Buenas señoras, en 1940 Betty y Kate andaban ocupadas construyendo bombas y tratando de ayudar a ganar la guerra, en el 2013 yo he andado muerta luchando con la burocrácia para terminar mi papelería para la nacionalidad, mi pasaporte méxicano (que está a punto de caducarme) y el NIE que en un momento de gafismo total me caducó también. Muy triste todo, por eso me he retrasado con el episodio, pero ya estoy aquí para contarles todo lo que pasó en Bomb Girls.

Betty y Gladys platicando

Empezamos nuestro episodio con Gladys renegando porque todas las noticias que le llegan del frente son de soldados pasándolo bien con las chicas que están cerca y no con sus prometidas que está a chorrocientos kilómetros. La mujer tiene celos y no sabe que pensar. Betty también está desanimada porque no quiere toparse con Ivan que la sigue viendo con ojitos de borrego muerto y Kate les dice con cara de asco que hay gente que no tiene a nadie y ahí están las dos renegando de sus susodichos.

Gladys le recomienda que le de tiempo y espacio a Ivan, que seguro cuando se le pase el enamoramiento pueden volver a ser amigos. Luego, cuando Kate se marcha, las dos comentan que la mujer anda un poco rara desde que regresó y que sería bueno hacer una «noche de chicas» para jugar cartas y relajarse, así que señoras ¡ya tenemos plan para esta noche!

Reacciones de las chicas ante Eugene

La fábrica organiza un taller para informar a los empleados sobre las cosas que deberían hacer en caso de un bombardeo y el hijo de Lorna que está de permiso en la ciudad se pasa por ahí para comentarles algunas de sus experiencias. Las reacciones ante su aparición son mixtas porque el hombre habla más de lo «bien que se lo pasan los soldados» que de formas de permanecer seguros, pero por lo menos su charla es amena.

En fin Betty lo ve con cara de «eres el típico creído y me vales madre», Kate lo mira con adoración y Gladys sigue renegando porque todo lo que dice el hombre le recuerda que su prometido podría estar poniéndole los cuernos en ese mismo instante, así que intenta redirigir la conversación hacia los bombardeos pero Eugene le dice que no hay nada que hacer sino tener suerte si te toca sufrir uno.

Kate embelezada con Eugene

Al terminar la charla Kate se va de inmediato a hablar con Eugene porque se nota que lo quiere conocer mejor y el aprovecha para tirarle los tejos a lo descarado. Kate se ruboriza porque está claro que sigue siendo un poco modosita, pero no lo esquiva, más bien le sigue dándo coba lo que produce la siguiente reacción en las otras chicas:

Betty, Vera y Gladys mirando a Kate

A Betty por supuesto no le hace la más mínima gracia, más bien su corazóncito empieza a notar una misteriosa heridita que está empezando a nacer. A Vera le hace muchísima gracia porque los recursos de Kate para ligar digamos que no son muchos, Gladys por su parte no puede creer lo que ve. En fin el plan para jugar cartas esa noche sigue en marcha.

Gladys y Betty jugando cartas

La noche de chicas empieza un poco floja porque las únicas asistentes son Betty y Gladys, resulta que Kate se ha escaqueado al menos de momento con la excusa de que tiene que hacer algo. Las chicas se nos están congelando porque la caldera no está encendida así que Betty se pone en marcha antes de que el cuarto se les convierta en una película más de la era del hielo.

A por cierto, se me olvidaba contarles algo relevante, resulta que la radio y el periódico muestran ese día que unos prisioneros nazis se han escapado de uno de los campos. Mmm miedooooooooooooo.

Kate hablando con Leon

El lugar misterioso al que ha ido Kate es la iglesia de Leon, resulta que el hombre la había invitado a ensayar con su coro pero justo hace apenas unas horas se ha puesto toque de queda por lo de los prisioneros y encima hay un apagón. El caso es que el ensayo se ha cancelado.

Kate aprovecha para preguntarle porque le ha invitado y Leon le contesta que sabe que le ha pasado algo malo y no quiere que le cuente detalles si no se siente con ganas, que simplemente le ofrece un sitio para que encuentre paz cantando. Kate le dice que ya no puede cantar y él le recuerda que no va a encontrar la paz en el alcohol, ella asiente pero le dice que ya tiene otro plan que es básicamente camelarse a Eugene… algo me dice que pronto tendremos por slogan aquello de sufrocomobetty.

Betty y Gladys con cara de WTF

Betty y Gladys están jugando a la luz de las velas por aquello del apagón cuando de repente Eugene irrumpe en el cuarto con una botella de alcohol y armando escándalo porque según él viene a una fiesta. Betty y Gladys intentan correrlo pero justo entonces llega Kate y dice que en verdad ella lo invitó.

El tipo es bastante patanete, de hecho dejó de plancha a su madre que le había organizado una cena para irse de parranda, así que tanto Betty como Gladys lo miran con caras que van del aburrimiento al asco y pasando por la incredulidad. Sobre todo cuando Kate se dispone a «olvidar».

Betty sufriendo

Me acaban de echar sal en la herida

Gladys mira a Kate sentada en el regazo de Eugene y le comenta a Betty que jamás se hubiera imaginado a Kate con él. Nuestra chica responde que ella mucho menos con una cara de tristeza que sinceramente me llega al alma señoras. Pobre Betty, la heridita parece que está pasando a ser heridota y encima en toda su cara.

Para rematar a Eugene se le antoja comer algo porque ya se acabó todo lo que había en el refrigerador. Betty y Gladys lo mandan a freír espárragos pero él sigue insistiendo así que al final Betty decide ir a la alacena por unos pepinillos y ya de paso escaquearse del espectáculo.

En la fiesta Eugene le propone a Kate cantar una canción mientras él toca el piano. Kate lo intenta pero se ve que no le sale y entonces Gladys sale en su ayuda y se pone a cantar con él.

Betty amenazada por un Nazi

Betty está fuera de la casa (la alacena está en un cuarto exterior) con lo de los pepinillos y cuando sale se topa directamente con uno de los nazis amenazándola con un palo con un pico (no sé que demonios es, parece una flechota). La pobre se asusta muchísimo, más porque el tipo le tiene tapada la boca y no puede pedir ayuda, pero en un momento de claridad le mete una super mordida, le arranca el palo picudo y lo ensarta. El hombre se queda herido y tirado en el piso y ella grita con todas sus fuerzas pero con la música nadie la escucha.

El tipo empieza a hablarle en alemán y sorprendentemente Betty lo entiende todo. El tipo le dice que si es alemana pero ella asegura que es canadiense. Él le explica que lo quieren matar y que encima se ha herido al saltar la alambrada. Le dice que no quiere hacerle daño, simplemente su libertad, pero después de haberla amenazado con el palote ese como para creerle.

Betty se las arregla para meterlo dentro de la alacena y encerrarlo con llave, luego entra para pedir ayuda pero justo en ese momento Eugene está hablando de lo genial que es ver la cara del enemigo cuando se desangra (el tío es un imbecil y encima gore…). La rubia intenta llamar al a policía pero si lo hace desde ahí se van a dar cuenta así que no sabe que hacer. Eugene exige sus pepinillos y amenaza con ir por ellos así que Betty les dice que nada que ella va y se vuelve a la alacena.

Betty amenazada por un vidrio

Betty se mete a la alacena para curar al hombre porque no quiere que muera, pero eso sí, le dice que en cuanto pueda llama a la poli para que se lo lleven al campo. En un momento en el que se distráe el tipo la ataca y la empieza a amenazar con un trozo de vidrio.

La cosa se pone fea pero entonces Betty confiesa que en realidad su familia es Alemana y aunque ella nació en Canadá conoce el idioma porque su abuela lo hablaba en casa. Por su puesto, su familia se cambio los apellidos cuando la primera guerra mundial por aquello de que todo el mundo odiaba a los alemanes. Él le dice que si viviera en alemania no tendía que esconderse y sería una reina. Es una conversación interesante porque siento que Betty también la entiende desde el punto de vista de esconder su homosexualidad.

Eugene coqueteando con Gladys

En la fiesta Eugene ha cambiado de objetivo y está tirándole los tejos a Gladys que en un principio hace todo lo posible por esquivarlo. Pero luego él le da en la herida hablándole de como el es un soldado super valiente y hot y su noviete no porque se lo han dado todo regalado. La mujer estaba a punto de caer camelada cuando suena la sirena de aviso de que todo vuelve a la normalidad que la salva de cometer el error de su vida. Eso sí, Kate está en la puerta viéndolo todo y no le hace la más mínima gracia que Gladys se esté «quedando» con su plan de salvación.

Betty y el Nazi hablando

En la alacena el nazi le dice a Betty que no lo ha entregado porque los dos son iguales (escondiendo cosas). Ella intenta convencerlo de que se marche sin más y la deje vivir y promete no decir absolutamente nada. Él no está muy convencido de dejarla marcharse así que duda, pero al final sale corriendo.

Kate con miedo

Gladys va al cuarto porque quiere explicarle a Kate que ella no tiene nada con Eugene. Su amiga está muy enfadada y le dice que si no pasó nada fue por la sirena y nada más. Gladys entonces le dice que algo le ha pasado, y que sabe que no tiene que ver con el soldadito de plomo, le dice que ya no es ella misma. Kate le dice que es por su padre pero Gladys le recuerda que su padre ya está fuera de la ecuación (aunque no sepa que está bajo tierra) y luego le pregunta de qué tiene miedo. Kate responde «De todo», y su cara nos dice que es cierto…

En la alacena en cuanto el hombre empieza a correr Betty empieza a gritar como loca y todo el mundo sale al cuarto. Betty le dice a Eugene por dónde está el hombre y el tipo lo atrapa y le da de golpes como maniático. Betty lo para antes de que le haga más daño y cuando se acerca a él, el hombre le dice en Alemán al oído que «nadie puede esconderse para siempre».

Kate curando a Betty

Kate se asusta mucho con todos los gritos y cuando ve que Betty está herida de inmediato se la lleva al cuarto para curarle la mano.

Kate: Un nazi en nuestra casa, no puedo creerlo. Pudo haberte matado. ¿Te dijo algo?
Betty: Me dijo que nadie puede esconderse por siempre.
Kate: Hacemos lo que tenemos que hacer para sobrevivir.

Betty hablando con Kate Bomb Girls

Betty: Pero cuando estemos por fin a salvo… estará bien dejar de luchar.

Me encanta esta conversación porque tiene muchas capas. Y juro por lo más sagrado que si fuera Betty estaría igual de confundida porque no puedo leer correctamente a Kate. Obviamente cuando están hablando de esconderse hablan de muchas cosas a la vez. Betty sobre tener ascendencia alemana (aunque esto no lo sabe ni Kate), las dos sobre el secreto de la muerte del padre malvado, Kate sobre ocultar su identidad. Betty está claro que también sobre ocultar sobre su homosexualidad y su amor por su amiga, pero en algún momento me da la sensación de que Kate también está hablando de eso… no sé, es que es tan inocentona que a veces pienso que no es real, pero otras me entra la duda. ¿Ustedes como lo ven? Y así señoras termina este episodio de Bomb Girls, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.