Escrito por: Yovanu

Escribo desde Buenos Aires, Argentina, no es lo más al sur que se puede estar, pero casi, así que si bien geográficamente tengo una visión austral del mundo,mi imaginación no conoce fronteras. Me gusta encontrar belleza en lo extraordinario y lo cotidiano, lo grandioso y lo pequeño, así que no es raro verme con una cámara de fotos de aquí para allá captando todo aquello que ven mis ojos y más, en especial lo imperceptible.

Bienvenid@s al capítulo final de Sugar Rush, momento de definiciones y para nuestra pelirroja, momento de decisiones.Todo el tiempo tomamos decisiones, algunas más importantes que otra, pero a nuestra protagonista le llegan un par juntas en poco tiempo.

¿Ayudar en el parto de su madre si Nathan desaparece? ¿Mudarse con Saint? Y está es LA decisión.

Ni bien Saint le ofrece quedarse en su casa así pueden pasar más tiempo juntas, y de paso ella no tendría que volverse a su casa para estudiar, Kim no lo piensa demasiado y le dice que sí. Pero ¿lo pensó bien? ¿Está segura? La respuesta es obvia, no lo pensó ni 2 segundos…por eso cuando se da cuenta de la situación en la que está metida acude a los mejores métodos: cara o cruz, listas de pros y contras…que por supuesto no la llevan a ningún resultado claro.

Mientras Kim sigue en su disyuntiva ¿mudarse o no mudarse? Esa es la cuestión. El dúo dinámico Nathan y Stella que ahora se encuentran en la dulce espera de una nueva víctima, también se enfrentan a cambios en su vida.

Eliminar el tabaco y el alcohol, lo primero. Stella cree que esta es una oportunidad de la vida de hacer las cosas bien de una buena vez. Es el comienzo de una nueva era de la responsabilidad. Matt por su parte, sigue sin cambios, sigue siendo un Frisi y sigue metido dentro de un ataúd.

El panorama familiar de Kim no es precisamente el de una familia armoniosa que haga difícil decidir si se queda o se va.

¿Y donde está Sugar? Bueno, no hace falta nombrarla mucho que enseguida aparece. Al parecer la oveja descarriada también va encaminando su vida, consiguió un trabajo malísimo vendiendo zapatos geniales (pero le hacen descuento para comprarlos), está yendo a clases una vez a la semana….pero no, no, nada de libros, fórmulas matemáticas ni nada que se le parezca, está yendo a clases de pole dance, y está viviendo sola ¿disfrutando? de su vida independiente. Bueno, está haciendo el intento, pero tanto ella como Kim se nota que están aburridísima y extrañando su vida aventuresca de antes…es que vamos, no han caído presas, no han robado nada, se están emborrachando poco, hace como 2 capítulos que no veo drogas, se están aburguesando, las niñas se nos están haciendo mayores.

Por eso Kim le ofrece ir a bailar esa noche y pese a que Sugar detesta el lugar, básicamente porque está lleno de lesbianas, acepta la oferta. La idea de Kim es salir, divertirse, dejarse llevar y no tomar ninguna decisión.

Y bueno, como para que no nos olvidemos del espíritu de esta serie, las vemos botella en mano divirtiéndose en un parque de diversiones primero y luego ya en la disco. Ahí Sugar tiene un entredicho con otra chica y termina tirándole con cerveza, es decir, resolviendo todo al maduro Sugar´s Style.

Obviamente después de la agresión salen las dos corriendo del lugar y frenan en una puerta, risitas van, risitas vienen y cuando menos lo imaginamos, se están besando. Podría decir que fue sólo Kim, pero no…Sugar no se quedó atrás y respondió el beso…bueno, los besos.

Al día siguiente, nuestras niñas están haciendo como que no pasó nada. Kim eligiendo zapatos en el trabajo de Sugar y ésta invitándola a la fiesta de inauguración de su apartamento…con Saint, claro.

Mientras tanto nuestra pelirroja sigue evitando tomar una decisión, aunque hasta donde recuerdo a su chica le dijo que se mudaba, con lo cual mejor que vaya aclarando su futuro. Y claro, mientras ella no se decide a enfrentar a Saint, la vida decide que Saint la enfrente a ella. Como no tiene otra alternativa más que hablar, comienza a contarle a Saint su dilema. Saint le dice que pensó que estaba segura de querer mudarse cuando se lo dijo. (A ver Saint, si le propones una idea así a una chica de 17/18 años, no esperes reacciones maduras..).

Kim le plantea todos sus temores y Saint le dice que no se preocupe, que era una sugerencia de todas formas, que ella la comprende y que no pasa nada. (Pero todas sabemos que sí pasa, que a Saint le hubiera gustado que no hubiera dudas, y que le dice todo eso solamente para dejarla contenta). Pero bueno, el malhumor es evidente y quedan en verse por la noche en la fiesta de Sugar.

Por la noche, Kim y Saint están caminando rumbo a la fiesta y la tensión se siente en el aire. Por más que intentan hablar se nota que Saint está enojada, entonces cuando están llegando, Saint le dice que el problema es que ella no se dio cuenta que están en diferentes frecuencias, ella se da cuenta que está en un momento de su vida donde quiere compartir su vida con alguien y Kim está en otro donde quiere salir y divertirse. Saint le dice que mejor se ven más tarde y se marcha. Kim hace de cuenta que aquí no ha pasado nada y se queda en la fiesta de Sugar.

En la fiesta hay algunas ex compañeras de prisión de Sugar que no pierden el tiempo e intentan flirtear con Kim, quien no sé si porque está dolida con Saint o simplemente porque le gusta, les sigue el juego. De hecho sino fuera por la indignación que le provoca a Sugar verla así, Kim no se hubiera detenido. Es decir, por una vez, la voz de la conciencia termina siendo Sugar. Kim termina contándoles a las desconocidas que su novia está loca, que le ofrece pasar su vida con ella, y que ella a su edad tiene mejores plantes, sexo y alcohol. Las desconocidas aplauden como focas en el circo pero Sugar la mira sin entender nada. Finalmente harta de ver a su amiga haciéndose la rebelde sin causa, la saca a empujones de la fiesta.

Sugar le dice que cree que está loca, que tiene la oportunidad de vivir al lado del mar con una chica que está loca por ella y que lo está echando a perder. Kim le dice que tiene miedo porque es un gran paso, y Sugar le dice que no puede quedarse con la familia Adams sólo por tener miedo al compromiso.

Kim le dice que es más que eso, y ahí les agarra el momento melancólico de la noche. Kim le pregunta si nunca se preguntó que hubiera pasado con ellas si Sugar no se hubiera ido (supongo que a la cárcel), y Sugar le dice que sí, que alguna vez lo pensó, pero que Saint es genial, y es lo que ella se merece, alguien genial. Lloran, se abrazan y Sugar le dice que vaya ya mismo a buscar a su chica.

Kim finalmente llega a casa de Saint, y creo que a partir de este momento, la casa de ambas, y hacen las paces. Y cuando están en el momento maravilloso de “te amo”, besitos, lagrimitas y demás ñoñerias, ¿Qué puede pasar? ¿Quién puede aparecer? Pero si es la historia de nuestras vidas ya…..Sugar.

Sugar diciéndoles que la fiesta no terminó muy bien, más bien…su apartamento terminó en llamas. Y bueno, ella sabe que están construyendo su nido de amor, y que no es el mejor momento pero que necesitaría quedarse ahí unos días. Que mientras ella prepara algo para beber les deja tiempo para que lo piensen bien. Saint y Kim se miran….proyectar el futuro evidentemente no es muy fácil, decisiones, decisiones…que difícil es todo.

Y así termina la segunda y última temporada de Sugar Rush. El final es abierto, no sabremos nunca si Sugar se mudó con ellas, si Stella y Nathan mejoraron como padres, si Matt salio del ataúd y mil cosas más, no hubo una tercera temporada de esta increíble serie, así que nada, mil dudas sin resolver, pero el camino hasta aquí ha sido muy placentero.

La comandante y la tripulación les dan las gracias por haber viajado con yovanu y esperamos contar con ustedes en próximos viajes.

¡Hasta la próxima!