¡Buenas, Buenas! ¿Cómo las ha tratado la semana? ¿Listas para Plan V? Si la respuesta es no, miéntanme que me gusta.

Luego de la fiesta escandalosa de la semana pasada, los 4 integrantes de la casa han decidido acordar una serie de reglas a seguir para una mejor convivencia. Por supuesto la cuñada reprimida objeta todos y cada uno de los puntos que lee Ana logrando de esa manera que ni siquiera Martín la apoye y termina sola patinando en el aire. Eso sí, aparentemente hay un nuevo personaje (Consuelo) que al parecer va a vivir en la casa con los chicos. Supongo la semana que viene sabremos más de ella, ya que sólo la mostraron 2 segundos y no dijeron mucho más.

Mientras tanto Mara se encuentra feliz hablando por teléfono porque claro, ya debe llevar más o menos un mes de relación “súper estable”, entonces lo que sigue como buena lesbiana que es, es acordar horario para que el camión de la mudanza se lleve sus cosas. Si, si, como lo leen, Mara/Mora ya viven juntas.

Mientras Darío al escuchar el cliché lésbico sufre de indignación, aparece Flor que les avisa que ya se retira del trabajo porque tiene que ir a prepararse para su nueva vida. Ella ahora encontró la fe y ya no es nada igual, de hecho, está en un día especial porque la van a bautizar, y como es lógico todos van a asistir para acompañarla.

En el episodio anterior conocimos al jefe de Laura, y vimos que tiene otras intenciones con ella. Hoy vuelve al ataque, insiste en salir con ella a “tomar algo”, pero claro, Laura no se anima a decirle que no porque está de novia, muchísimo menos se anima a decir que tiene novia…piensa que con la excusa de tener que ir al bautismo puede salvarse, pero no… su jefe es insistente y quedan en encontrarse cuando termine la ceremonia.

Pato se acerca a su hermano porque no está segura si tendría que decirle a Mara lo que conoce de Mora. El hermano al enterarse que Mora es la chica que hacia sufrir a su hermana en el club de la dieta, automáticamente llama a su madre (más infantiles no pueden ser estos dos) para ver si se les ocurre un plan. Pato no quiere hacer nada porque piensa que no le van a creer, pero su madre logra convencerla que es mejor ir con la verdad. Entre las tres mentes brillantes se les ocurre llamar por teléfono a casa de Mora/Mara y cuando atienda Mara, con una voz disimulada decirle que Mora es una mentirosa. Anonadada me dejaron con semejante movida. Los de la gran estafa ya están temblando. Pero no tienen suerte, quien atiende la llamada es Mora quien se hace la tonta y corta.

Finalmente llega el momento que Flor estaba esperando. ¡Su bautismo! Sólo voy a decir que nunca asistí a ningún bautismo al lado del río ni con ningún sacerdote con esas pintas de haberse escapado de Woodstock, a mí siempre me toca la versión aburrida de todo. Todos están de blanco, a ver, si fuera un casamiento no se les ocurriría ir de blanco para no eclipsar a la novia, pero se ve que para un bautismo no están esas reglas y éstos se pusieron todos de acuerdo para ir del mismo color, no sé, cosas raras de plan V. Flor se bautiza y se van todos a festejar a un bar gay, que es donde siempre festejamos todos los bautismos…

Ni bien termina la ceremonia, Laura se va al encuentro con su jefe. Llega un poco más tarde de la hora convenida y le pide disculpas, ahí el jefecito le dice que cuando sea su novia va a llegar tarde a todos lados. Laura le dice que no entiende el chiste (yo tampoco). Le explica que tiene la fiesta de bautismo de su amiga y que no puede quedarse mucho más.

En la fiesta las cosas por supuesto siempre pueden complicarse. Aparece Débora, la psico ex de Ana con sus intenciones de siempre, incordiar, estar en medio, etcétera. Pato intenta hacer algo para echarla pero es inútil, enseguida la encuentra a Ana sentada y se ponen a charlar.

La loquita le dice que ella todavía la ama, y Ana le dice que ella está con Laura y está muy bien. La loquita no entiende porque tanta paranoia con que Laura las vea charlando juntas, claro, porque recordemos que Ana le dijo a Laura que habían sido compañeritas de colegio, nunca le dijo la verdad.

Cuando llega Laura a la fiesta, la saluda a Débora, le dice que es muy lindo que esté ahí, pero claro…como todas fueron compañeras de colegio, es lógico. ¿Por qué todas fueron compañeras del colegio, no? Y todas responden que sí, excepto un “no” de Pato.

Pato tiene (para desgracia de Ana) un ataque de sinceridad quizá por no animarse a contarle la verdad de Mora a Mara, y termina diciéndole a Laura que Débora es la ex novia de Ana. Laura se va enojadísima. Ana y todo el resto del grupo la quieren matar a Pato, excepto Débora que se ríe maliciosamente.

Flor se encuentra meditando cuando dos chicas la invitan a unirse con ellas, y ella les dice que no, que está recién bautizada. Sigue pensando y llama a su psicóloga para decirle que no va a retomar las sesiones de terapia y que además ha decidido un cambio en su vida….ahora quiere ser monja. Y yo no sé porque, me parece que alguien va a arrasar con el convento.

Eso fue todo por hoy, estén atentas al próximo episodio. ¡Hasta la próxima!

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