Clara y Marina resumen semanal 04 “Em Familia”

La semana pasada en «Em Familia» vimos a Clara aceptar de una vez por todas que Marina le hacía tilín. Y las cosas parecían avanzar a toda velocidad cuando Clara y Marina se fueron de viaje de trabajo juntas a una isla paradisíaca y lo que menos hicieron fue trabajar. Pero al final la morenaza metió reversa a todo lo que daba porque en el fondo le sigue dando miedo eso de involucrarse con una mujer, sobre todo porque piensa en Cadu y en su hijo. ¿Listas para averiguar que pasó después?

Nuestro episodio comienza con Clara hablando con Cadu por teléfono antes de subir al helicóptero que las llevará a ella y a Marina de regreso a casa. La mujer se empalaga ahí con su marido en plan «yo te amo, no yo te amo más» y a Marina le entra la depresión, así que el camino de vuelta es mucho más aburrido que el de ida en el que iban las dos ahí en plan acaramelado.

Ya en casa, Marina se topa con que Cadu tiene un nuevo negocio entre manos, pero como siempre no ha planificado de manera adecuada el dinero que tendrían que invertir y como él no tiene trabajo es imposible pagarlo. Cadu es un niño con sueños, así que no tiene los pies en la tierra. Por eso decide pedirle a Clara que le pida el dinero a Marina. A la morena casi le da un infarto porque conoce a su marido y sabe que no es de fiar a la hora de pagar, pero también porque apenas está conociendo a Marina y desde luego no tiene la confianza como para pedirle dinero prestado, así que se niega en redondo.

Cadu se enfada y los dos terminan peleando, pero luego Clara empieza a achucharlo y a decirle que lo siente y los dos vuelven a contentarse.

Marina por su parte está en plena sesión fotográfica dándolo todo cuando la llama su padre para ver si ya movió lo de la venta de la casa. Cuando termina de hablar con él, la rubia le comenta a Vane que está preocupada porque su padre jamás había querido vender esa casa, las dos tienen la sospecha de que tiene problemas económicos. Marina también le comenta que como que anda de bajona y si fuera por ella no trabajaría ese día, pero que no le queda de otra por el contrato.

Vane se preocupa por Marina y sospecha que está deprimida otra vez, así que le pregunta directamente si Clara la dejó así. La rubia le dice que preferiría hablar de ese tema en un momento en el que haya menos gente, así que las dos quedan en eso.

Clara por su lado está comiéndole al tarro a una mujer que está su lado y ni la pela. Obviamente el tema de conversación central es Marina, pero esta vez de manera más disimulada. Y es que clara decide utilizar la boda de Daniela Mercury con su esposa como excusa para hablar del tema de una mujer dejándolo todo por otra. Y ahí mete puntillas en plan ¿no le daría miedo? ¿Qué tal si se arrepiente? Vamos que la mujer anda ponderando sus opciones pero al final del día nomas no se decide.

Y a mí me encanta dar carrilla porque claro, nosotras queremos verla con Marina, pero lo cierto es que si estuviéramos en su lugar probablemente estaríamos igual, en plan pánico de la vida. Y yo supongo que me sentiría muy culpable, porque Cadu es un lindo, también es totalmente irresponsable, pero no es como que no la quiera. En fin, que Clara sufre porque no sabe que hacer.

En el estudio, Vane le recuerda a Marina que tienen una conversación pendiente y que se le nota que ha venido desanimada desde que volvió de Agra.

Marina: ¿Sabes? A veces tenemos que salir de nuestra zona de confort para enfrentar la realidad de los hechos.
Vane: Y el hecho se llama Clara.
Marina: No, el hecho soy yo. Clara es solo el elemento imponderable de esta matemática infeliz.
Vane: Yo soy cartesiana, me quedo con los hechos.

¡Que levante la mano toda aquella que sea del club de Marina…ejem digo cartesiano! Vane le pide a Marina que le cuente lo que pasó, y la rubia le dice que se ha dado cuenta de que ella tenía razón y que Clara no es de este mundo. Vane le dice que malinterpretó sus palabras, que de hecho piensa al revés. Clara es tan simple que no pega con ella, de hecho la mujer no entiende qué le pudo ver Marina.

Marina: Exactamente eso, Clara es común. Tiene el entusiasmo de las personas comunes, ella… ella lidia con la vida de una manera trivial, leve. ¿Sabes? Ella tiene el brillo de las personas que no se toman en serio. Eso es.

Marina es una romántica perdida señoras, me encanta que tiene alma de poeta. Y hablando de almas, la fotógrafa piensa que por eso tuvo tanta empatía con Clara desde el principio, porque sus almas se encontraron.

Vanesa la intenta volver a la realidad recordándole que Clara está casada, que tiene un hijo y una familia, que si sigue por ese camino va a terminar herida. Marina le dice que precisamente fue de eso de lo que se dio cuenta en Agra, que Clara le contó que le gusta cocinarle al marido, esperarlo, cuidar del niño, ser una ama de casa en toda regla.

A Vanesa le dan ñañaras de escucharla, pero a Marina lejos de repelerle todo ese asunto se sintió más atraída por ella. Vamos que Clara le encanta de cabo a rabo, el único problema es que la morena la tiene de «amiga» y Marina siente que no le atrae.

Vanesa le dice que cada una ocupa el lugar que tiene que ocupar en la vida de otro, aunque no sea el que tú quieres. Le dice que ella entiende como se siente (obviamente porque ella está hasta las chanquilas por Marina), pero que ella es más que su amiga y por eso las dos tienen que salir a disfrutar del día que está precioso. En fin que intenta animarla como puede y al final Marina termina sonriendo.

Lo siguiente que vemos es a Clara por la noche en su cama escuchando un mensaje que le dejó Marina. Por un segundo se piensa lo de llamarla inmediatamente, pero luego se lo piensa mejor y se queda mirando hacia el horizonte. Cadu la encuentra así, pensativa y le pregunta qué le pasa, así que ella decide ser más sincera de lo normal y comentarle que siente que no han avanzado nada en su relación.

Cadu se disculpa, le dice que no ha sido un buen marido, pero que ahora tiene el sueño del restaurante y siente que realmente pueden salir adelante si pega. Luego le entra la culpabilidad y le dice que se buscará un trabajo de verdad. Clara le dice que no quiere que deje sus sueños por ella, que más bien ella quiere ser parte de sus sueños, pero que necesitan tener los pies sobre la tierra. También le dice que sus problemas económicos no lo son todo, que él también falla a la hora de ir a las juntas de su hijo etc. Igual al final se arreglan y dicen que van a luchar juntos.

Al otro día, Clara llega al estudio y se encuentra a Marina dormitando en una silla porque se quedó a trabajar hasta tarde y al final la venció el sueño. En cuanto la ve, Marina se pone super contenta y le dice que estaba soñando con ella. Clara le comenta que recibió su llamada y que al final ha decidido aceptar que le haga la fiesta de cumpleaños.

Marina se muere de la felicidad y le dice que había vuelto deprimida de Agra porque pensaba que Clara su… pausa significativa… amistad había quedado comprometida. Pero ahora que ha vuelto está super contenta, tanto que decide que ya no quiere trabajar e invita a Clara a irse de farra con ella.

Y así señoras nos vamos a quedar esta semana. Con Clara y Marina que aún no le ponen nombre a esa química que tienen juntas, pero que por lo menos ya reconocen abiertamente (excepto la una con la otra) que la sienten. ¡Vamos avanzando señoras! ¿Cuál fue su escena favorita de esta semana.