Escrito por: Yovanu

Escribo desde Buenos Aires, Argentina, no es lo más al sur que se puede estar, pero casi, así que si bien geográficamente tengo una visión austral del mundo,mi imaginación no conoce fronteras. Me gusta encontrar belleza en lo extraordinario y lo cotidiano, lo grandioso y lo pequeño, así que no es raro verme con una cámara de fotos de aquí para allá captando todo aquello que ven mis ojos y más, en especial lo imperceptible.

En el capítulo anterior descubrimos que la obsesión por Sugar está alcanzando límites insospechados, drogarla y violarla ya fue incluso una opción, por desgracia los daños colaterales los pagó el azulín miembro de la familia, Matt. Pero no todo fue negativo, gracias a éste incidente, los padres de Kim decidieron hablar y buscar ayuda profesional; y Kim, logró pasar una noche platónica en la cama con su amor imposible.

Nuestro cuarto capítulo comienza al ritmo de “In the summertime” (En el verano) mientras vemos una imagen super veraniega, con un sol radiante y una playa atestada de gente.

Sugar Rush

Matt y Nathan se encuentran luchando por caminar con sus patas de rana mientras Kim y Stella se encuentran aburridas dentro del coche. Nathan con su optimismo que roza la estupidez intenta convencer a Kim que se les una porque está “hermoso”, sin respuesta de su hija, hace el intento con su mujer ofreciéndole ir al cine luego, pero Stella le dice que está ocupada.

Kim y Stella se miran a través del espejo retrovisor porque ambas saben que se trata de una mentira. Kim piensa que llega un punto en el cual hay que dejar de mentir porque éstas no te llevan a ningún lado y terminan convirtiéndose en una maraña de enredos que no pueden detenerse. Se jura a sí misma que no va a mentir más. Una vez más, una promesa de esas que difícilmente se puedan cumplir.

A continuación vemos a Kim analizando el estado de su relación con Sugar y su nueva determinación de decir la verdad, llegando a la conclusión que sólo tiene dos opciones, decirle a Sugar que la ama, o que su amistad hasta aquí llegó. Cualquiera de esas dos alternativas es mejor que la situación en la que se encuentra ahora. Necesita avanzar, y con esa idea en su cabeza se dirige a casa de su amiga, pero claro, no siempre sale todo como lo planeamos, y menos cuando de nuestra particular amiga se trata.

Sugar abre la puerta en ropa interior y cubierta de crema en varias partes de su cuerpo.

Desde ya la imagen está muy lejos de ser sexy, Kim se queda boquiabierta mientras Sugar le dice que entre de una buena vez.

Para Kim que no entendía nada, y para nosotras también, Sugar nos da la respuesta “Ladillas” y ahora sí, esto se puso picante…….:p

Sugar Rush

Por supuesto nuestra promiscua Sugar ni idea tiene quién se las contagio, para horror de Kim empieza a enumerar que quizá fue Darren, o tal vez Donkey, o quien sabe Ray que tampoco es un ángel, y así mientras su amiga se sigue pasando crema, la situación se pone cada vez menos romántica, por eso cuando Sugar le pregunta para que fue a visitarla, Kim ya tiene decidido no declararle su amor.

Kim se va pensando que algo de toda esta situación le molesta y no sabe que es, porque siempre supo como era Sugar con el sexo y los hombres, ¿pero agarrarse ladillas? ¿No saber quién se las contagio? ¿Es el tipo de persona con quién ella quiere estar? Bueno, ¿quien hubiera pensado que unas pobres ladillas podían generar semejantes dudas existenciales?

Ya en su casa vemos a Kim buscando información en internet sobre estos bichitos y descubre que el contagio puede producirse por compartir sábanas, toallas o ropa. Y si claro, ya lo estamos pensando, al igual que Kim, la noche platónica compartiendo cama con Sugar tuvo sus consecuencias.

Cuando Kim pensaba que ya nada podía ser peor, descubre que es una virgen con una enfermedad de transmisión sexual.

Sugar Rush

En la siguiente escena vemos a Nathan, Matt y Kim que están por cenar, Nathan le sugiere a Stella que si va a ir a visitar a su amiga Elaine, quién se encuentra triste porque falleció su madre, lo mejor es que cene en casa. Por supuesto ya sabemos que la amiga no existe, y es otra mentira más para ir a acostarse con Dale. Cuando Stella aparece, Kim observa horrorizada como su madre lleva puestos unos jeans que le pertenecen.

Más adelante vemos a Kim lavando ropa, quien considera que “perspicaz” no es precisamente la mejor palabra para definir a su padre, pero que hasta él debería sospechar al ver a su hija de 15 años realizando ésta tarea de manera voluntaria. Él le dice que le parece muy bien que este ayudando, a lo que Kim responde que alguien tiene que hacerlo porque no es que Stella mueva un dedo precisamente por las tareas domésticas. Nathan la defiende diciendo que ha ido a consolar a una amiga, Kim le pregunta irónicamente ¿una amiga?, y Nathan responde que ya ha tenido suficiente, que sabe que la relación entre ellas no está en su mejor momento, y bueno…para cuando empezaba un discurso aburridísimo Kim logra escaparse a su cuarto.

A continuación podemos observar a Dale y Stella quienes como ya es habitual parece la están pasando genial.

Pero no todo es la primera impresión, o no todo lo que parece placer lo es, todos esos gemidos y gritos no eran más que una lucha cuerpo a cuerpo para lograr despegarle los jeans de Kim a Stella. Una vez que lo logran, Dale se tira encima de ella y a los pocos segundos horrorizado le dice: “Stella, no estamos solos”.

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Stella se da cuenta que ha sido invadida por las ladillas y su rostro, su mente, su vida gritan “que me caiga un rayo ya mismo y me fulmine”. Lo primero que hace es preguntarle a Dale a cuantas otras amas de casa ha estado prestando servicios, Dale ofendido le dice que no entiende porque le echa la culpa a él, que no tiene ni una, que lo revise. Finalmente Stella deja la habitación y se va en búsqueda de una farmacia.

Más adelante vemos a Kim sacando lo suyo del lavarropas y cuando se está yendo choca con Stella, que increíblemente va a lavar su ropa también. Por supuesto es todo demasiado sospechoso y Kim se da cuenta enseguida que algo pasa, se acuerda cuando vio más temprano a su madre con sus jeans y cae en la cuenta que le ha transmitido a Stella las ladillas. Vamos, si es una de las situaciones más comunes, transmitirle una ETS a mamá, ¿a quien no le ha sucedido?

Nathan, se encuentra a su mujer luchando con el lavarropas porque ni sabe como funciona y en vez de suponer que algo raro está pasando, sólo le pregunta como está su amiga. Ya está, no busquen más, entréguenle el premio al tonto del año porque no tiene competencia.

Sugar Rush

A continuación vemos alternativamente a Stella y Kim, escondidas una en el baño y la otra en su cuarto, pasándose crema mata ladillas, que suponemos por sus caras y gestos, debe tener un olor repugnante. Bueno, supongo que tan repugnante como tener a los bichitos correteando por tu cuerpo.

Sugar Rush

Luego vemos a las dos junto a Nathan mirando un programa de televisión, los tres en silencio. Nathan siente un olor raro que no sabe que es, cuando pregunta, las dos al mismo tiempo le responden “crema depilatoria”, lo que hace evidente que las dos saben que la otra tiene lo mismo.

Al rato Stella se dirige a la habitación de Kim para hablar. Kim espera lo peor, es decir, le contagio una ETS a su madre, ¿Qué explicación se puede dar?, pero decide mantenerse callada. Para su sorpresa, nada era como ella lo imaginaba, Stella se siente culpable porque piensa que es ella la que ha contagiado a su hija.

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Le explica que tomó prestada ropa de ella y que es posible que le haya contagiado ladillas. Kim considera que esto que está sucediendo es demasiado bueno para ser real, no sólo su madre no sospecha de ella, sino que ahora va a poder aprovecharse de la situación. Cuando su madre le dice que es algo fácil de tratar, con fingida indignación le responde que ya lo hizo. Stella le pide que por favor no le diga nada a Nathan, y Kim le dice que deje de usar su ropa y de ver a Dale. Que termine con ese asunto de una vez, así de simple.

En la siguiente escena vemos a toda la familia en la cocina y cuando las cosas no podían ser peores, vemos que Nathan está comenzando a sentir picazón.

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Nathan comenta que de repente ha empezado a picarle e inmediatamente la cara de Stella se transforma. Kim prefiere no decir nada y se va a dormir.

Más tarde, entrada la noche y con tremenda tormenta de fondo, Kim se despierta mientras escucha a Nathan y Stella discutir. Se escucha a Nathan recriminarle a Stella haberle contagiado una ETS, que quiere saber si ha estado durmiendo con otro.

Stella asume una postura de negación total aún cuando Nathan le dice que las pruebas de su infidelidad andan haciendo carreras por su cuerpo. Stella le dice que se pudo haber contagiado en el baño, en la oficina, etc. Nathan harto le dice que ella es la única persona con la que se ha acostado en 18 años, que por favor le explique que es lo que está sucediendo. En ese momento Kim se asoma por la puerta, y Stella se siente culpable (sí, tiene corazón) y decide confesarle (Bueno, tanto como decidir, no, digamos que se vio presionada a decir la verdad) a Nathan que se ha estado acostando con Dale, el decorador.

Sugar Rush

Luego del momento bochornoso de ver a tu padre enterarse, que lo que no lo dejaba pasar con facilidad por las puertas era la cornamenta, Kim acude a Sugar, a quien se había jurado no ver hasta ser capaz de decirle todo lo que siente, pero en este momento es a quien necesita.

FSugar Rush

En el cuarto de Sugar, ésta le hace un recuento de los regalos que le han enviado Darren, Donkey y Ray. Kim se da cuenta que su amiga sigue siendo una desvergonzada y que ni idea tiene de la crisis familiar que han desencadenado sus ladillas.

Sugar observa como Kim sigue rascándose y le pregunta si se ha puesto la loción, Kim le responde afirmativamente, pero ésta le dice que le parece que no lo debe haber hecho muy bien, entonces le pide a Kim que se quite la ropa, que ella se encarga de las partes difíciles. Kim comienza a desvestirse mientras piensa que su amiga es la prueba viviente que no importa lo mal que vayan las cosas cualquier situación puede volverse a tu favor.

Sugar Rush