Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego.

He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales… Es absurdo. ¿Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así?

Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo. Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme… Mis dioses me hicieron así. Vía:El País

Chavela Vargas

Decía Chavela Vargas que ella quería morir un martes porque no quería arruinarle el fin de semana a nadie. Pero por desgracia nos hemos quedado sin ella en domingo (aunque cualquier día hubiera sido igual de malo) porque la cantante fallecía hace unas horas en Cuernavaca, Morelos de una falla orgánica múltiple.

El día de hoy mucha gente hablará de su gran trayectoria en el mundo de la música, de su alcoholismo y de hasta de sus incursiones en el mundo del cine, pero a mi me gustaría dedicarle este artículo a la importancia que tuvo para muchísimas mujeres mexicanas el que Chavela Vargas hablara de su homosexualidad.

Si ahora es difícil ser lesbiana en México hace sesenta años no les quiero ni platicar, pero Chavela siempre se caracterizó por su apariencia y su vestuario masculinos. Por llevar siempre su poncho, la pistola al cinto y el cigarro encendido, la mujer jamás escondió que ella amaba a las mujeres, pero no fue hasta el año 2000 cuando admitió abiertamente su lesbianismo en un programa de televisión colombiano.

No tengo que esconder nada ni nada de que avergonzarme. Nunca estuve ni dentro ni fuera del closet. Simplemente estuve donde tenía que estar, en mi lugar: en la calle delante de todo el mundo, muy libre y muy a gusto. Y si volviera a nacer seria de nuevo Chavela Vargas. Vía: La Coctelera

A la cantante se le conocieron muchos cariños pero pocos amores, quizá la más conocida Frida Khalo que se dice escribió esta carta a un amigo después de haberla conocido:

Hoy conocí a Chavela Vargas. Extraordinaria, lesbiana, es mas se me antojo eroticamente. No se si ella sintió lo que yo, pero creo que es una mujer lo bastante liberal que si me lo pide no dudaría un segundo en desnudarme ante ella. Cuantas veces no se te antojo un acoston y ya. Ella repito es erótica. Acaso es un regalo que el cielo me envía.

Una rompecorazones en toda regla. El caso es que más allá del enorme legado que nos ha dejado con su música, Chavela Vargas también nos ha demostrado que se puede ser feliz siendo una misma. Y si ella pudo hace sesenta años ¡que no podamos nosotras!

¡Así que a tomarse un tequilita a la salud de la chamana!