Escrito por: Caro

«Escribo desde el sur de España, más concretamente desde Sevilla, tengo 25 años. Soy una soñadora pero vivo despierta, un parte de mi mente vive aquí y la otra en lugares más lejanos y aunque mis ojos ven lo cercano, también, en ocasiones, ven más allá de las estrellas.»

Muy buenas una semana más, ni el trabajo, ni los estudios, ni nada impedirá que les traiga el resumen semanal, otra cosa es que lo entregue el día que debo, pero bueno. Así que sin más preámbulos, vayamos al tercer capítulo de estas guapas mujeres.

Nuestro capítulo para no variar empieza con lo que será nuestro muertito número uno, en este capi creo que no hace falta numerarlos porque este será el único. Vemos a un chico en su monopatín, feliz, contento, esquivando obstáculos y pasándolo bien. Cuando al final de un callejón ve un super coche negro que tiene toda la pinta de estar esperándolo, se acerca a él y esa es la primera y última vez que vemos al chico con vida.

Mientras en alguna tienda, esta nuestra jane, probándose vestidos, y siii, han escuchado bien, esa chica que siempre va en pantalones con chaquetas se está probando trajecitos. Va con la mama y eso es sinónimo de tensión y aunque la poli se repite una y otra vez que su cumple fue el mes pasado, la mama no piensa salir de allí a menos que no sea con 100 euros gastados como mínimo. Así que una hija resignada camino al probador le pregunta si trajo comida y agua porque la cosa va para largo… Al final dan con el vestido perfecto, y que quieren que les diga, si la madre la ve guapa, yo la veo hermosa, mejor juzguen ustedes.

Aunque Jane no sabe en qué momento de su vida se lo pondrá, según ella lo colgará en su armario. Que desperdicio… Todo se ve interrumpido por una llamada de trabajo que ya sabemos para qué, pues se lo vaticiné unas líneas más arriba. El chico del monopatín se encuentra muerto en medio de la calle y llega mi guapa Maura a la escena del crimen, ¿¿se puede ir más guapa a trabajar?? Nooo, no se puede. Que estilo, que manera de caminar, que sensualidad, que ternura, queee…en fin, sigo, que me pierdo.

El chico no muestra signos de agresión, ni heridas de arma blanca… en resumen, que hasta después de la autopsia, no sabremos qué ha pasado. Mientras Maura diagnostica, la policía no para de criticar al tenientito, que se encuentra en la escena del crimen hablando con la prensa y bueno, ya sabemos que la relación entre ellos no es la mejor.

Después, toca ese mal trago cuando los familiares tienen que reconocer el cuerpo, la madre del chico se hunde cuando lo ve. A continuación, interrogan a la madre no para de repetir que el demonio tomó a su hijo y remata diciendo que su nene no era el mismo desde que conoció a unos chicos, los patinadores, piensa que son malos.

Va a ver a su futuro amor, que sigue sin tener una causa clara de la muerte, pero unas toxinas encontradas en sus manos, hacen pensar que pudiera haber sido envenenado, pero también hubiera podido ser asfixiado por unas hemorragias que encuentra, pero ninguna de las dos hipótesis está clara. Maura al final diagnostica que parece haber muerto mientras le hacían un exorcismo. Y entre examen y examen Maura le pregunta si ve al tenientito sexy, la morena le confiesa que desde pequeña no se lleva nada bien con él, y le pregunta a Isles si es su tipo, pero la forense le responde que no. A ver si nos centramos un poco, ¿soy la única que se está dando cuenta que está tanteando el terreno mi querida Maura? Es tannn inevitable…

Averiguan que el chico no era nada religioso, a diferencia de su mama… Lo más destacable es que el sacerdote ha estado varias veces en prisión por asalto, robo… toda una joyita el líder. El confirma que le hicieron una purificación pero de ahí que lo matara, nada que ver, les dice que el demonio fue quien lo hizo, y para escépticas como Jane o yo misma, esa respuesta no es muy concluyente. Mientras Maura nos vuelve a dar una clase magistral de conocimientos. Que sexy me parece cuando se pone en plan intelectual, o sea, siempre.

Siguiente paso, interrogar al papa del chico. El matrimonio estaba separado desde hace años y luchaban por la custodia del nene. Un afectado padre, casado nuevamente, culpa de todo al sacerdote y a la iglesia… solo quería la custodia para alejarlo de todo aquello.

Al día siguiente se presenta la madre de Jane para llevarle el vestido que según dice se va a poner mañana en una cena, ante la mirada sorprendida de Maura, y no precisamente por la cena, sino que Jane y vestido en la misma frase… La mama se va no sin antes darle la comida, que la comparte con la guapa de Maura, mas muestras de amor, imposible…

El paso a seguir, hablar con un miembro de la supuesta banda de la que formaba parte Mathias, así se llamaba el chico, falta de educación que a estas alturas no lo dije. Pues el resultado, también culpa a la iglesia y al sacerdote de todo. Para colmo, le ponen a Rizzoli unas espeluznantes serpientes en su coche, ¡que simpáticos!

Siguen con las pruebas toxicológicas, pero todas son negativas, y es que hay miles, por lo que el campo es muy amplio y cuando Rizzoli le pregunta cuál sería la conclusión de Isles, ésta le dice que puede haber sufrido una especie de ataque al corazón debido digamos al “embrujo” anterior, que el miedo lo pudo provocar, que a lo largo de la historia hay casos muy bien documentados, pero Jane no deja hueco a duda respecto a eso.

Al día siguiente con una orden de registra en mano, ok, no la tiene pero consiguen entrar en la iglesia. Empiezan un ritual que se ve interrumpido por alguien tira una bomba de fuego por la ventana en el interior de la iglesia, y se `preguntaran que es lo primero que hace Jane, pues muy sencillo, coger al amor de su vida y ponerla a salvo, si eso no es amor…

El culpable resulta ser el chico de la pandilla que entrevistaron al principio y solo quería dar una lección, pues está convencido que los de la iglesia fueron lo que acabaron con Mathias, de momento lo dejan encerrado.

Una vez en la oficina, ve su vestido en la silla del despacho y sale pitando porque llega tarde a la cena en casa de su madre, pero al llegar solo se encuentra al tenientito… en otra palabras, su madre le ha preparado una encerrona con el jefe. Hago una pausa de cinco minutos para ir a llorar. La cena empieza en condiciones, él le tira varias indirectas muy directas, que si qué guapa, sexy… en fin, cosas que obviamente ya sabemos porque no estamos ciegas… Todo va bien para mi pesar, pero de repente una frase lo cambia todo y la cena es una mala idea, todo es una mala idea y lo mejor es que terminen con eso. Genial.

Se lleva una botella y saben dónde va, pues con quien sino con Maura. La morena le pregunta si se ve estúpida, pero Isles le responde que se ve “bellísima”… esa imagen se que quedará grabada en la retina de la forense. Empiezan a hablar sobre los chicos y sus defectitos y demás, acaso no se dan cuenta que algo falla… “nenas estáis caminando por la acera equivocada, a dos calles hay un paso de peatones, hagan el favor y se pasan a la nuestra, serán recibidas con los brazos abiertos”

Jane una vez en casa se queda dormida y tiene y sueño esclarecedor, en el que el chico muerto sostiene unas flores de color purpura, así que llama de urgencia a Maura, que llega con el pijama debajo del abrigo, hasta así la encuentro guapísima… empiezan a buscar el tipo de planta. Resulta que dan con ella, es una planta que crece en Boston, venenosa, difícil de detectar… tiene que determinar si es la misma que acabo con el chico. Al día siguiente resultado del análisis positivo. Bingo.

Así que se confirma que fue envenenado y lo mejor, es que Jane ha visto esas flores en un lugar, ¿En la iglesia? ¿Con el sacerdote? Pues no lesbicanarias hermosas, sino que está en el porche del a casa del padre de Mathias. El rápidamente niega haber envenenado a su hijo, pero en este caso, la culpable es otra, nada más y nada menos que su esposa.

Resumiendo, que como el marido iba a tener la custodia de Mathias, no quería más hijos, pero como su mujer sí que quería un hijo propio, pues no se le ocurrió otra cosa que quitarlo del medio. Detienen a la mujer y otro caso resuelto para la Rizzoli & Isles. ¿No hacen una pareja magnifica?

Y para terminar de manera brillante, el tenientito va a ver a Jane porque se marcha, un trabajo mejor, más importante y demás. Quería despedirse. Le pide perdón por los insultos realizados cuando tenían 5 años y le confiesa que siempre le gusto la morena, y cuando están a punto de besarse, Jane se acuerda de Maura y frena, ok, nooo, para porque sabe que él se va y aquello no tiene sentido, así que le da un beso casto y puro en la mejilla y le desea lo mejor, xau xau tenientito, te echaremos de menos, ok no. Y nada mas hasta la próxima semana, disfruten mucho y pásenlo genial. Nos vemos en el siguiente.