Buenas, buenas… ¿qué tal las ha tratado la Navidad y demás fiestas según donde vivan? Espero que todas estén ya recuperadas de la resaca y la ingesta descomunal de alimentos, y me acompañen en la crítica (hoy sí que es más para criticar que otra cosa) del día de hoy.

No soy muy afecta a criticar demasiado los libros, porque pienso que lo que no me gusta a mí, bien puede gustarle a otro, así que empezaré aclarando que es simplemente algo personal, no se ofenda ninguna si es que piensa todo lo contrario, pero … 13 horas de Meghan O´Brien no está entre mis predilectos.

Vamos un poco con la sinopsis de la historia en cuestión. Una importante ejecutiva (empiezo a asumir que casi todas las lesbianas son ejecutivas y exitosas), adicta al trabajo y sin vida personal, se encuentra un viernes por la noche en su lugar preferido, su oficina….trabajando, que para eso es adicta a la cuestión. Uno de sus compañeros/amigos decide hacerle un regalo de cumpleaños (para dejar claro la ausencia de vida social, su cumpleaños lo pasa trabajando, sin la visita siquiera de un elfo…), y lo mejor que se le ocurre para regalarle es la visita de una stripper. Sí…una, y no porque la protagonista sea lesbiana públicamente ni mucho menos, sino porque su compañerito algo sospecha o bien porque simplemente quiso hacerla enojar.

La protagonista al ver a la stripper se pone de muy mal humor, por ver interrumpido su trabajo, por la coreografía de una mujer en pelotas en su oficina o por la suma de todo eso…así que en pleno estallido emocional, decide echarla y asegurarse además que se va. Lo mejor para asegurarse que se va es acompañarla personalmente hasta la salida. Se suben a un ascensor, éste a los pocos segundos se queda trabado entre dos pisos y ahí tenemos el verdadero comienzo de la historia.

Al ser viernes por la noche, parece ser que no hay nadie en todo el edificio, es más…la primera persona que puede notar que estas dos se han quedado encerradas es un guardia que llega por la mañana (desconozco porque no tienen guardia por la noche), con lo cual les quedan 13 largas horas por delante.

La stripper, de la que hasta ahora no había contado nada, esa sí tiene claro que lo suyo es Barbie y no Ken, y baila para costearse sus estudios de veterinaria. Como buena lesbiana con gaydar bien calibrado, tiene todas las alarmas sonando con la presencia de esta ejecutiva sin vida propia, que pese al enojo inicial, se le quedó clavada la vista en el escote.

Lo que sucede a continuación son 13 largos capítulos (uno por hora) donde básicamente primero se odian, luego empiezan a aflojar y conocerse un poco más, ya luego viene la confesión sobre dudas sexuales de la ejecutiva….de ahí a la atracción y deseo que las quema estamos a un paso.

La historia así contada no es tan terrible, el asunto viene después, una vez que pasó todo eso que inicialmente prometía. A continuación lo que tenemos es un entrenamiento sexual para los juegos olímpicos. Ese ascensor queda con más polvo que las botas de John Wayne. Y es que no sólo son como 10 horas en el ascensor desatando sus instintos, una vez que logran salir de ahí siguen…y tenemos como media novela por delante. El resto de la novela sigue en las mismas, se dedican a cumplir sus fantasías sexuales que incluyen casi todo, strap on, sexo en la oficina, un poquito de sado (pero muy light), etcétera. Básicamente la historia hasta el final, continúa con la performance de atletas sexuales de las dos.

Lo peor es el intento por querer mostrarnos que ellas se van enamorando (entre los párrafos eróticos) y para mi gusto, está mal desarrollado. Puso tanto la atención en la descripción de las otras escenas, que casi todo lo que podría llamarse historia romántica o lo que fuere, queda desdibujado, poco creíble, mal contado, como pidiendo permiso para contarse entre polvo y polvo.

¿Y por qué no me gusta? No tengo nada en contra del sexo, por el contrario, me encanta, y me parece súper necesario que forme parte de las historias, pero me aburre que sea lo único. Me gusta que haya cierto balance, que me cuenten buenas historias, encariñarme con los personajes, identificarme si se puede con alguna situación…¿pido demasiado?.

En resumen, no diré que el libro es malo, porque no tengo autoridad para algo semejante, pero sí opino que no me gustó. Quizá si hubiera estado buscando una historia mayormente erótica, mi opinión sería diferente. Ya se sabe que los libros también están muy relacionados con el momento y las circunstancias en que los leemos.

Las que busquen historias que inviten a soñar, descártenlo. Las que quieran historias con mucho sexo, léanlo sin dudarlo. Eso fue todo por hoy, espero leer sus comentarios y será… ¡Hasta el año que viene! 😀