Orange is the New Black: Resumen del episodio 1×09

Si seguís conmigo la serie preparaos, agarraos a la cosa fija más cercana posible porque este episodio de Orange Is a New Black viene con muchas curvas y a partir de él,os aviso, la cosa se desmadra. Dicho esto, allá vamos.

Es Acción de Gracias, esa famosa fiesta que nosotros (el resto del mundo) no acabamos de entender pero sabemos que es casi tan importante como Navidad, Año Nuevo y el día nacional todo junto y, en la que fundamentalmente se come en familia un jugoso pavo. Siendo un día tan importante nuestra reclusas no se lo iban a perder aunque tengan que comer restos sorpresa de fábrica, sorpresa como la que se lleva Red cuando descubre que dentro de sus cajas de verduras hay una bolsa de pastillas, que no hace falta ser Sherlock Holmes para averiguar que son de Mendez, y tras el shock inicial la rusa planta cara a su manera.

En la peluquería Piper se prepara para ver a su prometido mientras especula como sería si se volviera mujer (?), y en otra parte no muy lejos Díaz se va a beber un potingue que le ha hecho la amiga de su madre (que dice ser aprendiz de santera) para que aborte sin dolor, aun conllevando un dolor de estómago insufrible y muchas visitas al baño.

Pennsatucky que parece que tenga un sexto sentido, justo está hablando de bebés o más bien dictando una carta a su secretaria y, es que por lo visto fuera de estas paredes es una celebridad (o ella lo cree así) y claro por si sola no daría abasto para responder a todos sus fans y, como no están solas ya que comparten el aire con Alex esta no se puede reprimir y la pica un poco desencadenando una de esas divertidas discusiones hasta que Tiffany acusa a Alex de ser una niñata rica, y viendo su pasado nuestra morena ha tenido de todo menos una infancia rica y llena de lujos.

Después de una breve charla sobre prevención de suicidio, vemos a las chicas organizar una fiesta por la despedida de Taystee y así tenemos la oportunidad de ver como vuelve a resurge la amistad entre Vause y Chapman, pero la distancia de estas dos se reduce más cuando la música suena.

Y claro Pennsatucky no pierde baza sabiendo que esta es la suya y tras perder la oportunidad con Mendez que esta encantado con el espectáculo, acude al infalible Healy que pierde los estribos al enterarse de lo que se ha inventado la drogadicta que esta haciendo su niña preferida y, ante el pasmo de todos manda a la rubia a aislamiento, el tío no se anda con medias tintas cuando se trata de lidiar con lesbianas.

Con la fiesta arruinada, las chicas se quedan charlando y Taystee deja ver que esta más que aterrorizada por su salida, tiene miedo de enfrentarse al mundo real del que apenas conoce nada después de una vida en instituciones, pero como milagro de Acción de Gracias, Miss Claudette deja su tono cascarrabias por un momento y anima a la muchacha. Hasta en la cárcel puedes encontrar aliento para afrontar el mañana.

Como es día festivo toca visitas, y mientras algunas disfrutan de las suyas como Suzanne (Crazy Eyes para los amigos) otras no lo pasan también como Sofia que se entera de que a su mujer le gusta el pastor de su Iglesia y en un ámbito de más que amigos; y luego están otros como Larry que se quedan con las ganas de saludar porque al estar su chica en aislamiento no puede recibir visitas, por lo que monta un pollo del quince.

Hablando de la rubia, la verdad es que no lo esta pasando nada bien en sus primeras horas de aislamiento, tampoco es que estar encerrada en una sala minúscula oyendo gritos desesperados pueda ser muy estimulante. Fuera, su estancia allí será vengada por su amada, que cumpliendo su amenaza pega un beso de los que quitan el hipo a Tiffany que se queda toda loca.

En la cocina Mendez va a hacer una visitilla a Red en busca de sus pastillas y, cuando la rusa se ríe de él en su cara sugiriéndole que meta la cabeza en el váter a ver si encuentra alguna, pues como que el segurata no se lo toma del todo bien y decide aportar un ingrediente más a la comida de la rusa proveniente directamente de su vejiga.

Larry desde su casa también intenta hacer algo con la situación de Piper, así que indignado y sin importarle que sea festivo hace todo lo que puede por sacarla de allí, aunque suponga llamar al mismo presidente. Por otro lado la rubia al final si recibe una visita, la de Healy, que se presenta ante ella como si fuera su caballero de brillante armadura salvándole de la malvada Alex a lo que Piper le responde:

El único enfermo aquí eres tú. Bajo diferentes circunstancias ¿qué? ¿sería tu novia? ¿es eso? ¿te pongo celoso? Me has metido en este infierno sin ninguna razón. ¡Despierta Healy! ¡chicas como yo no nos acostamos con ignorantes, pretenciosos hombres mayores con raras obsesiones con las lesbianas! Vamos a por sexys chicas altas y jo***, nos encanta. Así que eso te deja fuera, viviendo tu triste vida ¡No me tendrás nunca!¡Así que vete a la mierda!

Nada más terminar sabe que ha fastidiado su única oportunidad de hacer las paces y salir de allí.

Alex sigue en la guerra contra Pennsatucky en la que la drogadicta lleva la voz cantante. Todo esto hace que la morena recuerde sus años de juventud como el día en que conoció a su padre, un batería de un famoso grupo de heavy metal y la decepción que ese momento supuso, aunque al menos le sirvió para conocer al que sería su futuro jefe en el mundo de la droga.

Díaz a la que hacía rato que no veíamos, está que se muere por culpa de la poción que para que le duela más resulta que no le va a ayudar a conseguir lo que quiere, es solo una treta de su madre para que aprenda la lección, deje de hacer el bobo y acepte a su hijo, ya que según sus propias palabras los niños traen esperanza con ellos.

La que no tiene esperanza alguna, al menos ahora, es Piper y la que va a perder no la esperanza sino la paciencia es Alex, que en otro ataque gratuito la drogadicta le ha roto sus gafas. Esto ya es personal.

Pero no a todo el mundo le va mal en esta prisión, por segunda vez en un día ocurre otro milagro (al final vamos a entender porque este día es tan importante) y aunque no era su día Taystee se va, sin tiempo para grandes despedidas pero si para un pequeño baile para decir adiós a sus colegas.

Y mientras Piper en su cubículo ha empezado a hablar con la voz que proviene del respiradero, que no sabe si es real o se la imagina, pero dada la situación poco importa porque se está empezando a hundir que es el objetivo del lugar.

Antes de la cena, Sofía discute un poco con la monja sobre el enamoramiento de su mujer y su amiga le aconseja que le dé vía libre a su mujer. Aparte Nicky sigue en sus locos intentos de ligar con Alex, pero está claro que la morena solo puede pensar en Chapman.

Ya en la cena, Larry consigue convencer a un amigo de Polly que es presentador, que aparezca contando su historia en televisión y en la cárcel las chicas no tienen tan buen menú pero aún así celebran la fiesta con el mejor ánimo que pueden, bueno no todas, Piper no puede ni dar un mordisco a la plasta que le han dado como comida, encima su compañera ya no responde ¿se estará volviendo loca? Menos mal que la guerra que ha dado su novio ha dado resultado y Healy se ve obligado a soltarla, siendo el verdadero milagro del día.

Como siempre el capítulo termina con un golpe de esperanza: Sofía apoya a su mujer y le anima a hacer lo que quiera sin represalias por su parte y, además recibe su antigua dosis de medicación; pero por desgracia a Taystee fuera las cosas no le van muy bien y Healy (perro rencoroso) le cuenta todo a Larry, eso sí, ya os digo que al menos por hoy todo termina bien para Piper.