Bienvenid@s nuevamente a Sugarlandia, ya va quedando poco para el final así que veamos con que nos sorprenden en este capítulo.

Nuestra adorable pellirroja comienza a notar con preocupación que su relación con Saint está pasando por una fase de apagón en la cama. Pasaron sin escalas del sexo disponible las 24hs a “prefiero que esta noche cada una duerma en su casa porque mañana tengo muchas cosas que hacer”, que como ya sabemos nunca hay nada tan importante para hacer que te impida dormir con tu chica si realmente hay ganas.

De repente Kim se ve rodeada de un montón de parejas dando rienda suelta a su amor y sus hormonas. Sugar con Mark ocupándole la cama. Stella y Nathan con sus intercambios de esa noche.

Probablemente si por la mañana te despertas en el ataúd de tu hermano, es sinónimo que algo no anda bien, bueno, y si tu hermano tiene ataúd en su habitación también sería algo que debería llamarte la atención, pero ya sabemos que en esta historia, todo esto son detalles superficiales. De hecho, su hermano aparece maquillado y con plumas por la mañana y nadie pregunta nada.

Kim aburridísima decide ir a ver a Saint y comentarle que Kim y Mark de continuar su relación van a estar usando su cama todo el tiempo, que encima Mark había tenido la loca idea de llevar a Sugar a una galería de arte, y si alguien no está interesada en arte, es precisamente Sugar. Saint no tiene mejor idea que decirle que quizá está celosa. Por suerte Kim ni le hace caso al comentario. Saint está por decirlo de alguna manera, rara. De un mal humor notable y bastante cortada con Kim. Le dice a Kim que tiene muchas cosas que hacer, que tiene que abrir la tienda y tiene todo repleto de cajas sin acomodar, así que nuestra pelirroja huye antes que haya derramamiento de sangre.

Una vez en casa, Sugar comienza a contarle a Kim que estuvo en la galería de arte con Mark, que el arte es super difícil, pero andar besándose por los rincones de la galería lo compensa. Le comenta que esa noche van a ir a ver teatro ruso, y nuestra pelirroja no es que sea fanática de la idea de ir a galerías o al teatro, pero si le gustaría que su novia le preste atención o al menos le hable.

Como no tiene suficientes frustraciones, aparece Stella diciéndole que quiere hablar con ella. Kim sin dejarla hablar le dice que todo lo que hace le parece repugnante, que no le interesa oír nada y que por una vez actúe como una madre. Stella le dice que ordene su cuarto que es un asco y se retira sin decirle para que había ido a hablar con ella. En ese momento suena el móvil de Kim, y se alegra al ver que es Saint y le pregunta si va a rescatarla de su vida miserable. Saint le dice que en realidad la llama para decirle que no va a ir porque necesita un poco de espacio. (Insertar aquí sonido de explosión). ¿Espacio? Esa necesidad tan abstracta como la de ¿tiempo’. Necesitar espacio o tiempo es algo tan impreciso que puede ser la antesala de algo bueno como de una calamidad. Veamos cual de las dos opciones resulta ganadora.

Kim le comenta todo esto a Sugar y le pregunta que significa que Saint necesita espacio, a lo que la sabiduría de la ahora reformada amiga, le dice que es una mala señal, una muestra de que algo no está haciendo bien. Kim le ofrece salir esa noche a divertirse para olvidarse de todo, pero claro, ahora Sugar tiene novio, así que nada, a soportar estoica la soledad y la incertidumbre de su novia. Por supuesto jamás el plan será quedarse en casa leyendo un libro, no, no, siempre involucra en primer lugar una botella de algo, y a continuación alguna acción de la cual se verán consecuencias a la mañana siguiente con la correspondiente resaca.

Así que en ese orden vemos a Kim botella en mano y luego tocar el timbre del apartamento de Saint para ir a pedir explicaciones. Quien atiende no es Saint sino Mark, que se suponía iba a salir con Sugar, pero no, ahí está con su carita de niño bueno perfecto y no sabemos bien que hace ahí. Mark le explica a Kim que prefirió pasar a ver a Saint porque ella suele ponerse triste en esa fecha de aniversario. Kim le pregunta aniversario de qué, y Mark le responde que el aniversario de la muerte de su madre.

En ese momento llega Saint y hace un intento de invitarla a que se quede a comer con ellos, pero Kim cobardemente prefiere irse.

Al otro día Kim está en la playa con Sugar y comienza el interrogatorio: ¿Qué tal con Mark? ¿Dónde fueron? ¿Por qué las mentiras si sé que Mark estuvo con Saint?, entonces Sugar le dice que en realidad estuvo hablando con Stella y más tarde lo vio a Mark. Kim lo primero que piensa es que su madre quizá quería invitar a Sugar a sus juegos de intercambio, pero Sugar le aclara rápidamente que no, que en realidad Stella está embarazada y necesitaba hablar con alguien. (Insertar aquí sonido de explosión).

Kim se siente culpable entonces decide ir a hablar con su madre. Le pregunta como se siente y obviamente lo que cualquiera quiere saber ¿de quien es? ¿Es de Nathan? Stella le dice que con Nathan es con el único que no ha usado protección, pero que por favor todavía no diga nada porque ella todavía no se lo ha dicho. Termina de decir eso y aparece Saint.

Evidentemente la niña está de pocas palabras porque pasan directo a la cama. Ahí Kim le dice que quizá está celosa de Sugar y Mark, pero no porque sienta algo por Sugar, sino porque parecen estar pasándola bien. Saint un tanto molesta le dice que ellos recién están comenzando. Kim le dice que le gustaría que compartieran lo que les pasa, como por ejemplo lo de su madre. Saint sigue más bien como enojada y distante, y por primera vez en esa relación pareciera como si se hubieran invertido los roles y la madura de las dos fuera Kim.

En lo mejor de la conversación (o bueno, en lo mejor de casi todo) aparece Sugar para romper el clima. Totalmente alterada porque Mark quiere que conozca a sus padres. Kim y Saint quedan con su conversación inconclusa y Saint se va.

Stella se sienta a hablar con Nathan y le comunica de su embarazo. Su reacción no fue de felicidad ni de disgusto, en realidad fue más bien: ¿otro más? Pero si somos un desastre con los dos que tenemos. Obviamente no era la reacción que Stella esperaba y se va disgustada.

A continuación tenemos la cena entre Mark, sus padres y Sugar. Como es previsible, Sugar no es lo que los padres de Mark esperan para su hijo. Así que se da una sucesión de diálogos incómodos a lo largo de la noche.

Finalmente Saint llama a Kim porque quiere hablar con ella. Cuando se encuentran comienza a decirle que entiende su necesidad de compartir lo que les pasa, que ella se convirtió en una persona cerrada luego de la muerte de su madre, porque alguien tenía que ocuparse de todo el caos y no podía perder el tiempo con esas cosas. Que ahora se encuentra con que tiene una persona cerca de la cual puede confiarle sus cosas y simplemente no está acostumbrada y tiene miedo, porque el miedo puede ser muy atemorizante.

Y cuando se venía la escena romántica de sexo reconciliación…sí, sí, siempre está Sugar en medio para estropearlo todo.

Al parecer Sugar dejó a Mark porque se cansó de ser un proyecto de mejoras para él. Ella es lo que quiere ser y él que quiera, la tiene que aceptar así. A mí lo que más me molesta de todo este tema es que me arruinaron la escena romántica entre Saint y Kim, desde ya.

Mientras Stella y Nathan deciden que van a tener su tercer hijo, Sugar le comunica a Kim que a partir del día siguiente su cama vuelve a ser sólo de ella, que por esa noche ya tiene donde quedarse….el ataúd de Matt.

Y nuestras niñas llegan a la conclusión que la comunicación es muy bonita pero en algunas ocasiones, las palabras sobran.

Bueno, bueno, ya el próximo es el último capítulo de temporada y de la serie, así que a prepararnos para el final.

¡Hasta la próxima!