Plan V resumen de episodio 2×10

Y ya se nos va acercando el final de Plan V. Si no me equivocó sólo resta un episodio más para el final de la historia, así que mejor nos metemos de lleno en lo que paso en este ¿si?

Este episodio comienza con Mara y Mora eligiendo torta para el casamiento. No sean mal pensadas, torta pero la comestible no es que estén sopesando la idea de un trío ni nada…aunque si así fuera, después de tanto poliamor, ya no me extrañaría y que fuera con 3 chicas sería toda una novedad. Volviendo a la historia, Mara no sabe cual elegir, le pregunta a Mora y ella le dice que lo que sea que elija está bien, que lo que ella quiera, todo en un tonito amoroso-asqueroso para morirse. Para que Mora termine de caer fatal, Mara le pregunta porque no invita a su abuela, y la otra le responde que murió y por eso el anillo es tan importante. Recordemos…el anillo que compró por la calle un día que estaba con el grupo de la dieta y que Pato misma vio cuando lo hacía.

Mora le recuerda a Mara que esa noche es su despedida de soltera y que espera que se porte bien. Mara le dice que no se preocupe, que no va a pasar nada. Mora le pregunta si Pato va a ir, y Mara le dice que no, pero que además cual es el problema, que no quiere celos ni nada de eso. Mora le dice que no quiere que Pato le meta ideas en la cabeza, y Mara le pide que se quede tranquila, porque lo que le pasa a Pato es que como ahora se separó de Daisy la extraña, pero eso es porque no sabe estar sola, no está enamorada ni mucho menos.

Hablando de Pato, se encuentra con su hermano en la productora cuando aparece la desaparecida Daisy reclamándole que nunca más la llamó. Pato le recuerda que fue ella la que le dijo que si se iba al festival con Mara que se olvide de ella, entonces Daisy le dice que entonces es obvio que literalmente la olvidó, que no sabe desde cuando es tan obediente. Daisy evocando al i ching, el feng shui y quien sabe que otras cosas más, le dice que ella no debería decírselo, pero que no tiene que dejar que Mara se case.

Mientras tanto Ana y Consuelo preparan todo para la despedida de soltera de Mara. Consuelo le pregunta si le pidió permiso a la enfermita que tiene por cuñada, pero Ana le dice que no, que esa es su casa pero que por respeto igual le mandó un mensaje a Martín. Mientras Consuelo revolea un consolador de un lado hacia el otro, Ana la llama a Flor para ver donde están los demás. Flor le dice que primero tiene que pasar a buscar a Ramiro (porque sigue haciéndose pasar por la novia para que el padre de Ramiro no se enteré que el nene juega con los nenes), luego pasa a buscar a Mara y en nada están en la despedida.

Pero todas no están de festejo, hay dos que son la definición de la tristeza, y para que el cuadro sea aún más devastador, coinciden Laura y Pato en el mismo lugar. Una abrazada a una botella como si en eso se le fuera la vida y la otra también emborrachándose para olvidar.

En la fiesta en cuestión todo es risas y pasarla bien excepto para Débora, que es notorio no quiere estar ahí, ni con esa gente, ni en ese lugar, ni nada….al resto del grupo se les ocurrió hacer un juego donde le hacen preguntas a Mara y luego comparan con las respuestas que dio Mora, para ver cuánto se conocen. Muy sabiamente Darío acota que es obvio que eso va a dar mal porque se conocen hace 2 días. Es que estas dos han superado incluso la velocidad lésbica para irse a vivir juntas sino que además también le agregan lo de casarse.

Como era de esperar, la prueba es un desastre ni una coincidencia, no se conocen para nada, pero como para esa altura Mara ya está totalmente borracha de tequila, no se para a analizarlo demasiado.

Las dos tristes y solitarias borrachas entre tanto comparten penas, y así nos enteramos que Laura se quedó sin trabajo, aparentemente la despidieron…no tenemos muy en claro si el jefe lo hizo porque es lesbiana, porque no quiso salir con él…o como sea, pero va a ser entretenido sacarle dinero en una demanda por cualquiera de las dos. Pato le comenta a Laura que ella no es un buen partido para Mara, porque ya le hizo daño una vez y no sabe porque, porque en realidad todavía la quería, entonces mejor no hacer nada ahora.

Volviendo a la fiesta nos enteramos que la psicóloga de Flor, a quien ella le había declarado su amor, le envió un mensaje invitándola a salir, y mientras todos festejaban la nueva conquista de Florencia, llegó la cuñadita del opus con su habitual cara de asco. Martín se olvidó de avisarle que su hermana organizaba una fiesta, así que todo la toma por sorpresa y comienzan los problemas. Ella como siempre no quiere a esos enfermos ahí, todos deciden irse a un bar porque no la soportan y Martín se queda discutiendo con ella. Entre otras cosas le dice que no pueden seguir así, que él no tiene problema con las lesbianas, que de hecho él quiere mucho a su hermana y también la quiere a Laura.

Cuando se están yendo, Débora le dice a Ana que no es necesario que ellas también vayan, total no se van a dar cuenta que no están, que ella al otro día tiene que trabajar, que ya es muy tarde, en fin, una amargada…Ana le dice que ella quiere estar en la despedida de su amiga, que si quiere que se vaya ella a dormir. Débora le dice que no, que la acompaña y finalmente llegan todas al bar. Ahí como ya sabíamos están las dos tristezas en vida tiradas en un sillón cuando llegan todos los demás.

Mara y Ana se sorprenden al encontrarse a Pato y Laura. Laura le recrimina a Ana que esté ahí con Débora, entonces la asquerosita le dice que está ahí porque es la novia de Ana….Ana empieza a dudar entonces Débora le pregunta sino es con aquella acaso que se estuvo acostando los últimos días…a partir de ahí comienza un duelo verbal entre Laura y la estúpida y finalmente terminan agarrándose de los pelos. Pato las separa, Ana le pide a Débora que se vaya, quien lo hace pero no sin antes amenazarlas con que nunca más van a poder volver a trabajar si depende de ella. ¡Ay que miedo!

Ana le recrimina a Laura que estuvo con su jefe, pero Laura le dice que ella no se acostó con su jefe y que de hecho fue él quien la besó. Ana le dice que es lo mismo, Laura le dice que no es lo mismo…porque claro ¡no es lo mismo! Siguen con el reclamo melodramático, Ana diciéndole a Laura que pensaba que ella la amaba, y la otra diciéndole que ella no la amaba, que la ama…y se va. Todos la miran a Ana como para que vaya tras ella, y después de unos segundos reacciona y sale corriendo. Lamentablemente nos encontramos con la típica escena “cruzo la calle a lo loco, alguien grita mi nombre, me detengo y cuando me quiero dar cuenta…frenada y final de incógnita”. Bueno, eso…no sabemos qué pasó con Laura. Para una vez que Ana entra en razones, ya tenemos que ir al hospital.

Pero esta no es la única parejita que hay en la historia…mientras todo este melodrama se desarrollaba, no se sabe si producto del alcohol o que, Pato y Mara terminan juntas en la cama.

Mientras tanto en el bar quedan Flor, Darío, Ramiro y el hermano de Pato. Cuando Ramiro está contando que le va a decir al padre que es gay, aparece una chica con la que Flor tuvo una historia la temporada pasada, y que de hecho ya apareció también en esta…y que siempre quedó como algo pendiente. Aparece junto a otra chica a quien presenta como su novia. Flor tiene cara de no gustarle mucho verla con otra, entonces le pregunta si acaso no era que ella no era torta, y la otra le responde que ahora sí. ¿Ven? El telegrama a veces tarda pero siempre llega.

Ramiro toma coraje y le va a contar al padre que es gay…el padre no reacciona muy bien, pero él se siente feliz y Darío lo felicita por lo que hizo.

Volviendo a Pato y Mara, Mara termina llorando…quizá porque sabe que sigue enamorada de Pato, quizá porque también siente culpa por Mora…Pato le dice que no se preocupe, que ella entiende toda la situación y que además aceptó irse a trabajar a Uruguay. Pero ahí queda la cosa entre ellas por hoy.

El episodio termina con Ana sola y esperando en el hospital noticias de Laura. No sabemos si está bien, si es grave, ni nada.

No queda otra que esperar el próximo capítulo que aparentemente es el último y el que nos debería traer todas las respuestas que estamos esperando.

¡Hasta la próxima!