Escrito por: Genix Como buena isleña, el sol y el mar siempre han sido unos grandes aliados en mi vida y a ellos recurro para empaparme siempre de la libertad que me hacen sentir. Amo la naturaleza, caminar por la arena, sentir las olas enfrentarse a los acantilados, bosques, sentarme a leer bajo la sombra de un árbol, pero sobre todo me apasiona aislarme del mundo, crear mundos paralelos, escribir generando realidades emocionales que muevan mis propios cimientos.

Los pequeños detalles que te definen

No necesito palabras para contarte de qué va tu historia en mí. Ni intentar rebuscar palabras que trasmitan lo que siento cuando me enfrento a ti. Para amarte solo necesito tomar tu mano y caminar a lo largo de este corredor lleno de espejos al que otros llaman vida.

¿Serán qué esos reflejos de verse a sí mismo caer desde todos los ángulos una y otra vez les recuerda que levantarse y volver a andar puede ser agotador? Quizás pudiera decirles que todo es más sencillo si fijamos la mirada en quien va a nuestro lado, sería algo simple que no todos estamos capacitados a escuchar, solo les funciona tener ojos para sí y buscar esas sonrisas robadas a un corazón entregado. Quizás prefieran creer que el amor es ese juego en el que gana quien llegó primero, aunque haya sido a ninguna parte. Por eso, al sentir la calidez de tus pasos, me pregunto qué pude haber hecho yo para merecer alguien como tú viviendo en mí.

Enfrentas la vida tomando en serio cada emoción sin dejar de pasarlo en grande por el simple hecho de vivir por algo tan bonito como para morir por ello. Miles de carismas laten en ti porque eres de esas personas diferentes que miran hacia adelante sin borrar las huellas que dejas atrás, disfrutando el honor de ser protagonista de tu propia historia…Es lo que te hace especial debajo de toda esa piel que viste tu cuerpo de mujer.

Nadie te hace aplacar esas promesas de realidad que emanan cuando cualquiera te oye decir una sola palabra, porque tu fuerte no es hablar y hablar, más bien lo es que existas, que vuelve más pecado lo que no eres tú. Así eres… como un arcoíris que no se va tras la lluvia, que resplandece con cada uno de sus colores brillantes bajo un sol de justicia.

Y me enamoro de tus manos delicadas y firmes, que no bailan música, bailan sentimientos… de tu voz suave que no se conforma con decir palabras si no son corazón y que silencias siempre en el momento preciso de escuchar. De tus sentimientos a flor de piel, de tu mundo, de tus caricias, de todo lo que permanece cuando todo el mundo se ha ido…tú siempre quedas.

Ojalá al despertar abrazada a tu cintura vuelva a verte dormir…para no olvidar que hay sueños imposibles de soñar, nacidos para vivirlos… como tú. Ojalá tu sonrisa siga iluminando días de amaneceres cálidos y noches de paz…para no olvidar que el cielo con el que sueña algunos es mi realidad. Y que bajo él crezco cada día, cada día más mujer, más yo, más tú, más todo.

Mi regalo para ti no viene adornado con lazos de colores, es una humilde caricia en tu mejilla con la yema de mis dedos mientras duermes, pronunciando tu nombre para no olvidar qué era mi mundo antes de que llegaras a él. Tu regalo para mí es verte abrir tus ojos clavándose en los míos, ver asomar una leve sonrisa segundos antes de dar un suave beso de tus labios cálidos en mis dedos… Y me haces partir mi universo en dos…o quizás en más.

…Y te beso, como si eso fuera el único pegamento que una los mil pedazos de mí. Y acabo deshojando cada pétalo de tu piel por llegar hasta los límites en donde tú y yo se confunden, hasta que vuelvo en mí y te veo florecer como la flor rara y única de mi jardín.

Quizás parezca patético decirlo pero cuando respiro mientras me miras, todo es diferente.Haces que se vayan lejos todos aquellos monstruos que un día peleaban por no dejarme verte en medio de un sinfín de promesas sin sentido de gentes con demasiado amor propio. Promesas vacías si lo comparo a este sentimiento de poder viajar tan lejos como quiera llegar con el único equipaje que mis pasos.

Creo en ti y en quien me has convertido a hurtadillas. Si algún día olvidé quien era y adonde quería ir…todo lo veo claro al enfrentarme a tus ojos que siempre pudieron ser para mí como la estrella del norte. Sí, estoy segura de que si volviera a nacer, a votarme de cabeza en este mar por amor a sentirme viva, a lanzarme con valor a navegarme explorando cada fibra de mi ser, volvería a encontrarte allí donde los arcoíris no se van tras las tormentas.

Si tan solo pudiera verme como me ves cuando tus ojos centellean al verme llegar a casa cansada y me preparas un café acompañado siempre de un “qué guapa te ves hoy” y tu mirada de arriba abajo que aún me hace ruborizar, pero no tengo tiempo de hacer eso, me embarco en mi propia aventura de mirarte, vivirte…

Solo me queda sonreírte en silencio con la esperanza de que algún día sepas que ese silencio es mi tregua…Sí, esa que guarda escondida el deseo de que quizás en algún momento te veas cómo te veo yo y te preguntes, posiblemente con tu humilde forma de verlo todo… cómo un cuerpo tan pequeño puede abarcar tanto, como para guardar tu universo en mis manos.

Una vida entera no es suficiente para amarte y dejarte saber quien soy por ti. Mis manos vacías tienen escondido el secreto de las cosas innombrables, y no, no son fuegos artificiales ni alfombras rojas, ni esas mariposas en la boca del estómago que hace tiempo se volvió un águila blanca… sino tu alma suave, la ternura que mantiene viva una caricia, el tacto de las voces que mueven montañas de acero, la delicadeza de una mirada transparente, rayos de sol apuntando a tu cara en medio de una nevada, la vida de la que está cargada cualquier tipo de muerte… cómo morir por ti.

Fin

Imagen por: The Green Party