¡Bienvenidas nuevamente! Si la semana pasada se empezaban a plantear dudas sobre cuál va a ser la verdadera implicación de Toni en el embarazo de Arlet, bueno, supongo que este episodio nos va a ir dando una pista o directamente toda una sintomatología.

Dani llega al bar por la mañana, y ahí ya está Toni. Recordemos que como sino teníamos suficiente, también trabajan juntos. Dani le comenta que está muerta de sueño, que se tomaría litros de café y le ofrece a Toni, pero éste le dice que no se siente bien.

Dani comienza a contarle de su noche movida, y no, no por eso que están pensando, que veo que se les empiezan a asomar los colmillitos…sino porque claro, parece que Arlet y el bebé no duermen mucho y no dejan dormir tampoco. Cuestión que se terminaron despertando y se quedaron comiendo chocolate hasta quien sabe que hora de la madrugada. Mientras le cuenta esto a Toni, comienza a probar nombres de nene y nena para nombrar al renacuajo en camino, que Giuseppe es muy italiano, que Carmen no, que Manel ni se te ocurra, que Ana…bueno, podría ser, y así…y mientras siguen con eso, Dani le acerca un café a Toni que ni bien ve la taza, sale corriendo al baño como si estuviera embarazado con nauseas matinales. Lo que nos faltaba.

Más adelante, Toni sigue arrastrándose por la vida o en este caso por el bar…ahora parece que le duele la cintura y casi no puede ni atender a un cliente, así que la llama a Dani para que por favor aparezca por ahí.

Mientras tanto, Arlet anda confabulando con sus amigas, que hacer para levantarle el ánimo a Joana, que desde que Peter la dejó, entro en un pozo de video juegos depresivo. No, no, sino dije que los videos juegos sean depresivos, sino que ella deprimida lo único que hace es vivir su vida pegada a una consola. Arlet sugiere como idea encargarle un catering, ya que a Joana le encanta cocina y eso la tendría entretenida. Sus amigas le dicen que la idea está bien, pero que si le encargan un catering, que luego quien se come todo eso, y Arlet les responde que ella estaría fascinada comiendo cosas preparadas por Joana durante toda la semana. Sus amigas le dicen que bueno, y que de paso se puede quedar con la parte de ellas. Arlet como loca de alegría con sus amigas porque últimamente no puede parar de comer, así que un catering es casi como dejarla suelta en disneylandia.

Volviendo al bar, aparece Dani luego de la llamada de Toni. Le pregunta que le pasa y Toni le dice que está mareado, tiene vómitos y no sé cuántas calamidades más. Dani lo que le dice es que tiene una resaca de 40 años, que es como una de 30 pero mucho peor. Toni le aclara que no tiene 40 años, y ella de alguna forma le da a entender que entonces no lleva bien los que tiene. Toni le dice que lo va a tener que reemplazar pero Dani le informa que tiene la primera ecografía con Arlet y que no se lo va a perder. Toni pregunta si podría acompañarlas, y Dani, con cara de pocos amigos, le dice que no.

Cuando llega Arlet al bar a buscar a Dani, se entretiene un rato compartiendo con Toni todas sus molestias matinales, como se siente de bien y de mal, y Toni ahí, a la par, casi casi a la misma altura. Dani interrumpe la charla de los dos quejosos porque se les hace tarde para la ecografía.

Toni les pregunta a que hospital van y Dani, que cada vez lo mira peor, le pregunta para que lo quiere saber. Toni le dice que por nada, que para saberlo.

Mientras Dani y Arlet esperan a que las llamen para la ecografía, tiene lugar la típica conversación de estos lugares “¿para que dan hora si después te atienden cuando ellos quieren?”…y mientras Dani seguía quejándose, no teníamos ya suficiente que cae el pesado. Sí, Toni. El bar a nadie le importa, se les apareció ahí. Dani tiene cara de querer estrangularlo, pero no les queda otra que resignarse, el pesado ya está ahí.

Cuando aparece la doctora a llamarlas, empiezan los momentos raros ¿Quién es la madre? Ah, dos madres, que genial. Como sobraba uno ahí, la típica pregunta para Toni ¿usted es el padre? Y sin darle tiempo a responder nada, Arlet responde que no, que no es el padre. La doctora le dice que bueno, que no importa, que igual pueden hacer una excepción y dejarlo pasar si es un familiar.

Toni feliz como una perdiz ya se encaminaba el primero de la fila, pero Arlet lo detiene y le dice que no, que mejor las espere afuera. ¿Ven? A veces Arlet también tiene carácter. Bueno, es en contadísimas ocasiones, pero las hay.

Más adelante tenemos a nuestras chicas observando la foto de su primer ecografía, donde obviamente no se ve nada distinguible excepto ese puntito que te marcan y te dicen que eso es una persona, pero vamos, que el resto de los mortales mucho no vemos en una primer ecografía. Dani mirando la foto empieza a tirar nombres al aire, y al final se rinde, hasta que no vea una ecografía donde mínimamente se vea un rostro, no va a elegir nada.

Luego en el bar, se sucede una conversación entre Paula y Dani. Paula piensa que con los años se está volviendo responsable, y eso no le gusta. Incluso le ronda por la cabeza cerrar el bar, porque ahora que ya todo funciona bien ¿para qué seguir teniéndolo?. Dani le dice que si hace eso, ahora que está por ser madre, le complicaría mucho la vida. Paula le dice que no se preocupe, que es sólo una idea que tiene en la cabeza. Dani seria le dice que por favor deje esa idea de lado, y Paula le dice que sí, que a sus órdenes. Y luego le pregunta a Dani sino cree que la vida debería vivirse más intensamente, a lo que Dani le responde que ella ya la vivió intensamente.

¿Se acuerdan del catering de Joana? Bueno, nada, que Arlet se da cuenta que todo sola no se lo puede comer o sino va a rodar por Barcelona, así que se lleva casi todo al bar para que lo vendan ahí. Ahí Dani le comenta de la conversación con Paula, pero las dos creen que no se le puede hacer demasiado caso.

Ya al final del episodio de hoy, en el bar está Toni, que sigue sintiéndose mal, Arlet que la veo que sigue comiendo (es ya una costumbre de ella, incluso antes de quedar embarazada), Salva (el psiquiatra que comparte consulta con Lidia) y su novia (que también trabaja con él y con Lidia, pero si entro con las explicaciones, a las que no siguen las otras historias, es un lío..).

Cuando Salva lo ve a Toni sintiéndose tan mal, escuchando sus síntomas y observando lo que se le inflamo la panza…le suelta que lo de él es un embarazo psicológico. Ahí está, lo que nos faltaba, no venía ya complicada la cuestión de haberle pedido que fuera el donante, que se quiera meter hasta en las ecografías, sino que ahora el buen hombre se embaraza psicológicamente, ¡eso es suerte para la desgracia! Igual, si me dejan acotar a mí, esa panza es de birra, no le busquemos tanta explicación.

Toni le pide a Salva que no se le ocurra decirle eso a nadie, pero ni por error. A ver, que hay una imagen que mantener. Luego de esta conversación surrealista, Toni se acerca a la barra a buscar algo y ahí nuestras niñas le tenían preparada una sorpresa.

Le imprimieron una copa de la ecografía. Toni les dice que está muy emocionado, las abraza….y mejor que nos vayamos habituando a la idea que este muchacho no desaparece más de la vida de estas dos.

El episodio termina así y no hay mucho más indicio de nada, pero creo que está clarísimo que de una u otra manera, Toni va a participar de la vida del niño en camino. Es que es así, se ve que ahora la moda es tener familias múltiples, dos progenitores no son suficientes, hay que tener tres. La moda ahora son tres, así que a resignarse.

Veremos que pasa la semana que viene, que yo creo que esta temporada ya se está por terminar. ¡Tengan buena semana! ¡Buena vida! ¡Hasta la próxima!