Como recordáis en el último capítulo dejamos a Spencer junto a Garret sabiendo (ahora sí) que no pueden confiar en él. Bueno pues justo después las chicas se reúnen para hablar con Spencer y acompañar a Emily a su casa para que ayude a los nuevos inquilinos con la alarma. La pregunta en cuestión es ¿qué relación hay entre Garret y Jenna? Bueno, la idea de Hanna de que “le lleva carne cruda a Jenna” es sugerente y a mi me hace pensar que quizá Jenna y Garret se hicieron amigos de pequeños, jugando a los médicos o a papás y mamás. Bueno, no me hagáis mucho caso.

En ese momento aparece Garret que no va a visitar a sus padres precisamente, si no que se mete en la casa vacía de Jenna. Bueno, no, la casa no está vacía, está Jenna que está feliz de que Garret llegue. Lo digo porque yo a las visitas no las espero con un picardías y batita de seda. Lo mejor es el susto que se meten las chicas que espían por la ventana. No sé si el susto es proporcional a la música de intriga o a la idea de Garret y Jenna intimando. O quizá el susto sea porque Jenna se quita las gafas oscuras justo cuando está hacia la ventana ¿Soy la única que piensa que no es tan ciega cómo nos ha hecho creer?

A la mañana siguiente parece que no solo Emily no ha podido dormir, pero es evidente que está estresada, porque solo piensa en hacer ejercicio para cuando venga el entrenador de Denby. No confía en que sus padres no la pillen en su mentira de la carta de Denby. Hanna, por otro lado tiene que lidiar con eso de que su papá se casa en unas semanas pero ahora parece estar más cerca de su madre ¿qué pasará con eso? Y Spencer que sigue haciendo de aprendiz de detective se cruza con el chiquito este que era médico (perdonad que no recuerde su nombre ¿Wren?)). En esta serie hay mucha facilidad para que los personajes desaparezcan y vuelvan a aparecer sin unidad ni lógica.

Spencer intenta quitarse de encima a Garret que está en el instituto para una charla sobre conducción segura. Mientras Emily tiene una cita con el representante de Denby a las tres y piensa entrenar hasta el último momento. Pero lo que no sabe Emily es que su papá se va a presentar de sorpresa para estar presente en la reunión con el entrenador de Denby. A Emily le va a dar un chungo, os lo digo yo, porque esos tirones musculares no son producidos por esos pantalones tan ajustados, no, eso es estrés, señoras. Menos mal que está el niño policía para llamar a una ambulancia, que por cierto, Emily se desploma y no se acerca ni el tato a ayudarla.

El papá de Emily le dice que se olvide de nadar y de estar preocupada por la beca. Lo importante es que descanse y que se cure de la úlcera de estómago que le han detectado. Pero a Emily no solo le preocupa nadar, la beca, Denby… le preocupa la mentira que le ha contado a sus padres. Así que parece decidida a contar la verdad, o eso es lo que le cuenta a las chicas cuando van a verla al hospital. Entre tanto, Spencer está dispuesta a dar un paseo por el hospital, al menos para encontrar el tanatorio ¿No es monísima haciendo de detective? Bueno, la cosa mejora, porque para conseguir llegar a la morgue se vestirá de voluntaria, se vestirán ella y Aria.

Parece que en los análisis de Emily aparece una hormona del crecimiento que dará positivo en un test anti-doping. Claro que esto se lo cuenta Wren (el aprendiz de médico, hay varios aprendices en esta serie) y no me fío yo mucho. Emily está aterrada por si sus padres se enteran porque supondría que debería dejar la natación y no poder optar a una beca para la universidad. Mike es imbécil, sí, sí, tal cual me leéis. Si quieres martirizar a tus padres porque se han separado, porque uno de ellos ha dejado la casa, te tiñes el pelo de azul, te vistes de negro con tachuelas, pones la música a todo volumen, pero no delinques. Eso habría que decírselo también a Caleb, que está siendo seguido por un policía por sus actividades casi-delictivas.

En la cena de Emily había un mensaje de A- es quién ha estado poniendo la hormona del crecimiento en el cuerpo de Emily, a través de la crema para el dolor muscular. Así que Emily cree que se va a dar por vencida. A- ha ganado y quiere irse a Texas con sus padres. Spencer y Aria no están de acuerdo con que haga esto, pero Emily está cansada y sabe que los análisis suponen que nunca podrá competir en natación. Y justo cuando Emily le va a soltar todo a su papá este le interrumpe para decirle que él y su mamá han hablado y que la beca no vale la pena si supone úlceras. Ellos solo quieren que sea feliz. Que monos estos papás que no entendían a Emily y ahora saben que lo importante es el bienestar de su nenita.

Aria y Spencer se cuelan en el tanatorio para ver si consiguen el informe de la autopsia de Allison. Aria está aterrorizada, claro no me extraña, hay muertitos allí, tapados con sus sábanas y todo eso. Spencer está dispuesta a leer la información que hay en el informe y enterarse de todo, porque cómo dice Aria ya estudiaba medicina en preescolar ¡juas! Con lo sexy que me parece a mi Spencer siendo tan listilla. El informe dice que Allison fue golpeada con un objeto curvo y sin filo (¿un palo de hockey?) y que fue enterrada viva ¡WTF! ¿Quién uso el palo de hockey? ¿Y quién lo enterró cerca del jardín de Spencer? ¿Qué tienen que ocultar Jenna y Garret?

Pero ya sabéis que siempre se tuerce algo para las chicas, así que como no podía ser de otro modo cuando Spencer le está enseñando el informe de la autopsia a Emily descubren que falta una página. Spencer está segura de que no la han perdido por el camino, así que alguien antes que ellas han buscado el informe y ha hecho desaparecer una de las páginas ¿Qué información contenía esa página? ¿Quién ha podido hacerla desaparecer ¿Tendrá algo que ver A-? ¿Qué se traen entre manos Jenna y Garret? Espero que en el próximo capítulo podamos descubrir algo más, queridas mías.