Escrito por: Yovanu

Escribo desde Buenos Aires, Argentina, no es lo más al sur que se puede estar, pero casi, así que si bien geográficamente tengo una visión austral del mundo,mi imaginación no conoce fronteras. Me gusta encontrar belleza en lo extraordinario y lo cotidiano, lo grandioso y lo pequeño, así que no es raro verme con una cámara de fotos de aquí para allá captando todo aquello que ven mis ojos y más, en especial lo imperceptible.

En el anterior resumen, Male había trasladado su mala suerte y sus dudas a la casa de Damián (el chico que parece gay, pero que dice que no es, pero tanto Mamma Mia! y Hair hacen estornudar a cualquiera con tanta pluma..), y finalmente había logrado asumir que le gustan más las nenas que los nenes. Por si alguna se olvido, tenía una hermosura revoloteándole cerca (Laura), con quien llevaban una interminable serie de miradas, gestos, miradas, gestos, un beso de “ficción” para una prueba y un teléfono anotado en un papel para verse algún día. ¿Pasara algo entre estas dos? Veremos…

Comenzamos este resumen con Malena en una prueba de fotos donde aparentemente todo sale perfecto, esto hace que Male piense que perder contacto con sus hermanas la está beneficiando y las cosas comienzan a salirle bien. Damián le dice que él no cree que tenga nada que ver una cosa con otra, pero Male insiste que sí, que una mala estrella las persigue, y que además nadie en su familia considera que ella tenga talento. Su madre siempre la había querido convencer que se dedicara a otra cosa porque pensaba que iba por el camino equivocado, y sus hermanas mucho no la apoyan en su decisión. (¿Pero nadie cree en esta pobre chica?) , por eso Male dice que siempre le hubiera gustado saber que opinaba su papá, ya que a él no lo pudo conocer.

Pese a que Malena no quería ver a sus hermanas, no le queda otra alternativa más que ir a su casa porque su hermana Susy la llama porque había sucedido algo la noche anterior. ¿Qué sucedió? Bueno, no viene mucho al caso, pero la noche anterior Virgi escuchó ruidos raros en la casa, pensó que había un desconocido dentro, pero no….era su media hermana, María Eugenia (A.k.a. La Conchuda) que se había peleado con su marido, se había emborrachado y andaba dando vueltas por la casa. De hecho, ahí la tienen instalada. (Aclaración: la media hermana es dueña de una parte de la casa, por eso se instala ahí). Cuando están ahí reunidas las tres hermanitas, a Male le suena el móvil y se aleja para poder hablar en paz (Sí, sí, es Laurita yeahhh).

Sus hermanas comienzan a sospechar que algo pasa, bien puede ser por la actitud de irse lejos a hablar, o bien por la cara de embobada, en cualquiera de los dos casos, las dos aciertan que la ven “enamorada”.

Laura la llama desde un café y le dice que tiene ganas de verla, Malena le dice que justo en ese momento no puede, pero que por favor la espere un ratito. Mientras tanto, sus hermanas comentan que les empieza a molestar la presencia de la conchuda porque no saben hasta cuando piensa quedarse ahí, además porque sigue con la idea de vender la casa, y ellas no están de acuerdo. Entonces Male les dice que va a hablar con ella. Cuando Male intenta hablar con ella, M. Eugenia le dice que no le interesa lo que ellas opinen y mucho menos su opinión. Male le pregunta si su opinión no cuenta por ser la más chica, y M. Eugenia le pregunta si acaso Susy nunca le contó nada. Malena no entiende de qué le habla y le pregunta que es lo que su hermana le debería haber contado. Así es como Male se entera que no es hija del mismo padre que sus hermanas, lo que entonces la convierte en media hermana de las que eran sus hermanas hasta ese momento y en nada de la que era su media hermana. Como ven, cualquier historia tiene que tener su cuota de culebrón. Pese a los pronósticos de rayos y centellas, Malena se toma la noticia muy bien, demasiado bien incluso, y los sorprende a todos.

Con su nuevo árbol genealógico en la cabeza, acude a encontrarse con Laura, que a mí se me hace que lleva esperando como 3 hs, pero bueno, no se la ve molesta ni nada. Se saludan, más sonrisitas…Malena le pregunta como está, y Laura le dice que bien, que se está intentando distraer como puede porque está todo el tiempo pensando en ella (Awww), Malena (que no sé como todavía no está derretida en el piso) le cuenta que descubrió que no es hija del padre que ella suponía que era su padre, pero que tampoco sabe quien es el verdadero porque no quiso preguntar.

Laura le agradece que confíe en ella para contarle estas cosas, porque en realidad apenas se conocen, y Malena le dice que es cierto, que se conocen poco pero que le gusta estar con ella. Por supuesto se siguen mirando, se siguen midiendo y yo creo que ya va siendo hora de un beso, pero como lo nuestro es esperar, esperar, sufrir y seguir sufriendo, todavía nada.

En el siguiente capítulo, vemos que Virgi (la del medio) está hablando con un personaje que hasta ahora no lo había presentado, el tío de las chicas, quien está viviendo con ellas temporalmente, aunque el término temporal muchas veces pueda ser equivalente a eterno. El tío de las chicas es alguien que entra y sale de sus vidas constantemente. No saben mucho de él, es soltero, no tiene hijos y su vida es un poco un misterio. Al comienzo de la historia Virgi descubre que su tío le pagaba a prostitutos para tener sexo, con lo cual…parece que Male no es la única gay en la familia. Pero el resto de las hermanas desconocen todo esto. Virgi comienza a interrogarlo por el padre de Malena, porque quiere saber si él lo conocía. Mientras el tío comienza a contar que sí, que lo conocía, que eran muy amigos, Malena escucha la conversación a escondidas, así es como se entera que su tío había estado “confundido” con su padre biológico, pero que nunca había pasado nada, porque su tío siempre había reprimido sus deseos.

O sea, doble revelación para Male, tío gay y tío medio enamorado de su padre biológico al que todavía ni conoce.

Visto y considerando las cosas que habían sucedido por no hablar a tiempo o dejarle saber al otro lo que nos pasa, es que Male decide tomar el toro por las astas y llamar a Laura para verse.

Se encuentran en un bar, y se da la siguiente conversación:

Laura (con un tono cansado): ¿Para que querías verme?
Male: ¿Por qué me hablas así?
Laura: ¿Así como?
Male: No sé….rara
Laura: Mira Malena…vos a mí me gustas y la verdad que no entiendo muy bien cual es tu onda. Yo soy gay (¡¡¡Nos caiga un rayo si decimos lesbiana eh!!!), pero por lo visto vos muy claro no lo tenes.
Male: Bueno, por eso quería verte….porque sí lo tengo claro…

Miradas…sonrisas…. ¡tensión!

Un molesto que se acerca a preguntarles si van a tomar algo, les tiene que repetir la pregunta varias veces porque ellas sólo se miran y no registran nada de lo que pasa a su alrededor, hasta que Laura le dice: No…nos vamos…

Se van las dos y llegan a la casa de Laura. Preguntas de rigor ¿qué queres tomar?…cuando es claro que nadie tiene sed y estamos perdiendo el tiempo, pero queda mal que vayamos directo a la cama, ¿no? Male nerviosa, revisando un libro como si en su estado pudiera leer siquiera el título, hasta que obviamente lo deja por ahí porque no hay caso.

Aparece Laura con las cervezas que se van a morir de risa en algún lugar porque nunca las van a beber, y finalmente se dejan de perder el tiempo con miraditas y sonrisitas, y pasan a besarse…sacarse la ropa…bueno, ¿se los tengo que relatar todo? Vean el vídeo o hagan volar su imaginación :p

Listo, ¿estamos todas de vuelta? ¿Puedo seguir? Bien. 😀

¿Pero cuanto nos puede durar la felicidad mis queridas bollitortas? ¡Nada! Después de esta hermosa escena esperábamos mínimo un despertar de las dos juntas, verlas correr por la pradera como a Heidi y Clarita (no me vengan ahora las frikis fundamentalistas a decirme que Clarita no podía correr, ¡no me interesa! ¡Déjenme soñar en paz! :p), pero no…suena el teléfono en mitad de la noche, y ya sabemos que eso nunca puede ser algo bueno.

Laura sale de la cama medio molesta y le pregunta a una tal Silvina que es lo que pasa, intenta calmarla y le dice que no aparezca por ahí. Al parecer la conversación no tiene mucho éxito porque Laura preocupada tira el teléfono por ahí y va a despertar a Male, que obvio está súper dormida flotando en sus nuevos sueños lésbicos. Laura se le acerca y le dice que lo siente mucho pero que se va a tener que ir (¡Ay! ¡Ay! Por mucha dulzura en la voz, que te echen de una cama a las 2 de la mañana, es un bajón…), Malena obviamente no entiende nada, y le pregunta a Laura que pasa.

Laura le dice que es complicado de explicar y vemos como gira su cabeza hacia una puerta que acaba de sonar y entra en escena Silvina, que llegó para arruinarnos toda la felicidad que teníamos.

Entra insultando, preguntándole a Laura quien es esa que está ahí. Laura le pregunta qué hace ahí (a ver Laurita, es obvio que tiene llave porque nadie le abrió la puerta, la pregunta es ¿por qué tiene llave?), y Silvina le dice a Male que si acaso le contó que ellas son pareja.

Malena sorprendida le pregunta a Laura porque no le había dicho que tenía pareja, a partir de ahí tenemos por un lado a Male vistiéndose rápido para irse, y por el otro a Laura y la loquita que llegó ahí, en una típica escena de parejita que no termina de separarse “pero yo te quiero, no puedo vivir sin vos” ,y la más graciosa “sino me quisieras más, hubieras cambiado la cerradura”.

Ahí siguen discutiendo, que si se separaron hace 1 mes o dos semanas, que si fue Silvina la que se quiso separar, todo el drama lésbico al completo. En medio de toda esa discusión Male huye a su casa.

Lo primero que debemos aprender de todo esto, tomen nota mis pequeñas bollitortas: Si están seguras que no la quieren más, cambien la cerradura. De lo contrario la otra ¿piensa? que todavía la siguen queriendo.

Volviendo a la historia, unos días más tarde Male la va a ver a Laura, quien la recibe en la puerta. Malena le pregunta porque no se lo había contado (se me ocurre una primera respuesta relacionada con querer acostarse con ella y no espantarla, pero dejemos que mejor hable la protagonista), y Laura le responde que en realidad tuvo una relación de pareja con Silvina mucho tiempo, que tuvieron una pelea fuerte y pensó que todo estaba terminado, pero al parecer todavía quedan muchas cosas por cerrar. Malena le pregunta si no la hace pasar porque Silvina está por llegar y Laura le dice que sí. Se despiden y nuestra pobre Male se queda como un pollito mojado caminando sin rumbo.

¿Qué pasará entre estas dos? ¿Habrá reconciliación? ¿Les contará Male a sus hermanas que es lesbiana?

Estas y otras miles de preguntas más, probablemente no tengan respuesta en el próximo capítulo.

¡Hasta la próxima!