Hoy les traigo una buenísima noticia que afecta a todos los militares homosexuales en EEUU pero que nos tiene que hacer sentir contentas a todas. Y es que la Juez de distrito Virginia A. Phillips ha declarado que la polémica «Don’t ask, Don’t tell» es inconstitucional porque viola los derechos que les otorga la primera enmienda a gays y lesbianas.

Como sé que no todo el mundo sabe muy bien de que va la ley intentaré explicarla de manera resumida. Don’t ask, Don’t tell (No pregunte, No diga) es el nombre con el que se conoce la política actual que existe en las fuerzas armadas de EEUU respecto a los homosexuales. La ley prohíbe que cualquier homosexual o bisexual revele su orientación sexual o hable de ella mientras sirve en el ejercito. También prohíbe a los mandos superiores preguntar o indagar sobre la orientación sexual de quienes están a sus ordenes si la persona en cuestión no «exhibe» el comportamiento prohibido.

La ley fue introducida a principios de los 90s por Bill Clinton y lo hizo con buena intención, en ese momento estaba totalmente prohibido formar parte del ejercito si eras homosexual y esta fue una forma de intentar «parchearlo» pero lo cierto es que ha resultado contraproducente y que no ha ayudado en nada a los gays y bisexuales, más bien todo lo contrario (¿se acuerdan del caso de Tasha en L Word? pues la juzgaron justo bajo esta ley).

Actualmente la ley se ha debatido mucho y ha estado muy presente en los medios de comunicación del país porque Obama prometió (y seguimos esperando) abolirla, y porque varios militares condecorados y con mucha reputación han expuesto sus casos ante la mirada pública como el Teniente Coronel Victor Fehrenbach, el Teniente Dan Choi o la Cadete Sargento Katherine Miller. Y es por todos conocido que la opinión pública del país está en su mayoría de acuerdo con que los homosexuales puedan servir en el ejercito sin problemas.

La decisión de la jueza responde a una demanda interpuesta por Log Cabin Republicans, una organización de defensa de los derechos homosexuales, en el 2004. Y que alegría me da ver que el sector más conservador de EEUU tiene entre sus filas personas que luchan activamente por los derechos LGBT.

Todos estamos emocionados porque este nuevo fallo presionará mucho más al estado a mover ficha por fin y derogar esta ley que a todas luces es discriminatoria.