5 errores que no debes cometer al salir del armario

A medida que pasa el tiempo parece que salir del armario se hace cada vez más fácil. Una vez que das ese primer paso y te decides a soltarlo al mundo como que vas agarrando practica y al final ya no te da ninguna pena hacerlo, vamos, que es como comer. Yo es que en los años que llevo escribiendo en este blog, he ido perfeccionando mi técnica. Que si salir del armario en el trabajo, que si salir del armario con el doctor, por hacer hasta me he atrevido a darles algunos consejos para que se preparen mejor para salir del closet con su familia.

Pero el caso es que el otro día estuve pensando, que quizá de lo que más se aprende es de los errores. Hay muchas cosas que me hubiera gustado no hacer en mis salidas del armario. Y bueno, desafortunadamente (o no que todo eso me ha llevado a estar en donde estoy ahora) yo ya no las puedo cambiar, pero sí las puedo compartir con ustedes para que no les toque llevarse el chasco. Y por eso decidí escribir este artículo con 5 errores que no debes cometer al salir del armario. Pero ya que me había puesto a escribirlo pensé que sería interesante enriquecerlo con la experiencia de otras lesbicanarias, así que me decidí a comentarlo por mis cuentas de Twitter y Facebook por si alguien quería aportar al post y me llevé una linda sorpresa porque un montón de ustedes me contestaron y se armó una conversación muy interesante y que me enseñó muchas cosas nuevas. Así que sin más vamos a entrar en materia.

1. No estar segura de ti misma y de quien eres.

Cuando se trata de salir del armario ante tu familia, lo más probable es que durante un tiempo ellos se sientan bastante confundidos. Puede ser que todo salga bien, sean muy abiertos y no pase absolutamente nada. Pero para la mayoría de los padres es difícil conciliar la imagen que han tenido de ti durante tanto tiempo con la que eres en realidad. Les hace sentirse inseguros y heridos el pensar que si no sabían eso de ti podrían haberse perdido muchas cosas más, te ven un poco como a una extraña y eso les asusta. Por eso es muy importante que cuando hables con ellos estés segura de ti misma y de quien eres.

Cuando yo salí del armario (bue a mi más bien me sacaron jeje) tenía mucho miedo. Apenas estaba descubriéndome a mí misma que era gay. De hecho, aún me costaba procesarlo, pensaba cosas como «no, no soy lesbiana, es que me gusta ella y nada más», aunque en el fondo de mi ser siempre había sabido que nunca había desarrollado sentimientos profundos por chicos (no es que no viera a un chico guapo, sino que no me enamoraba de él) no estaba preparada para afrontarlo.

El caso es que cuando mi madre se enteró fue muy difícil para mí. Ella empezó a hacerme toda clase de preguntas muy enfadada y llorando y a mí me tomó completamente por sorpresa así que no estaba preparada y no sabía que hacer. Todo lo que estaba pasando a mi alrededor me asustaba mucho. Temía afrontar mi vida tal cual empezaba a comprender que necesitaba hacerlo para ser feliz. También me daba miedo ver la reacción de mi madre y entender que existía la posibilidad de que esa fuera la cara con la que me iba a encontrar de ahora en adelante y eso me dolió muchísimo.

Quisiera teletransportarme a ese momento y haber sido valiente, pero la verdad es que no lo fui, más bien todo lo contrario, fui totalmente cobarde y tomé la salida fácil. Necesitaba un punto de retorno y le dije que en realidad me gustaban también los chicos, que tal vez fuera bisexual. Y es verdad que eso en ese momento le relajó un poco, pero también es cierto que con esa mentirá retrasé todo su proceso y no lo hice más fácil, más bien la confundí más.

Pasados los años entiendo que es mejor ser segura. Decírselos con convicción y es que como me comentaba Yesenia, a veces el decirlo llorando o con miedo hace que ellos sientan que pueden cambiar tu decisión o que puedes estar confundida.

Así que si tienes la opción de decidir cuál es el mejor momento y no tienes muy claro como puede reaccionar tu familia, intenta no hacerlo en medio de tu confusión, conócete primero a ti misma y luego preséntate ante los demás.

2. Ser Ingenua

Siempre he pensado que es genial ser una persona positiva. Cuando se trata de afrontar tanto los momentos duros como los felices, todo se endulza mejor si los atacas con una sonrisa. Pero una cosa es pensar que las cosas pueden salir bien y otra es no ir preparada para la acción. Y cuando se trata de afrontar tu salida del armario es necesario que no seas ingenua.

Eso no significa que debes pensar que seguramente te correrán de casa, quemarán tus fotos y te eliminarán del árbol familiar. Simplemente es que tienes que prepararte y entender que a lo mejor vas a pasar un momento duro y tienes que ser lo suficientemente madura para afrontarlo.

Y no hay que ser ingenua tanto para lo positivo como para lo negativo. Porque te puede pasar como a Chubizz que confíes en alguien que no pueda o no quiera guardarte el secreto y haga todo un desmadre. O como a Kaiales que pensaba que todo iba a ser soplar y hacer botellas con sus padres. Claro que por otro lado, tampoco es normal volverte loca, intenta tomarlo con calma, no sea que te pase como a Lau__im y al final tampoco sea para tanto.

Nadie conoce mejor a la persona con la que va a salir del armario que tú. No puedes tener las mismas expectativas si vives con una familia bastante liberal que la que debes tener si tus padres son extremadamente religiosos. Todos pueden sorprenderte, tanto para bien como para mal, así que tienes que estar preparada para las circunstancias que te toquen. Sé positiva, pero infórmate, prepárate y ataca.

3. Ser muy joven al contarlo

Este punto es un poco difícil de abordar, porque ¿cuándo se es demasiado joven? Hay personas que son muy maduras a los 15 y otras que a los 30 seguimos igual :P. Pero lo cierto es que mientras más pequeña seas es más fácil para tus padres hacerlo a un lado pensando que estás experimentando o que estás confundida.

Quizá lo más interesante en este punto sea entender cual es la relación con tus padres y si estás preparada para afrontar algo así. Y en el caso de que la respuesta sea positiva pues entonces (volviendo a los puntos uno y dos) informarte, prepararte y llenarte de seguridad para contárselos, porque mientras más preparada estés al decírselos, más entenderán ellos que no es algo de lo que estés hablando a la ligera. Por ejemplo, intenta pensar por adelantado en todas aquellas preguntas que pueden hacerte al salir del armario y las respuestas que vas a darles. No puedes adivinar todo lo que va a pasar, pero si ven que te has preparado para ese momento entenderán que es algo que has estado pensando y no una cosa del momento.

A Isabel y Snow les ha tocado lidiar con sus padres porque al habérselos dicho tan pronto siguen pensando que puede que en un futuro cambien de opinión. Y el problema realmente es más difícil cuando te toca lidiar con la presión como a nubeubicua

4. Salir del armario como reacción a un evento

Dar el gran paso siempre será difícil, se necesita valor para hacerlo y a veces lo vamos reprimiendo durante tanto tiempo buscando el «momento perfecto» que terminamos haciéndolo en el peor de los instantes.

A Yovanu por ejemplo le hubiera gustado hacerlo en un momento mejor. Porque me contaba que cuando pasó estaba enfadada porque sus padres le habían tocado la moral y la manera en la que lo dijo no ayudó en nada al proceso de aceptación de familia. Y a Bate le pasó igual, terminó gritándoselo a su padre en un mal momento. Lo mismo le pasó a Jolen

En fin que a estas alturas te darás cuenta de que es una especie de patrón. Así que si estás enfadada, no le grites a tus padres que eres lesbiana, porque lo entenderán como una forma tuya de castigarlos y te costará el triple de tiempo y esfuerzo hacerles entender que no es así. Respira 10 veces y piensa que siempre habrá un momento mejor que ese para hacer tu gran salida.

Ahora que si ya has salido de esa manera y en este momento estás sufriendo las consecuencias, te alegrará saber que no hay mal que dure cien años y que todas las lesbicanarias que compartieron esta experiencia están ahora muy contentas de haber salido, aunque preferirían haberlo hecho de otra forma.

5. No salir del armario

El peor error de todos los que puedes cometer me lo he dejado para el final. Y es que no importa lo difícil que sea, los problemas que te traiga, las lágrimas que ocasione, lo cierto es que nada es peor que vivir una vida de mentiras y vergüenza que te hace infeliz.

Quizá te parezca que lo digo yo porque ya he pasado la experiencia y es «fácil» para mi. Pero lo cierto es que también hay personas como Livy y Annuki_00 que están lidiando con ello y entienden que no es la mejor opción.

Esto no significa que tú tengas que salir, hacerlo no es una obligación y el tiempo y momento correcto solo tú lo puedes decidir. Es solo que una vez que ha pasado el mal trago, es increíblemente satisfactorio vivir sin tener miedo. Mirar a los ojos a tu pareja en un salón lleno de gente y tomarla de la mano sin que te importe si «fulanito de tal» puede llegar a sentirse ofendido es la experiencia más linda del mundo. Así que yo te lo recomiendo.

En Conclusión

Estas son solo 5 cosas que sería bueno que evitaras si quieres hacerte más fácil tu salida del armario. Si lo que estás buscando son consejos en positivo te recomiendo que leas, este post sobre como prepararte para el momento. Pero lo mejor para mí de escribir cosas como estas es que siempre hay alguien del otro lado de la pantalla que las puede enriquecer. Así que si ya saliste del armario sería genial si nos cuentas cual ha sido tu peor error para poder evitarlo y si no has salido y tienes alguna duda, este es un lugar genial para preguntar, seguramente habrá otra lesbicanaria que te pueda echar una mano.

Imágenes por: Giarose, Spaceodissey y Inrime_nasrul