Nueva semana en Infidels, nueva oportunidad para que sigan sorprendiéndonos, para bien o para mal, está claro. La semana pasada trompetas multicolores sonaban porque se confirmaba el embarazo de Arlet, y de paso con eso dejábamos el proceso tedioso de inseminación y ni hablar del intento con Toni, ese que preferimos olvidar, como todos los malos recuerdos que preferimos dejar en el olvido para seguir viviendo.

Esta semana nuestras niñas están juntas, felices y cuando no, comiendo. Es decir, ya eran de buen apetito antes, pero ahora con el embarazo parece que Arlet supera sus propias marcas y va por más. Mientras se encuentran desayunando suena el teléfono, y ahí nos enteramos que alguien les avisa que algo va a suceder al día siguiente. No tenemos idea de que va la cosa, pero a Arlet le parece un poco precipitado. Igualmente termina aceptando cita para el otro día, pregunta si tienen que llevar algún papel y agradece que les hayan hecho un lugar.

Arlet le comenta a Dani que le parece muy fuerte, y Dani le dice que no se preocupe, que va a ser sólo un momento. Arlet un tanto acelerada le dice que tiene que avisarle al resto. Dani le sugiere que no le avise nada a Paula porque está con mucho trabajo. Arlet, mientras no deja su rutina de comer lo que encuentra a su paso, le pregunta si todo saldrá bien, y Dani le dice que sí, que ésta vez va a ser de verdad.

Bueno, visto y considerando y por todo el aspaviento que hacen, tenemos que darnos por enteradas que éstas dos bobitas se casan. Al parecer, dado lo urgente del asunto, la gente no está ni enterada y no todos están disponibles para el día siguiente. A Lidia, por todo el tema de Toni ni se les ocurre llamarla, porque sería una broma de mal gusto. Joana desde que la dejó Peter está tan metida en sus cosas que Arlet hablando con ella, no atinó ni a comentarle de su casamiento. Finalmente a la única que encuentran disponible y dispuesta, contra todo pronóstico es a Cruz, que usualmente suele ser la más ocupada de todas. Así que ya está, tienen testigo y todo.

Al día siguiente, nos encontramos a los padres de Arlet (al padre ya lo estaba extrañando después de la estafa de pedirle el dinero para las inseminaciones que no se hicieron) esperando a las chicas para la boda. Al parecer el lugar está con refacciones, así que el asunto tiene lugar en la terraza, lugar que al padre de Arlet no le parece lo mejor para el casamiento de su hija. Mientras el hombre seguía protestando porque el vestido de su nena se iba a ensuciar con toda la roña del lugar, aparecen tomadas de la mano como brincando por las praderas, Dani y Arlet. Vestidas totalmente informales (es que ya tuvieron una vez el intento con vestidos blancos y tortugas de regalo y fue un desastre), así que el padre de Arlet directamente está al borde del colapso.

Cruz está demorada pero aún así dan comienzo a la ceremonia. Mientras se va desarrollando el asunto, llega Cruz, y cuando el padre de Arlet la ve, le sugiere a su hija sino podría pedirle el vestido prestado. Es que pobre hombre, ha hecho avances enormes, hay que reconocérselo, pero es que cuando piensa que ya está modernizado del todo, viene la hija y lo hace empezar de nuevo.

Luego de intercambiar anillos, van a dar por concluida la ceremonia, pero el padre de Arlet se pone como loco, que no entiende porque van a terminar la ceremonia ya, que él tiene un discurso para dar.

Finalmente y ante las risas de Dani, Arlet y Cruz, éste buen hombre agarra el micrófono y comienza el discurso.

Les desea toda la felicidad del mundo y por el niño/a que está por venir en el seno de esta familia tan…tan…tan… (no, no, sino es tartamudo el señor, es que no encuentra la palabra) … moderna.

Termina la ceremonia y el pobre hombre anuncia que paga una mariscada para todos, pero otra vez lo decepcionan (ya me da un poco de pena), todas tienen cosas más importantes que hacer como irse a trabajar. Les preguntan dónde se van a ir de luna de miel, y responden que al delta del Ebro, porque no había dinero para más. Por supuesto al escuchar esto, el padre de Arlet, en un clásico gesto de su parte, ofrece dinero para que se vayan un poco más lejos. Arlet le dice que el delta está perfecto. El hombre empieza a hacer catarsis ¡que casamiento! ¡Que casamiento! ¡Ni vestido de novia! ¡Ni banquete!….indignado se encuentra. Arlet lo abraza y le pide que no se haga más problema.

Arlet le comenta que el discurso fue muy largo y que se pasó un poco con las anécdotas, pero que aun así, le pareció la cosa más bonita que ha hecho. Todo era amor y alegría, pero el hombre la tuvo que rematar con algo muy en su estilo “si se llegan a separar, el hijo te lo quedarás tú ¿no?”. Arlet por supuesto no supo ni que contestar.

Más adelante, Dani se encuentra con Toni en el bar, y ahí Toni se entera que Lidia ya se enteró que él fue el donante del hijo de ellas. Toni se enoja mucho porque pensó que habían acordado no decir nada y ahora se encuentra con que ya lo hicieron y ni le consultaron. Dani para aliviar un poco la tensión le dice que tiene una noticia buena para darle, que se casó esa mañana con Arlet.

Toni irónicamente la felicita y le pregunta si tiene alguna función alterada. Que cuando tiene que callarse, habla y cuando tiene que hablar, se calla. Como Dani no entiende de qué le habla, Toni le recrimina que le podría haber dicho, que son familia. Dani le dice que él no es de la familia, que él es un colega y nada más. Toni, un tanto frustrado le dice que es cierto, que él solamente es un “potecito” (frasquito o botecito, depende como lo diga cada una)…y se va enojado.

Lo que sigue más adelante, en realidad poco tiene que ver con nuestras Darlet. Todo el grupo se encuentra alterado, porque al parecer la hermana de Paula ha muerto en un avión con destino El Cairo (¿justo Egipto? ¿Será que estaba más barato?). Todas se encuentran consternadas, y ante tanta emoción junta, Arlet se desmaya.

Finalmente Arlet se recupera, fue sólo un susto, y por si se quedaron con la duda, la que parecía había muerto, apareció muy viva más adelante. No estaba muerta, estaba de parranda. Bueno, no, en realidad es que se peleó con el marido antes de subir al avión, y para su suerte, no se subió ninguno, y se salvaron.

En fin, no nos han dejado muchos cuestionamientos en este episodio, quizá lo único que queda flotando es la reacción de Toni. Conociendo al personaje, no creo que Toni acepte (pese a que ese era el trato) mantenerse totalmente fuera de la vida del niño por nacer. No digo que vayan a vivir todos en comuna, pero tanto como no participar nada, no lo veo, pero habrá que ver como lo desarrollan, y esperar a la semana que viene para ver con que nos sorprenden.

Eso si, festejen, que nuestras Darlet ya son una pareja con todas las de la ley.

¡Hasta la próxima!

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