Escrito por: Yovanu

Soy Vanu y escribo desde Buenos Aires, Argentina. En mi tiempo libre trato de llevarme en fotos, recuerdos de todo aquello que me parece hermoso. Amo el cine, las series, viajar, las charlas con amigos filosofando sobre la vida e intentando cambiar el mundo….y básicamente, soy un cronopio.

¡Muy buenas, pequeñas saltamontes! ¿Cómo las ha tratado la vida? Entiendo que si además de estar leyendo este resumen, encima ya vieron el capítulo….esta pregunta no tiene sentido…es obvio que están en condiciones de pedir una indemnización o de acercarse a la orilla del mar y dejarse llevar (?)

El anterior capítulo fue un poco a modo de presentación de algunas integrantes nuevas y también ponernos al día con algunas de nuestras chicas súper poderosas ya conocidas. Y si la semana pasada pensaba que Kiyomi tenía todas las papeletas para ser mi personaje a odiar esta temporada…en el segundo capítulo ya lo confirmo. Me dejo de tanta cháchara y voy a relatar lo acontecido en este magnífico show (?) que nos muestra a nosotras, las lesbianitas reales y por sobre todo espontáneas (no se percibe ni un ápice de guion), haciendo de nuestras lesbotravesuras en distintas ciudades.

¿Qué es de la vida de las Hunter Valentine? Pues bien, como ya tuvimos que oírlas repetir varias veces en el anterior capítulo, están por salir de gira, y finalmente en esta ocasión, lo hacen. Kiyomi previamente tiene que despedirse de su no-novia con la que tiene una relación sin exclusividad, pero de la que no puede separarse. Así que ahí vemos a esta Pink sin sal, en la casa de Ali eligiendo la ropa para llevarse, y volviendo a explicarnos la naturaleza de su relación. Naturaleza que no entiendo porque dice una cosa y hace otra.

En la banda también tenemos a Somer, que como ya sabemos, tiene un problema llamado matrimonio (?) que le impide dedicarse con la misma intensidad que las otras a la música. En fin, nos cuenta que ella y su mujer están acostumbradas a despertarse juntas, hablar desde temprano en la mañana, pasar los días juntas, y bueno, ahora con la gira, esto no va a ser posible, y todo es tristeza y desasosiego. Yo quiero que aparezca ese señor malo que está obligando a Somer a irse de gira con esta gente. ¡Que aparezca! ¡Que de la cara!. Ah… ¿pero no la llevan obligada?, hubiera jurado por el alto contenido dramático, que sí.

Finalmente, dejan a sus no-novias, esposas y demás personajes atrás, y salen de gira. La primer parada del tour es en Washington D.C., lugar donde parece que está el bar de lesbianas más antiguo de EE.UU. Hacen su presentación (a mí me suenan horribles, pero parece que a la gente le gusta), y después del show, nada mejor que relajarse. Kiyomi, nos cuenta que tanto ella como Laura (la baterista), van conquistando una chica en cada pueblo por el que pasan, de esa manera se aseguran tener a alguien para llamar cada vez que pasen por alguno. Todo esto lo cuentan con una onda muy “somos las más listas del condado”, y yo las mira con un poco de vergüenza ajena.

Después del show, Kiyomi decide pasar un rato con una rubia, pero en vez de disfrutar el momento…no, la deja ahí y se va a llamar por teléfono a Ali, su no-novia. La oímos decir cuánto la extraña y después nos cuenta a todas, que ella no confía en Ali. Esperen, esperen un momento antes de que les explote la cabeza ante tanta estupidez junta, terminemos de analizar toda la información. Kiyomi nos cuenta que una vez volvió de una gira, y Ali se había acostado con una de sus amigas, entonces bueno, no puede confiar en ella. Porque si bien es cierto que no son novias, eso no se hace…. ¿lo vamos captando? Lo está diciendo Kiyomi, la que va recolectando números de teléfono de chicas en todas las ciudades, no vaya a ser que pase por alguna y no tenga con quien acostarse. Asumo que en su medidor de confianza y lealtades, esto es mucho más benigno que lo que hizo la otra. Tampoco entiendo el concepto de no noviazgo que tiene en su cabecita…la llama “novia” ante otra chica, se muestra celosa y le pide muestras de confianza…. ¿Hola? ¿Escucharon ese ruido? Es mi mandíbula contra el teclado.

Dejando de lado las idioteces de Kiyomi, volvamos al resto del grupo. Al parecer tanta parranda nocturna no saben llevarla con propiedad, y no tengo idea a que hora se despiertan al otro día, pero la banda está atrasadísima para llegar a su próxima presentación. Como era obvio, comienzan los roces. Somer, a quien todo el tiempo acusan de tener poca predisposición con el grupo, ahora no puede creer que estén llegando tan tarde por culpa de Kiyomi que no se podía levantar. Para desgracia de la pobre gente que tenía que escucharlas en el lugar, llegan una hora tarde, pero llegan. El show no tiene la cantidad de público que ellas esperaban, pero no importa, sean 3 personas o 300, lo van a dar todo. Comienzan como siempre, pero en determinado momento el teclado de Somer muere. Ésta intenta arreglarlo, corre de un lado para el otro como pollo sin cabeza, pero no hay solución.

Extraño a mi mujer...

El show es, en palabras de las integrantes del grupo, un desastre. Kiyomi se queja porque ver a Somer yendo y viniendo la distraía, Laura (la baterista) le echa la culpa a Somer por no tener sus instrumentos en buenas condiciones, y a su vez Somer dice que todo funcionaba bien hasta que llegaron ahí y que no es su culpa.

La batería de esta suena horrible, y no las veo echándose culpas.

Laura y Kiyomi analizan el futuro del grupo, y hablan de establecer un standard mínimo de calidad para las presentaciones, algo como lo que acaba de pasar es poco profesional, y no puede repetirse. Tener resaca, no poder con tu vida y llegar más de una hora tarde al show…es algo que evidentemente Kiyomi considera está dentro del standard ese que quiere imponer. ¿Hola? Sí, necesitaría hablar con autocrítica, ¿se encuentra?

En fin, Hunter Valentine según ellas es una gran familia, eso sí…si alguna tiene un problema, como es el caso de Somer, ya puede ir pidiendo que la adopten en otro lugar. Como verán, la familia no se elige (?) Creo que por hoy ya tuvimos bastante drama musical (y sino les alcanzó, siempre pueden ver Glee), así que pasemos página.

Cuando todavía eran felices...ainssss

La semana pasada habíamos conocido a Lauren, quien nos contaba que su mejor amiga, Amanda pensaba mudarse con ella, y de alguna manera iban a tener algún tipo de relación libre o alguno de esos conceptos modernosos que inventan para hablar de una relación sin compromiso. Finalmente Amanda llega a L.A., y Lauren va a buscarla al aeropuerto. Mientras las «Lamanda» (es el alias con el que las busca Interpol) viajan del aeropuerto al nuevo lugar de residencia de ambas, nos enteramos que Amanda cortó con una chica en NY, que la apenó un poco…pero bueno, ya es parte del pasado y ahora hay que vivir la vida. Alocadamente de ser posible. Lauren le pregunta si esta chica la va a visitar, y Amanda le dice que no….igualmente Lauren (risotada de guasón mediante) le dice que igual en su casa no se va a quedar. Y las dos festejan la ocurrencia, mientras yo pienso que si esto sigue así, al final las voy a odiar a todas.

La tercera en discordia.

Pero esta amistad pura (?) no iba a durar demasiado, ya hay una tercera en discordia. Parece que en una anterior visita, Amanda tuvo algo con una chica (Britenelle) y esa chica ya está ahí marcando el territorio. Lauren, no puede entender que ahora que por fin ambas están libres, Amanda esté dedicando tanto tiempo a Britenelle…y no a divertirse…¡con ella! ¿Creo que está más que claro? Amanda es más que consciente de esta situación, y hasta diría que lo está disfrutando. Cómo podríamos decirlo… ¿una perra, no? :p

En fin, lo último que sabemos es que Lauren se va acostar sola como un perro (y sin la perra), mientras escucha los gemidos de Amanda con Britenelle. «Lamanda» tiene un futuro negro.

¿Y dónde está la reciente bisexual del grupo? Romi, está quejándose porque ve poco a su novio. En realidad, Romi cuando salía con chicas, ya era una queja ambulante, está constantemente quejándose de algo. El asunto es que Jay, su novio, viaja mucho por trabajo, y no sabemos cómo va a afectar eso a la psiquis de Romi, que de por si es de fácil afectación. En este capítulo, Romi se va a cenar con una participante de la temporada 1, Rose, y con ella habla sobre esta novedad en su vida de ser bisexual. Ahí le cuenta lo que ya sabíamos, que tiene dos madres, y que para ella ser lesbiana era lo “normal”, y ahora se siente rara, pero que a la vez le gusta.

El asunto de la tijereta sería más o menos así...

Rose le dice que a ella no le importa con quien se acuesta o de quien se enamora la gente, que ella podría perfectamente enamorarse de un hombre, aunque le resultaría imposible acostarse con uno, porque…según sus palabras, para hombre ya está ella. Y créanme, para aquellas que no hayan visto la primera temporada, no es que actuara como un hombre, sino que tenía todas las características negativas del sexo masculino. Porque bien podría haber tenido las favorables, pero justo esas…se las olvidó.

Luego vemos a Romi en una salida con Jay y sus amigos heterosexuales, y Romi descubre que se puede estar en una reunión, en un grupo donde no se han acostado todos con todos, y está fascinada. Porque claro…todas las lesbianas hemos salido todas con todas ¿no? NO.NO.NO. En todo este descubrir sexual y afectivo en el que está inmersa, suelta ahí en medio de la pista de bowling, que le gustaría tener un bebé con Jay. Jay le dice que tienen que ir un poco más lento, que él es un hombre, no una lesbiana. En fin, esperemos para la próxima semana, Romi ya haya logrado encontrar las cien diferencias entre salir con hombres o con mujeres, y mientras ella las sigue enumerando, pasemos a otra persona.

Para concluir a lo grande, que mejor que hacerlo con Whitney, nuestra latin lover de rastas profesional, que como ya sabemos, encontró a su media calamidad, y ahora nos toca a nosotras vivirlo con ellas. Minuto a minuto, ducha a ducha y tatuaje a tatuaje.

Whitney se encuentra con su hermana (a la que ya habíamos conocido la semana pasada), porque está pensando en pedirle…iba a decir la mano, pero como soy una pervertida, ya se me había ocurrido un montón de chistes y cosas impresentables que podían acompañar esa frase. Vamos a dejarlo en que le va a pedir que se case con ella, y si esto no es un dramón de proporciones inusitadas, la otra aceptará…serán felices y comerán perdices. Whitney le comenta a su hermana, que su idea es preparar algún tipo de reunión de tipo “espiritual”, porque Sara es muy de inciensos, meditación, energías que vibran y seres de luz.

Su hermana la escucha con atención, y diría que un poco sorprendida. A ver señoras, que es ¡Whitney! ¿Qué es esto de querer casarse?. Bueno, como ella no me escucha y además esto ya está encaminado, prosigamos. Whitney no quiere que Sara sospeche nada sobre sus intenciones de casarse, por eso además de comentarle a su hermana, también se reúne con otra amiga de rastas (supongo que ambas pertenecerían a algún tipo pandilla de bolleras rastosas) para confirmar que todo va sobre ruedas. Un día antes de la proposición new age, Sara y Whitney se encuentran en su casa, y tienen una conversación así como profunda y sentimental, donde Sara le pregunta a Whitney si ella es algo así como anti-matrimonio. Y Whitney, que no quiere que la otra sospeche absolutamente nada, le da a entender que el matrimonio no figura entre las opciones a futuro. ¡El Oscar a mejor interpretación de rastas es para….!

En 1 capítulo nos casamos, en el próximo empezamos la búsqueda de donante para el bebé...(?)

Finalmente llega el ansiado día (?), Sara es llevada por Whitney engañada a una especie de taller de visualización de la energía creativa, o algo así. En realidad, nada de esto nos importa, porque es toda una puesta en escena para que nuestra chica se le declare a su novia. Por suerte para Whitney, ante la pregunta de si quería casarse con ella, la otra, lágrimas y mocos mediante, le dijo que si. _Y porque insisto, sino sería un dramón total, y se convertiría esto en The L Word, con escritoras de dudoso talento flotando en una piscina…. _ Ainsss, que bonito el amor. 🙂

Eso fue todo por hoy. No tuvimos escenas de la parejita Cory-Kaci, quienes supongo seguirán en su burbuja de amor maternal.

¡Será hasta la semana próxima, pequeños saltamontes! 😉