Escrito por: Caro

«Escribo desde el sur de España, más concretamente desde Sevilla, tengo 25 años. Soy una soñadora pero vivo despierta, un parte de mi mente vive aquí y la otra en lugares más lejanos y aunque mis ojos ven lo cercano, también, en ocasiones, ven más allá de las estrellas.»

Aquí presente una semana más para traerles el resumen correspondiente de estas dos guapísimas mujeres. Lo último que vivimos con ellas fue esa especie de mini crisis en la que “si me acerco te molestas y si tomo distancia peor”. Si es que no saben muy bien lo que quieren, va, si lo saben, pero igual ya sabemos que según que situaciones cuesta más o menos. ¿Pero para qué están los amigos? Para hacerles encerronas a lo grande. Y así es como terminan en la casa de Olli y Christian, que tras pasar los primeros momentos tensos después del enfado de ambas con un “al carajo con el turno” Rebecca reacciona y besa a la sexy camarera que no duda por un segundo en corresponder a tal gesto.

Y así nos las encontramos, con ese ansia, de “te beso, te quito la ropa” en ese sofá ajeno. Todo me parece muy sexy. Por desgracia, en televisión los minutos están contados y tenemos que dejar volar nuestra imaginación para concluir tal acto de amor. Porque lo siguiente que vemos es a las chicas semi vestidas.

El típico hambre que entra en depende que circunstancias hace mella, y labios carnosos le ofrece a su “camarera favorita con la que de vez en cuando le dan arranques de pasión” comida. Pero la otra, solo le responde que lo que necesita es un buen vaso de agua, y sí, mejor que recobres líquidos. Rebecca piensa que es una persona muy fácil de satisfacer pero la otra le responde de una manera muy sexy “¿estás segura?” y las chicas de nuevo se vuelven a besar. Tengo que confesar que siempre me quedo embobada con ese beso.

Labios carnosos empieza a hacer planes sobre lo que podrían hacer o “repetir” luego, le propone ir al castillo, pero Miriam al escuchar eso se pone nerviosa y su amiga-con-derecho sabe porqué, el conde mayor casi que las pilló en la cocina y a la chica le da cosita. Además ir al castillo… es como si a mí me proponen ir a la Moncloa… Así que ignorando un poco a Rebecca para mi desgracia empieza a vestirse (si, llámenme enferma) y en esas llegan Christian y Olli, que se sorprenden al visualizar la situación.

Al ver a los jefes la camarera les empieza a decir que va de camino y siente el retraso, pero nada, ya tiene suplente, por lo que para alegría de Rebecca, que la coge sin apenas preguntarle, la arrastra como cual princesa a su castillo. Tal cual, que grande. Así que lo primero que hace es presumir de hogar, se lo enseña a nuestra camarera asombrada, por lo grande que es. Y bueno, la condesa junior no tiene la misma ropa mientras que la camarera sí… ¿en qué momento ha sucedido? ¿Me falta alguna escena? Hiperventilo, pero, déjenme que imagine que se dieron una ducha juntas al llegar de casa de sus amigos y bueno, como no tienen la misma talla, Rebecca no le pudo dejar ropa… ok sí, me pueden llamar nuevamente enferma.

Rebecca le propone que se quede a comer, pero la camarera pone una excusa que me es muy conocida…”no puedo, tengo que estudiar para mi examen” y si, la rubia estudia y trabaja al mismo tiempo, que partidazo, bueno aunque partidazo la del castillo. Pero la condesa junior al final es muy perseverante y consigue llevarla casi a rastras. Y ahí aparecen en la mesa, con la mitad de la familia de labios carnosos. Y la presentación es muy grande porque Rebecca suelta un “esta es Miriam, mi novia…Miriam y yo estamos juntas”. Hasta yo me atraganté, que nivel, que nivel…

El conde de condes, o sea, el papá, que es fantástico las recibe con una sonrisa, mientras que ya se sabe que en toda familia hay algún pesado/amargado/busca-broncas… si sí, esa oveja negra que se lleva mal con todo el mundo, y ellos por muchos castillos y títulos que tengan también lo tienen. Y como tiene un nombre así raro, solo les diré que suena así como a Rata, no soy yo, ni es maldad, pero la verdad es que suena muy parecido. Ok, no, miento, pero le llamaré así.

Así que tenemos a una Miriam que está flipando en colores y deseando que se la trague la tierra, tenemos a un papa amable y simpático o suegro ideal, tenemos a una Rebecca decidida y lanzada, cuesta abajo y sin frenos y al Rata. Éste le pregunta si es una broma o es la nueva lesbiana del lugar y continua con que no le extraña porque eso viene de familia, y si, es verdad que de ese mismo techo ha salido más de una mujer que le atraía las de su mismo sexo, yo lo llamo buen gusto.

La comida sigue y nuestra labios carnosos le dice que a pesar de haber estado con hombres, está segura que le gustan las mujeres, o al menos esa mujer. Su padre le dice que perfecto todo, pero que tenga cuidado con la prensa que a veces se pasan de la raya y ambos empiezan a bromear, y a medida que lo hacen, yo miro a Miriam y la veo más asustada por momentos. Así que cuando se va su futuro suegro le suelta:

Miriam: ¿Qué te pasa? No voy a aparecer en la prensa contigo.
Rebecca: Solo estaba bromeando.
Miriam: Muy graciosa. De todas formas ¿Por qué le estás diciendo a todo el mundo que estamos juntas?
Rebecca: Bueno, yo pensé que tu… ¿No te ha gustado?
Miriam: Ese no es el punto. Pero dijimos que nos lo tomaríamos con calma. Yo todavía no se si quiero tener una relación a largo plazo y si fueras sincera, dirías que lo sientes de la misma forma…

Y se va dejando con esta carita a mi Rebecca. Pero a ver, en cierto modo es normal, que no hace ni 48 horas, decidieron ir despacio, después tuvieron una mini crisis, pero lo arreglaron y terminaron desparramadas por el sofá, y por último van a casa de una de ellas y esta la presenta oficialmente como la futura condesa junior consorte Pero no hay nada mejor que meditar las cosas con la almohada para darse cuenta de lo posibles errores cometidos. Pero eso no sucede, porque vemos que Rebecca se presenta en el café con la misma ropa, la que se ha cambiado es Miriam, por lo que desecho mi teoría de una posible ducha juntas. La camarera le está agradeciendo a sus jefes que le den tiempo libre para estudiar para un examen que tiene en cuestión de horas. Y cuando va saliendo ve a su amor.

Lo primero que hace la condesa junior es disculparse por todo, le dice que es una tonta y sabe que metió la pata y está muy arrepentida, dice una series de cosas sin apenas respirar que nuestra Miriam la tiene que frenar y decirle que respire, sería muy triste morir así. Labios carnosos le pregunta su podría perdonarla, pero por la sonrisa que tiene la camarera (muy dulce) está claro que ya está hecho.

Pero la perdona con una condición, no se crean que todo es un camino de rosas, y es lo siguiente “que sigas siendo una tonta, es lo que más me gusta de ti” es algo muy tierno por su parte, y que mejor que reconciliarse con un gran beso. Por último, Rebecca que también es una monada le da una piedra de la suerte como amuleto para que apruebe el examen.

Y bueno, lo último que vemos es a Miriam tiempo antes de su examen con algunas dudas sobre acústica, pero a la persona que se lo está diciendo tiene un ataque de nervios importante y parece haberlo olvidado todo. Mientras Rebecca en el castillo hablando de temas relajaditos con su familia, cuando digo relajaditos me refiero a que ya captó que ir diciendo a todo el mundo “estoy con Miriam, estoy con Miriam, no es una buena idea”. Mientras, la camarera a punto de empezar su examen con la piedra que le dio su condesa particular encima de la mesa para atraer la suerte, seguro que aprueba ¿no creen? Nos vemos la próxima semana.

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