Esta semana nos encontramos de vuelta en la desgraciada vida de las hermanas San Juan, donde como ya sabemos, las otras serán muy guapas y tendrán vidas interesantes, pero la que se roba nuestra atención es la pequeña Malena.

Este capítulo comienza con una buena noticia para Male, el amor no le sonríe pero parece que laboralmente tiene una nueva chance. Damián llega para contarle que fue elegida para una campaña de publicidad gráfica. Al fin algo que le muestre a Male que alguien ve aunque sea un talento en ella, porque pobre chica son todas negativas y falta de confianza.

Por supuesto la felicidad es muy efímera, y ni les cuento la tranquilidad. Malena no había todavía podido alegrarse demasiado por la nueva noticia, cuando aparece en escena nuevamente la desquiciada ex de Laura. Damián luego de contarle a Male la buena nueva, se despide y se va, momento ideal para que una torta en estado de desequilibrio mental lo ataque a gritos en la puerta. Al parecer, el problema radica en que la loca no sabe donde está Laura, evidentemente no la ató con fuerzas la última vez que se fueron y la perdió de vista, entonces su mente brillante la condujo a casa de Malena, donde supone está su chica.

¿Pero es que ustedes ven esa cara?

Damián intenta calmarla y explicarle que ella (Silvina) y Laura terminaron, que tiene que aceptarlo, a lo que la loca le responde “Yo no terminé”. ¿Ven? con algunas lesbianas no hay caso, entran en fase de negación y no hay manera de terminar con ellas. La loquita enloquece más aún si esto era posible y empieza a los manotazos con el pobre Damián que lo único que intenta es evitar que el escándalo vaya en aumento. Por supuesto Male no tarda en escuchar que tiene lío en puerta (y en la puerta) y se asoma para ver que pasa. Les pregunta a Damián y Silvina que les pasa, y Silvina le pregunta ¿Dónde está Laura? ¿Dónde está? ¿La tenes escondida ahí?

Y yo no entiendo porque no sonaba de fondo “Laura no está, Laura se fue, Laura se escapa de mi vida…” :p Malena, tengo que reconocerle, no se acobardó ni 2 segundos, de hecho, casi supuse terminábamos siendo espectadoras de una lucha en el barro, pero no. Silvina le dijo que ellas dos tenían mucho de que hablar (que manía por favor la de querer hablar todo), y Malena le dice que no, que no hay nada más de que hablar. Mientras la loquita sigo dando vergüenza ajena, Damián se las arregla para avisarle por teléfono a Laura que su mascota está haciendo escándalo en la vía pública, que por favor aparezca y nos salve a todos de este suplicio.

Por suerte Laura llega rapidísimo, sin entender que hace Silvina ahí. La loquita le dice que la estuvo llamando y no la atendía, entonces la fue a buscar. ¡Internación ya para la torta desquiciada!. Malena se asoma a la puerta y Laura la ve. Laura le dice que tienen que hablar, y Malena le dice que no hay nada que hablar entre ellas dos. Ay Laurita…vas a tener que remar y remar, porque hasta ahora vas de mal en peor. Con la tristeza y la loca torta a cuestas, Laura se va.

Malena se queda un poco deprimida y decide que es momento de conocer a su verdadero padre, así que le pide a su tío que la acompañe. Malena conoce a su padre finalmente. Tienen una charla donde él le explica sus razones (más bien confusas) por las cuales no se quedó con su madre cuando quedó embarazada, también le cuenta del enamoramiento que tuvo su tío para con él, etcétera. Malena le dice que para ella con esa charla es suficiente, que por favor no la llame, que ella sólo quería conocerlo antes que fuera tarde, pero que le parece que aún así, ya es tarde.

Más adelante, Laura llorando la llama por teléfono pero no la encuentra, entonces le deja un mensaje diciéndole que quisiera hablar con ella. Que se siente muy mal por lo que pasó la otra noche y que está pasando por un momento difícil y la necesita.

Como se ve que Male no le devuelve la llamada, al otro día Laura aparece en su casa buscándola (sin tanto escándalo como los que hace su ex, digamos que de manera mas civilizada). Como Malena no está, una de las hermanas la hace pasar para que espere.

Ahí queda Laurita rodeada de las otras dos hermanas, que comienzan el interrogatorio:

Virgi: ¿De un casting se conocen?
Susy: ¿Buscabas a Male para algo en especial?
Laura: Es que es un poco largo de explicar ¿Ella no les contó nada?
Virgi: ¿De qué?
Laura: ¿De mí?
Susy: ¿De vos? No, nos contó nada. ¿Por qué? ¿Qué nos tendría que haber dicho?
Laura: No, no sé….ella es como importante para mí.
Susy (con cara de no entender nada): Ah… ¿en que sentido? ¿Le pasó algo a Malena: Ay, me estoy empezando a preocupar.
Laura: No, no, no le pasó nada, no es nada para preocuparse. Ella está bien.
Susy: ¿Entonces?
Laura (y una risa forzada): Creo que debería decírselos ella mejor.
Virgi (la hermana con más luces): ¿Ustedes están saliendo? ¿Vos y Male están saliendo?
Laura con sonrisa tonta y muda.
Susy: ¿Cómo saliendo? ¿Qué quiere decir saliendo?… ¿Vos sos lesbiana?
Laura (y otra risa forzada): Sí…perdón. (¿Perdón qué Laurita?)
Susy: Escuchame Laura, con estas cosas no se juega.

Mientras una de las hermanas está al borde del soponcio y la otra como si nada, llega Male y se las encuentra a todas en la cocina. Malena le pregunta a Laura que hace ahí, Laura le dice que necesita hablar con ella, pero claro, sus hermanas también quieren hablar con ella, porque la correspondencia cayó toda junta.

Susy se lleva aparte a Malena y le pregunta si “le hizo algo” a esa chica (esperemos que si Susy, sino que aburrimiento), porque está diciendo cosas feas, Virgi le aclara que Laura no dijo nada y se lleva a Susy.

Malena se dirige a la cocina y ahí increpa a Laura:

Male: ¿Qué hablaste con mis hermanas?
Laura: Nada
Male: ¿Y a qué viniste?
Laura: A decirte que terminé con Silvina.

¡Genial! Porque estaba terminando con mi paciencia.

Male: Ah… ¿y?
Laura: ¿Cómo y? Definitivamente terminamos y que te quiero.
Male: Ah, yo no sé si te quiero.
Laura: ¿Qué decís?
Male: Lo que escuchaste.

Ahí empiezan a discutir porque Malena le pide que se vaya de su casa, Laura intenta que reflexione pero es inútil, no le queda otra que irse.

Ni bien Laura atraviesa la puerta, reaparecen las hermanas.

Susy, bastante alterada, le pregunta si es gay. (Hace un rato podíamos decir lesbiana, ya volvimos a decir gay ¡si es que no hay constancia caramba!), le dice que para ella es muy doloroso enterarse que su hermana es gay. Virgi por el contrario intenta que Susy no diga esas cosas, y comienzan a discutir entre las dos. Malena al ver la situación se desquicia y sale corriendo de la casa.

Casi atrás de ella sale Virgi que es la primera que la encuentra llorando en un puente, y enseguida se les suma Susy.

Y nos quedaremos con la imagen de las tres hermanas abrazadas hasta la semana que viene.

¿Qué pasara con Laura? ¿Tendrán una nueva oportunidad? ¿Malena reconocerá con sus hermanas que es lesbiana? ¿Podrán decir más de dos veces seguidas lesbiana sin intercalar con un “gay”?

Hasta el próximo resumen.