La semana pasada conocimos a Clara y Marina la pareja lésbica de Em Familia y desde entonces las cosas se han puesto cada vez mejor entre las chicas, así que aquí está nuestro segundo resumen de episodio para contarles todo lo que ha pasado entre la pareja esta semana.

Em Familia

Nuestro episodio comienza con el doctor revisando a Marina, por aquello de que se nos desmayó en la presentación. Afortunadamente, parece que es solo que está muy estresada, así que le recetan un calmante muscular y le aconsejan alimentarse bien. Justo entonces llega Clara con su hijo a visitarla.

Marina se intenta levantar para recibirla pero se marea de nuevo, así que el doctor, que aún sigue ahí, le pregunta si puede estar embarazada. Ella se ríe y dice que le gustaría adoptar pero que de momento no existe esa posibilidad (ya pueden respirar tranquilas chicas).

Clara y Marina

Marina, que es una conquistadora nata, le pide a Clara que se siente a su lado, luego se la queda mirando y le dice que menos mal que su enfermedad no se contagia con las miradas, porque si no ya estaría enferma. Y es la verdad, porque si las miradas enamoraran Clara ya estaría hasta las trancas por ella.

Marina: Te ves muy linda. Muy bonita. (Tocándole la cara) Tengo la manía de colocar a todo el mundo para que le llegue la luz correcta. Es como si quisiera corregir a la naturaleza.
Clara: Debo verme super fea, salí de casa corriendo, ni si quiera me maquillé bien.

La asistente de Marina las ve con cara de pocos amigos. Por algún motivo que aún no descubrimos, no le hace la más mínima gracia que su jefa ande coqueteando con Clara. Por cierto, la morena a estas alturas del partido ya está sudando de los nervios, porque Marina no despista al enemigo, le entra con todo.

Marina pregunta si su baño está listo y Vanesa, su asistente, le dice que sí y se ofrece a ayudarla. Pero la rubia que no es lista ni nada le dice que Clara le va a echar un cable y que ella entretenga al niño.

Clara y Marina pareja lésbica

Ya en el baño, Marina se desnuda sin pudor y a Clara se le suben los colores a la cara. La mujer se mete en la ducha y vuelve a lanzarse al ataque.

Marina: ¿Puedo pedirte una cosa?
Clara: Claro.
Marina: Posa para mi. Quiero hacerte fotos de esas que revelan hasta el alma.
Clara: No, soy tímida, no.
Marina: No voy a pedirte que te quites la ropa. Quisiera hacerte un reportaje lindo. Quiero regalarte unas fotos lindas.

Clara y Marina en la bañera

Clara le dice que se lo va a pensar y alega que tiene que marcharse a llevar a su hijo a clase de judo. Pero antes de irse le asegura a Marina que sí se toma las fotos, así que quedan las dos para verse el fin de semana y hacerlas. Eso sí, como es día para estar en familia, Clara va a ir acompañada de Cadu y el peque.

En cuanto Clara se vuelve para salir Marina le dice:

clara y marina

Marina: Clara… Discúlpame por haberte pedido que vinieras así. Soy yo la que tendría que haber ido a verte, pero por lo del desmayo me era imposible. Pero te llame porque pienso que de todas las personas que vi en la exposición, tú eres la única que merecía una atención especial.
Clara: Por favor, había muchas personas importantes.
Marina: Sí, importantes. Importantes para mi cabeza, pero ninguna de ellas era más importante para mi corazón que tú.

¡Madre mía! Esta mujer lo quiere todo con Clara… y ella tiene mucha resistencia porque la mayoría de nosotras ya hubiera caído a estas alturas. ¿Verdad chicas?

em familia

En fin, ya en el fin de semana, Marina está pidiéndole a la persona que se encarga de su piscina que se la deje reluciente porque va a tener visita. Vanesa se queda con la movida y le hace un comentario por lo bajo sobre como de repente le ha dado por cuidar mucho la casa.

Marina: Siempre cuido de mi casa.
Vanesa: Sí la cuidas, pero dependiendo de la visita lo haces más o menos.
Marina: Porque unas visitas valen la pena más y otras menos. (¡Auch!)

Yo creo que tenemos que seguirle a la pista a Vanesa chicas, porque me da a mí que le gusta su jefaza. Igual no la culpo porque ¿hay alguien a la que no le guste Marina?

em familia

Mientras tanto, Clara está ahí en plena sesión de belleza hablando con su estilista de Marina. Al parecer la estilista sabe muchísimo de la fotógrafa y de los chismes que hay a su alrededor. La mujer le dice a Clara que Marina es guapísima y luego le suelta un «menos mal que es bollera, una menos para competir» y Clara se queda super trabada porque no lo sabía.

¡Señora! ¿En serio? Pero si la mujer le ha tirado los tejos por activa y por pasiva. ¡Hay que ser inocente! Osea prácticamente la desnuda con la mirada, le dice que es importante para su corazón… ¡no sé que más quería para darse cuenta!

En fin, que Clara se va a su casa y se encuentra con Cadu, así que decide contarle lo que acaba de descubrir.

Clara: Es que estaba en el salón haciéndome las uñas y la estilista me contó que Marina, la fotógrafa… me contó que… que ella es… bollera… ¿crees que es verdad?
Nando: Yo había escuchado que le gusta el pescado.
Cadu: Bueno, pero es que todo el mundo dice barbaridades.
Nando: ¿Te ha molestado?
Clara: No, no, es que encontré el término bollera muy vulgar.

Si… claro… usted disimule señora que total ni se le nota. Más adelante, Cadu le pregunta a Clara si sigue en pie lo de ir a casa de Marina y ella está dudando. Cadu se ríe porque ve que sigue afectada por haber descubierto que Marina es lesbiana.

Cadu: ¿Estás preocupada por Marina? ¿Crees que puede intentar seducirte?
Clara: ¡Claro que no! ¡Vete de aquí! (tirándole una almohada) Nunca vuelvas a hablar así.

em familia

Aquí me voy a servir de una cita de Shakespeare que me viene como anillo al dedo y que dice: «The lady doth protest too much», y que viene a significar que Clara reniega tanto porque en realidad hay algo de fondo y todos nos hemos quedado con la movida. Bueno, todos menos Cadu.

Cuando se va su marido, Clara se tira en la cama y se pone a mirar las fotografías de Marina en una revista con una mirada que nos dice que está más interesada de lo que quiere admitir.

clarina pareja lésbica

Se llega por fin el día de la visita y Clara y Marina intercambian miradas matadoras a pesar de que Cadu está también por ahí. Los tres empiezan a hablar y la conversación se pone media incómoda.

Cadu: No hay marido más fiel que yo.
Clara: Te creo. Pero eso no es todo Cadu.
Marina: Para mí no significa nada. Quiero decir. Perdonen que me meta en la conversación. Pero la fidelidad no quiere decir felicidad y viceversa. Una persona puede ser feliz y no ser fiel. Ahora ser fiel y no ser feliz… eso no funciona. ¿No crees?
Clara: No, yo creo que lo ideal es ser fiel y feliz.
Cadu: Que es mi caso.
Marina: ¿También es tu caso?
Clara: De cierta manera sí. Cadu y yo estamos bien.

Mmm no sé yo chicas, Clara no se ve muy convencida que digamos. Cadu decide que mejor aquí corrió que aquí murió, así que se lanza a la piscina y las deja a las dos hablando solas.

Marina: Perdona si he metido el dedo en la herida.
Clara: Imaginaciones tuyas. Son cosas de pareja. Nosotros nos amamos.
Marina: ¿Lo hacemos nosotras también?
Clara: (Con cara de susto) ¿Qué?
Marina: Meternos en la piscina.

Lol, menudo sustito se llevó Clara con esa proposición que de momento ha sido del todo decorosa.

Marina y Clara pareja lésbica

Más adelante vemos a las chicas hablando en la piscina. Clara le está contando a Marina que las cosas con Cadu no van del todo bien, que están pasando por una pequeña crisis porque él no tiene empleo y a pesar de que es muy competente es muy irresponsable. Al parecer a la hora de seguir horarios o cumplir con ciertos plazos, Cadu se comporta como un niño. Marina le dice que Cadu es el niño que ella ama y Clara le dice que sí, que lo ama, pero que al mismo tiempo falta algo porque se necesitan más cosas que el amor para conseguir la felicidad.

Clara: Estoy hablando como alguien que lo está pasando fatal… pero eso es lo que pienso.
Marina: Lo sé. No quieres decir más, sino ser feliz. Quieres ser feliz.

Clara y Marina Em familia

Clara: Yo quiero una felicidad que me de alegría, porque existe una felicidad que no es alegre. ¿Me entiendes?
Marina: Sí, yo te entiendo perfectamente. En serio. ¿Sabes lo que necesitas? Necesitas verte como realmente eres. Por eso quiero hacerte esas fotos. Puedo parecer pretenciosa, pero hago mucho más que fotografiar rostros y cuerpos. Yo fotografío tus pensamientos… tus deseos. Espera a ver…
Clara: Hiciste que se me pusiera la piel de gallina.
Marina: ¿Ah si?
Clara: Tengo mucha curiosidad… Sí, nunca me ha fotografiado una artista y menos una artista famosa. Nunca soñé con eso.

Señoras, estas dos se hacen carantoñas con las palabras. A mi me da que Clara tiene curiosidad y no es precisamente por las fotografías de Marina…

Clara y Marina pareja lésbica

Cadu, que no puede evitar meterle mano a la cocina de Marina, llega con la comida hecha, así que las chicas se «quitan el cloro» en la ducha y yo les traigo una imagen del momento porque estoy segura de que van a disfrutarla.

Después del almuerzo, Marina, Cadu, Clara y las asistentes de Marina están en un salón. Marina le enseña a Clara los trajes que quiere que utilice para la sesión fotográfica. Clara está super emocionada y Marina le dice que su intención era hacer las fotos ese día, pero que ya se les ha hecho tarde, así que le pide que vaya el día siguiente.

Y dicho y hecho, al día siguiente las chicas se juntan y empieza la sesión fotográfica aderezada de comentarios del tipo: «eres una diosa» por parte de Marina hacia Clara. Ahí les va una galería de la sesión fotográfica para que se echen un taco de ojo.

Cuando se termina la sesión Clara llega a casa y le cuenta a Cadu que este ha sido uno de los días más felices de su vida. La mujer está en una nube, da saltos, corre por el cuarto, salta encima de la cama. Vamos que parece niña con juguete nuevo. Y Marina está exactamente igual. Las dos recuerdan la sesión de fotos con cara de emoción. Ais que las dos están coladitas chicas.

Y hasta aquí nos quedamos esta semana señoras. Espero que la historia de Clarina les esté gustando.

Mil gracias a Mara C por toda su ayuda con las traducciones, estos resúmenes no serían posibles sin ella.