¿Preparadas? ¿Listas? ¡Ya! El asuntito de la morgue y los muertos sigue ahí (esto parece Rizzoli & Isles, queridas). Las chicas vuelven para devolver el informe de la autopsia o para encontrar la página 5 (o para ambas cosas, me perdí con la visión de los uniformes de voluntarias) pero nada, no aparece. He dicho las chicas, han ido todas menos la taradita de Aria que sueña con Jason, bueno, con Jason y Ezra a la vez (o algo así). Mientras devuelven el informe en la morgue aparece Jenna por el ascensor, de manera que el momento morgue se pone cada vez más escalofriante.

Nuestra Emily está en modo paranoia ON y está dispuesta a tirar todos sus cosméticos y cremas por si A- puso más esteroides en alguno de ellos. Bueno, sus cremas y las de Hanna que parece que va a entrar en shock por ello. Emily no puede ni comer por miedo al siguiente paso de A-. Yo tendría miedo a eso y a que estas chicas no tienen vida social ¿Dónde está Samara? ¿Maya? Sufro tanto con esta serie… Aún así Emily tiene ánimo para intentar aconsejar a Aria de que no se fije mucho en Jason, que sí, que es muy mono y muy misterioso pero no le conviene nada. ¿Además por qué se fija en Jason si quiere a Ezra? ¡Ay, Emily! Los misterios del amor y la atracción son difíciles de explicar.

En el almuerzo las chicas hablan de que Jenna estaba en el hospital porque se está haciendo las pruebas para un posible trasplante de córnea. ¿Descubrirá Jenna que las chicas ya no tienen el vídeo de Allison? ¿Será ese el momento en que Jenna decida acusar de agresión a las chicas? ¿O vengarse de ellas? Esta serie cada vez me plantea más y más preguntas y no se resuelve ninguna. Estoy de acuerdo con Hanna, Jenna ya da bastante miedo con cuatro sentidos como para imaginarla con los cinco sentidos funcionando.

Alguien debería decirle a Spencer que si va a esconderse en el jardín de Jason para espiarle la camiseta roja no es la mejor elección. Y alguien más debería decirle a Jason que si tiene un cobertizo donde esconde algo poner la llave en el quicio de la puerta no es la mejor idea ¿en esta serie nadie tiene sentido común? ¿O soy yo que me estoy volviendo muy quisquillosa? Creo que mis plegarias a las diosas (o a Xena, a la que venero desde el verano del… no, mejor no hagamos cuentas ¿vale?). Así que Samara aparece en casa de Emily (bueno en realidad es la casa de Hanna, pero ya me entendéis) para llevarle unos dulces a su chica preferida. ¿Esto es una declaración de intenciones? Porque si yo fuera Samara tendría cuidado porque a Emily las novias le duran un suspiro.

La mamá de Hanna entra en casa justo cuando Emily le da las gracias a Samara, así que se presenta formalmente y como es muy maja (lo de robarle a una viejecita no vamos a tenérselo en cuenta porque no se ha vuelto a repetir) al oír a Samara decir que no pueden quedar esa noche porque no pueden ir a casa de su amiga, Ashley le dice que pueden reunirse allí mismo, que ni ella ni Hanna van a estar en casa. Eso sí, las mismas normas que sirven para Hanna sirven para Emily, nada de novias en la habitación. Creo que con la emoción de hacer sentir a Emily como en su casa se ha olvidado de algunas normas, pero dejémoslo pasar.

Aria está harta de no poder estar a solas con Ezra o de estar alejados así que decide poner remedio. Lo que pasa en realidad creo que es otra cosa, esos sueños mezclando novio con amigos no pueden traer nada que no sea recalentamiento y calentura, amigas mías. Spencer sigue empeñada en ser detective privado pero quien se cruza con uno de verdad es Caleb, resulta que su mamá ha contratado a un detective para que le encuentre. Es el tipo con el que Hanna se encaró en el capítulo pasado. Spencer intenta sincerarse con su mamá contándole lo del palo de hockey pero lo único que quiere su mamá es olvidarse de todo y seguir adelante. Le dice a Spencer que la familia DiLaurentis no es trigo limpio (incluido Jason).

La reunión de amigas de Samara en casa de Hanna es para que conozcan a Emily. Nada del otro mundo, palomitas, partida de poker y música. Samara está convencida de que todas adoran a Emily porque la reunión va genial. Hasta que Emily recibe un mensaje de A-: si no le da su número de móvil a Zoey (una de las amigas de Samara) sus análisis se harán públicos. ¡Ay, Emily! ¿Cómo lo vas a hacer? Lo más fácil sería pedirle el número a cada una de ellas, el móvil, el facebook, el twitter o ¡todo! ¿Veis? Las novias a Emily le duran un estornudo.

Emily quiere alargar todo lo posible el momento en que las chicas se vayan porque sabe que si le da su número a Zoey su relación con Samara puede acabarse, pero las chicas quieren irse ya. Pero parece que A- este viendo toda la escena, porque insiste en el chantaje con el análisis. Emily le da el teléfono a Zoey justo cuando Samara ya se ha ido pero Quinn otra de sus amigas lo ve, obviamente. Así que está claro que Samara se va a enterar.

Al día siguiente Emily no atiende las llamadas de Samara, porque está segura de que Quinn le ha contado lo de Zoey. Aria le aconseja que lo mejor es hablar con ella e intentar explicarle lo que pasó. Se acabó el suspiro, ladies, porque Samara habla con Emily para intentar descubrir qué significa eso de darle el número a una de sus amigas. Pero las explicaciones de Emily no son suficientes, así que Samara da por terminada la relación, si no puede explicar lo que sucede todo se ha terminado. Así no ¿eh? Así no vamos a llegar a ninguna parte.

Ahora mismo ya me da igual que la descentrada de Aria se sienta o no atraída por Jason o que Caleb no sepa si quiere conocer a su madre (ahora rica y adinerada). Ya sé, ya sé, Spencer intenta entretener a Emily de sus preocupaciones introduciéndola en el inquietante mundo de la investigación y lo detectivesco. Está empeñada en descubrir qué esconde Jason. Lo que descubren en el cobertizo de Jason es un cuarto oscuro (cuarto oscuro de fotografía eh?). De los de antes, con su luz roja, sus rollos de película, sus negativos. Y muchas, muchas fotos de Aria. Jason parece un poquito obsesionado. En el cobertizo también hay un equipo de vigilancia completito ¿para espiar a la gente?

Como era de esperar Jason llega a casa justo cuando las niñas están investigando en el cobertizo, y como no son ni Spencer Holmes ni Emily Watson al huir se dejan una linterna dentro del cobertizo. A ver, después de tantos incidentes, del atropello de Hanna, de Spencer encerrada en la casa del terror ¿no han aprendido nada? Al menos se ponen a correr, claro que si a los pocos metros te paras no sirve de mucho ¿no? Ya sé, ya sé, me he vuelto a poner en modo criticona, pero es que a veces me desespero con esta serie.

Pasan otras cosas en este capítulo, ya sabéis, que si Caleb se marcha a California a conocer a su madre (así, de repente y de forma repentina), que si Jenna y Garret están espiando a Aria. Cosas de ese estilo. Jason sigue intentando conectar con Aria que está un poco distante y Jenna está preocupada porque Jason se enrolle con ella y de repente recuerde qué pasó la noche en que Allison fue asesinada. Con conectar me refiero a besarla, así, en medio de la calle hasta que Aria le dice que no puede hacerlo porque no está disponible.

Holmes y Watson vuelven a la escena del cobertizo para intentar conseguir alguna prueba para que Aria las crea (ya sabemos que Aria precisamente no está en contra de Jason). Pero lo que se encuentran es que Jason ha desmontado el cuarto oscuro y solo ha dejado la linterna en medio de la habitación (bueno eso y la luz roja que da mucho ambiente). Bueno, he supuesto que quien ha vaciado el cobertizo es Jason pero ¿y si ha sido A-? A- tiene varios pasatiempos (como ya sabemos) resulta que uno de ellos es la fotografía en blanco y negro. En concreto fotografiar a Emily y Spencer dentro del cobertizo.

¿Os ha gustado el capítulo? ¿Creéis que Samara podrá entender lo que le sucede a Emily? ¿Quién carajo es A-? Más y más Pretty Little Liars en el próximo resumen, ladies.