Bienvenidas una vez más a esta Pretty Little Liars. El día de hoy en la agenda: la destrucción de la familia de Aria, las consecuencias de las acciones de Spencer, los problemas con la ley de Hanna, y claro… la “confusión” de Emily. Así que empecemos ya.

El capítulo comienza con las chicas discutiendo el asunto de Aria. Hanna, como siempre, es demasiado franca al respecto, argumentando que el humor fue lo que la ayudó cuando sus padres se separaron. Aria está un poco en negación. Todas le dicen que la apoyan y no la van a dejar morir sola. Spencer les agradece por quedarse con ella, pues si recuerdan, la última vez que vimos esa casa, alguien había estado adentro y dejado un mensaje. “Alguien” siendo obviamente, “A”.

Todas deciden subir a limpiar, pero de repente, les llega un mensaje. Chan chan chaaan…. ¡no sólo es un mensaje! ¡Es un mensaje multimedia! El archivo adjunto es un vídeo. En él se muestra a las chicas justo en el momento en que vieron el recado en el espejo. Y noticias: el vídeo fue grabado desde adentro del clóset de Spencer. Esperen, guarden las bromas closeteras para después. Cuando van a revisar el dichoso clóset, encuentran el lápiz labial con el que fue escrito el mensaje. “A estaba observando”, exclaman. Yo les dije, siempre lo está.

En casa de Aria, su hermano le pregunta acerca de sus papás, pero Aria no le cuenta nada. Ay, mentiras y secretos… estas muchachas no aprenden. Piper/mamá-Aria está enojadísima con su infiel esposo. Su discusión es interrumpida por Aria. El papá decide que es mejor: “aquí corrió que aquí murió”, y se va. Aria le cuenta a su mamá que tuvo que mantener ese secreto durante más de un año. Pequeño detalle: su mamá no sabía. A pesar de que esta noticia le pega bastante, manda a su hija a la escuela.

Mientras tanto, Hanna se encuentra con Sean, su ex-novio, y conversan un poco. Él le confiesa que en realidad él quiso tomar la culpa por lo del coche, porque se sentía mal por haber rechazado la propuesta sexual de Hanna. La rubia le dice que no se preocupe. Luego tocan el tema del baile de bienvenida. Las cosas pintan bien, hasta que de repente llega una Barbie en un convertible y se lleva a Sean. Los celos de Hanna casi rompen mi pantalla.

En la escuela, las chicas comentan acerca de lo que pasó en casa de Spencer. Jenna no puedo haberlo hecho sola. Emily defiende a Toby. Justo en ese momento, un profesor llega a anunciarle a Spencer que su ensayo robado ganó el prestigiados concurso. Por supuesto…. No se le ve muy emocionada.

En el laboratorio de química, Emily y Toby hacen experimentos. O algo con sustancias. Em comenta que no durmió mucho. Toby le pregunta que si fue por una fiesta. Ella le dice que no, y luego le insinúa que sabe lo que hizo la noche pasada. Toby le responde que estuvo estudiando y le cuenta la triste historia de cómo no puede hacer nada en la casa porque Jenna tiene todo a todo volumen. Pero antes de seguir con ese tema, Toby le vuelve a preguntar a Emily acerca de su noche:

Toby: Así que ¿en casa de quién te quedaste anoche? ¿La de la chica nueva?
Emily: ¿Por qué pensarías eso?
Toby: Es el miembro más nuevo de tu séquito. ¿Ya aprendió el saludo secreto?
Emily: Es… más mi amiga que de las demás.
Toby: ¿Por qué?
Emily: Sólo le interesan diferentes cosas…
Toby: Lo diferente está bien. Me gusta lo diferente. Esta ciudad tiene mucho de lo mismo.

Soy sólo yo… o de verdad las escenas de Toby son incapaces de parecer lindas/normales. Les digo, su mirada está predeterminada para parecer la de un secuestrador violento. No estoy juzgando xD.

Aria por supuesto aprovecha el tiempo libre entre clases para acosar a Mr. Fitz. Él le pregunta acerca de su familia, y ella le dice que todo empeora. Le pide un pretexto para quedarse en la escuela más tiempo. Él le insinúa que hoy no puede estar con ella, usando razones ambiguamente malas. Finalmente le dice la verdad: tiene que ir a un lugar para leer la historia que él le escribió. Así que por supuesto, Aria está más que apuntada para acompañarlo, y como los hombres son débiles… Fitz no puede hacer nada.

Hanna va en camino a su trabajo, bueno, más bien su castigo, en el consultorio de la mamá de Sean. En el elevador, de la nada, sale alguien conocido: ¡Jenna Cavanaugh! Chan chan chaaaan. No, en serio, ¿no es de esas personas que cada vez que aparecen se puede oír el “chan chan chaaan” en el ambiente? Bueno, como sea. Hanna trata de pasar desapercibida, pero , Jenna la “percibe”, de alguna paranormal y malvada manera. Entonces, se empieza a poner un lápiz labial (nótese que aparentemente te está viendo en el espejo) y Hanna se acerca un poco más para ver si el color es el color que ella piensa. Jenna se da cuenta y exclama: “¿Te gusta el color?”. Hanna se frikea muchísimo y sólo responde un nervioso “ajá”.

Más tarde, Hanna decide averiguar a dónde iba Jenna. Se da cuenta de que había ido a una oficina de ese edificio. Hanna abre la puerta, pero un policía la interrumpe y hace que sólo haya alcanzado a ver un cuarto vacío, lleno de cajas. Pausa, ¿es mi imaginación o Hanna como que atrae policías?

En casa de Spencer, su papá está todo orgulloso porque su hija ganó el premio no sé qué. Spencer se da cuenta de que es la única manera de ganar el afecto de su papá, así que no le dice la verdad. Padre e hija quedan en ir a jugar tenis con un socio de su papá. En el club, Spencer se pasa la tarde practicando intensamente (nadie lo creería de ella) y conoce a un chico lindo con el que coquetea un poco, Alex. El chico es como el “recogebolas” del club, un empleado nada más.

En el laboratorio de química, Emily y Toby aún no terminan su práctica. El ambiente comienza a perder su incomodidad cuando Emily se da cuenta de que a Toby le gusta la misma banda de música que a ella. “¡Wow tenemos tanto en común!”. Ugh. Así que empiezan a platicar más y más hasta que… chan chan chaaan…. Quedan en reunirse más tarde. Y repito: ugh.

Aria acompaña a su maestro-novio a una especie de bar donde en efecto, él lee una historia que escribió. Ahí Aria conoce a un amigo de Mr. Fitz y los tres empiezan a platicar. Mr. Fitz se disculpa porque el tiempo de calidad alumna-maestra será interrumpido. En un punto, los dos amigos se quedan solos y el individuo-amigo-de-Fitz, Hardy, lo regaña porque sabe lo que está sucediendo entre él y Aria.

Le dice lo que ya sabemos: es ilegal, inmoral, ilógico, y todo lo malo que empiece con el prefijo “i”. Después de la conversación, Fitz se porta más seco con Aria. Pero de todas maneras, saliendo del bar, los dos terminan en casa de Mr. Fitz. Ambos vuelven a discutir acerca de las implicaciones de tener una relación. Aria insiste en que lo único que importa es que se la pasan genial juntas. Sin embargo, no pueden hacer eso en público. Ay, pero Fitz es taaan débil y al final termina besándose con Aria.

Mientras tanto, Hanna investiga acerca de la chica con la que vio a Sean, y de la que asume “está tratando de ligarse a Sean”. Su mamá le da apoyo moral, y la tranquiliza un poco. Después tocan el tema de la nueva novia e hijastra de su papá. Mamá-Hanna se entera de que su ex-esposo ya está comprometido con la otra señora. No lo toma muy bien, pero trata de disimularlo. Cuando se va, Hanna recibe un mensaje instantáneo en su computadora: “Ahora sé DOS secretos. ¡A Hanna la dejaron y a Emily la BESARON! -A”. Y segundos después, le mandan un archivo adjunto. La curiosidad de Hanna abre el archivo y ve esta foto, que seguro ustedes ya se saben de memoria.

Más tarde, en el lugar de encuentro de todo el pueblo (un restaurante llamado “The Grill”), Hanna le cuenta a Spencer lo que le ocurrió en los consultorios. La rubia asegura que Jenna estaba usando el mismo color con el que les dejaron el mensaje. De repente, Emily llega al lugar, pero para encontrarse con Toby. Al ver a sus amigas, Em prefiere ir con ellas porque evidentemente no quiere que la vean con Toby, el chico raro que estaba intercambiando miradas asesinas con Hanna. Sus dos amigas la ponen al tanto del encuentro con Jenna, y Emily sólo mantiene la cara de culpable por haber plantado a Toby.

Spencer decide irse temprano. Justo en ese momento una mesera se acerca y le dice a Emily que “alguien” le dejó un algo, un disco. Emily sabe perfectamente que ese alguien es Toby. Hanna, curiosa, le pregunta acerca de la persona misteriosa.

Emily: Alguien de la escuela
Hanna: Bueno, a quien sea que lo haya hecho debes de gustarle mucho.
Emily: No, sólo hemos hablado acerca de esta banda que a los dos nos gusta.
Hanna: ¿Es de alguien que a ti te gusta? Perdón. No tienes que decirme nada. Pero… si hay alguien en tu vida que se preocupa por ti… entonces estoy feliz por ti. No importa quién sea.

Aw. Hanna acaba de ganar como 1000 puntos en mi escala de las PLL. En la noche, Emily escucha el CD que le dieron, y su cara pensativa abre otro enigma para resolver: ¿En quién está pensando? ¿Sonríe por lo que le dijo Hanna o por el cd de Toby?

Al siguiente día, en casa de Sepencer, su papá le pide que algo así como que se deje ganar por su socio y su hija en el juego de tenis. Porque obviamente, el papá necesita que su socio esté contento para que pueda cerrar el trato con él. El fin justifica los medios. Meh. Spencer no se queda muy contenta con esto, pero de todas formas obedece a su papá. Al final del juego se encuentra con Alex, quien después de oír el por qué Spencer perdió, le sugiere que ya no le haga caso, porque está mal. Spencer no le hace mucho caso, pero decide invitarlo a salir. Él acepta felizmente. Y quién no lo haría. En casa de Spencer, ella y su papá tienen la conversación de “lo único que importa es ganar”. La chica se da cuenta del monstruo que es su papá, y en lo que ella se está convirtiendo. Así que finalmente le confiesa lo del ensayo. Se justifica diciendo que lo hizo pensando como él: lo único importante era conseguir el premio. Y el señor pues qué le dice… inteligentemente se queda callado.

Hanna por su parte decide ir a investigar a dónde había ido Jenna el otro día. Logra entrar al dichoso cuarto, y de repente, de una puerta al fondo, sale un doctor y la llama “Martha”. Resulta que es la oficina de un psicoterapeuta, y él piensa que Hanna es su nueva paciente. La rubia le sigue el juego un poco pero decide huir. En su casa, ella vuelve a tener una conversación con su mamá acerca de los novios y blah. Su mamá le sugiere que ella sea quien lo busque, porque sino, lo siguiente que sabes es que tu esposo te dejo y está comprometido con una rubia odiosa. Más tarde, Hanna va a las oficinas, y se encuentra a Sean (justo antes de lograr entrar al famoso consultorio de nuevo), y ambos hablan felizmente. Resulta que la rubia-Barbie de la que Hanna tenía celos, era sólo una chica compañera de Sean del Club de Celibato. Es en serio. Esta vez, Hanna le muestra su apoyo y son felices.

Las cosas en la casa de Aria empeoran. Ella decide ir a buscar refugio con Ezra Fitz, pero su emoción queda aplastada cuando él la recibe con una cara de “hoy no comeremos juntos”. Ella le pregunta que si dejó su teléfono ahí. Él le responde que sí, y que de hecho, no dejaba de sonar, y que lo vio, y que vio el mensaje que le habían mandado. Un tal “A”. ¿El mensaje? “Aria suertuda, otras chicas tienen que hacer la tarea. Tú puedes hacérselo al maestro”.

Ezra se vuelve loco y dice que si “A” sabe entonces seguramente “B”, “C” y “D” también se pueden llegar a enterar. Aria intenta explicarse pero no le dan oportunidad, y prácticamente la corren de la casa. Así que Aria simplemente va a su casa, a refugiarse con su hermano, palomita y una película.

Emily decide ir a reparar el daño que causó la noche anterior, y va a disculparse con Toby. El chico aún está medio sentido. Pero Em usa su dulzura y encanto que nos ha cautivado a lo largo de estos capítulos, para que la disculpe. En lo personal, creo que sólo bastaría que se me parara en frente para que la disculpara… eso si es que me pude haber enojado con ella en primer lugar. Pero como Toby sabemos que no es completamente humano, hace falta que Em le regale un cd hecho por ella. Y sí, el final es súper lindo, pero la pareja me sigue sin convencer. Toby es demasiado raro. Y Emily demasiado perfecta.

Y no, ahora no hubo final “chan chan chaaan”. Tampoco se decepcionen si es que no les gusta la pareja Emily-Toby. Sólo… sigan viendo ?

Escrito por: Namezne Puedes seguirme leyendo en mi blog o saber lo que hago diariamente por mi twitter

Acerca de mí: Escribo directo desde México, la capital, para ser más exactos. Aún me faltan 2 años para votar y sigo viendo programas para niños de vez en cuando. Vivo en lo platónico e imposible, y a veces me cuesta aterrizar. Pero no engaño a nadie… así soy feliz.