspira a ser el mejor padre del mundo. Entonces le pregunta que si tiene novia, ya que le sorprende viniendo de alguien que dice que las relaciones no duran y Aster termina confesando que es una montaña de contradicciones, a lo que la profesional le responde “No admito otro tipo de pacientes”, ¿no les parece genial esta mujer? Me encanta.

La terapeuta le dice que hable sobre su primera vez, y Aster empieza contando que fue con un chico, era algo nuevo para ambos, dice que no estuvo mal pero que había algo que le faltaba, en parte y sobre todo, porque le gustaban las chicas.

Vivian y Elizabeth Anyone But Me

Volvemos al instituto con Elizabeth y Vivian, ya que ésta aun no sabe donde apuntarse, y entonces vemos como Elizabeth llama a Sophie, que casualmente pasaba por allí, para decirle si ella puede ayudar a una indecisa Vivian, y como si un gaydar de toda calidad llevara incorporado, Elizabeth se va, dejándolas a solas.

Sophie no se decide a sentarse y entonces Vivian le pregunta bromeando si tiene miedo que la contagie, al principio nuestra Sophie no capta la broma, porque últimamente tiene su mente dedicada a otros pensamientos, pero a los pocos segundos se sienta diciéndole con un toque de ironía que es muy graciosa. Vivian le pregunta si se va a presentar para entrar en el periódico del instituto, pero Sophie no está muy convencida, en cambio anima para que entre a Vivian, diciéndole que ella lo podría hacer muy bien, aunque ésta no tiene muchas ganas de escribir artículos sobre el consejo escolar o el baile del instituto, ya que quiere hacer algo que le deje huella. Aunque la chica que tiene enfrente no le está prestando mucha atención y de repente le pregunta algo que no tiene que ver con periódicos ni nada parecido.

Sophie y Vivian Anyone But Me

Sophie: Vivian, cuando eras más pequeña, ¿yo te gustaba?… Ya sabes.
Vivian: ¿Quieres decir de esa manera?… No me gustaba nadie de esa manera.

Y yo aquí hago un paréntesis para que reflexionemos juntas. A ver, Vivian le está hablando del maravilloso mundo del periodismo y Sophie le sale con esa pregunta, ¿A qué se debe? ¿Qué quiere saber realmente? Sophie, Sophie, que tanta curiosidad es por algo

Volvemos a terapia con Aster, y si, que puedo decirles, una sesión da para mucho. Vamos por la parte en la que conoce a Vivian, y cuenta que sus padres estaban muy asustados porque se convirtió en alguien muy importante para ella, fue todo un tema en su casa (como en la de muchas). El tema se los sentimientos, según la terapeuta es una gran porquería, esa es la parte en la que no es tan buena y según su reloj y el nuestro, ha pasado una hora de terapia, por lo que el tiempo se ha acabado y le dice que va a necesitar verla de nuevo, porque les queda mucho de lo que hablar. Aster le dice que no la puede dejar a medias, que eso es como chantaje emocional y recibe una respuesta que a mí me encanta “es una de mis mejores herramientas”.

Aster Anyone But Me

Entonces Aster le pregunta cómo va a recordar de lo que estaban hablando, pero la terapeuta le responde que abrió un lugar en su cabeza para ella, que es capaz de llevar una persona en su cuerpo, así que a ella puede darle un lugar en su cabeza, que va a tener que confiar en ella. Yo desde aquí le quiero contar un secreto a Aster, que es que cuando salga por la puerta de la consulta, la terapeuta cogerá un par de folios o abrirá una carpeta con tu nombre en el ordenador y allí escribirá cada sesión.

Vemos a Vivian que sigue con Sophie en la cafetería, tomando un café cuando la llama su novia. Opta por levantarse para tener más intimidad al teléfono y, pobre la carita de Sophie, que se pone a leer para pasar ese rato. Mientras Vivian hace lo que hace el 70% de las personas cuando hablan por el móvil y es que se pone a caminar, y por lo que se ve, están teniendo una conversación de lo más entretenida por teléfono

Vivian: La gente puede ver que me estás calentando…Nunca pongas eso en un email o no podré postularme para nada… No puedo, estoy en un lugar público… Entonces, ¿qué tienes puesto?

Vivian Anyone But Me

Bueno, se no me hagan las inocentes, apuesto a que más de una ha repetido algunas de estas frases en un determinado momento de su vida, no me mientan, lo sé. Y así es como termina nuestro capítulo de esta semana, con Vivian buscando algo interesante a lo que apuntarse, Aster yendo a terapia y Sophie haciendo preguntas que resultan de lo más interesantes.