Clara y Marina resumen semanal 06 “Em Familia”

¿Qué dijeron chicas? ¿Ya nos abandonó Rogue con los resúmenes de Clara y Marina? ¡Pues no! Solo sufrí un leve retraso causado por andar de parranda, pero sé que ustedes me lo perdonan. Sobre todo porque vengo dispuesta a ponerme al día cuanto antes a base de hacer resúmenes más largos. Así que sin más dilación, vamos avanzando con lo que pasó entre estas dos bellezas en Em Familia.

Nuestro resumen comienza con Clara intentando disculparse con Marina aka «Elsa la reina de hielo». Y es que la fotógrafa trata a su amada con el látigo de su desprecio. Bueno, eso es exagerar, simplemente le hace sentir que está molesta y Clara lo nota de inmediato porque la rubia ya no le baja el cielo y las estrellas a cada paso que da.

Clara le dice que lamenta muchísimo no haberla invitado a la subasta de su familia, que sabe que está sentida con ella por eso. Marina le responde que está sentida porque siente que ni si quiera se acordó de ella, pero Clara de inmediato le asegura que pensó en ella en todo momento, pero que tenía miedo de que Cadu volviera a agobiarla con lo del préstamo y por eso no la quiso invitar.

Marina no entiende porque demonios, si siempre está hablando de lo talentoso que es Cadu, ahora no quiere que ella pueda invertir en el proyecto, entonces a Clara casi se le suelta la lengua:

Clara: No quiero mezclar las cosas porque él es mi marido y tú eres mi… eres mi jefa.
Marina: (Herida) ¿Jefa? Caramba, que título tan horrible, lo odio.

Clara: Marina, Marina, ¿me perdonas?
Marina: A ti no te puedo decir que no.

Ais que romántico todo chicas, y el abrazo ese pegadito no es para nada laboral. ¡Quiero una jefa como Marina! En que no se me distraigan porque ahí les va un enredo novelero. Resulta que la hija del prometido de la madre de Clara está relacionada también con Marina, básicamente porque su padre es también el primo de la fotógrafa., con lo que la invita a una comida a la que van a ir tanto Clara como su Madre, pero Marina se niega a ir.

Al otro día, Vane organiza otra sesión de fotografía y se gana un arrumaco de Marina que no se siente inspirada pero piensa que gracias a las modelos puede que la cosa vaya bien. Vane por su parte, no tiene ojos más que para Marina, así que todas las demás le parecen deslucidas.

Vane: Vaya. Yo no vi nada especial.
Clara: Perdona pero a mí las chicas me parecieron guapísimas, unas bien distintas de las otras y creo que el resultado será increíble.
Marina: ¿Has visto? Clariña tiene el ojo más al loro que tú.

LOL menos mal que Clara es la hetero con dudas, porque a la hora de ver mujerones les echa ojo de arriba a abajo. Igual Vane se desquita porque cuando Clara se entretiene con una llamada de su madre, ella le recuerda sutilmente a Marina lo malo que sería «mezclar los dos mundos» y la reafirma en su posición de que no debe de ir a la comida.

Igual a Marina la recomendación le entra por un lado y le sale por el otro, porque el día de la cena está ahí junto a su primo y su sobrina, listísima para la acción. Obviamente, en cuanto la ve, Clara sonría al universo, porque su corazón se llena de ilusión con solo mirarla. Y de hecho empiezan a ligar al segundo, que ya sabemos que estas no se andan por las ramas, al menos cuando se trata de hablar.

Clara: Decías que no ibas a venir y has acabado viniendo.
Marina: Es verdad, soy así, cambio con el viento.
Clara: Fue el viento que te trajo.
Marina: No, creo que fue la luna.

Las dos tenían ganas de seguir hasta que la muerte las separara, pero me temo que Cadu llega para arruinarnos el momento y Clara sale pitando con su hermana para no estar muy pegada a Marina. Total que ya no volvemos a ver a las chicas juntas en la fiesta.

Por la noche, Cadu y Clara llegan a su casa y se ponen a hablar. Ella solo sabe hablar de Marina así que él contrarresta dándole por anticipado el regalo que le compró de cumpleaños recordándole que «la fiesta será en casa de Marina, pero la noche especial será aquí, con tu marido». No sea que se le olvide al ver a la fotógrafa.

En fin la cosa parecía ponerse romanticona cuando de repente se apagan todas las luces, y es que resulta que a Cadu, para variar, se le ha olvidado pagar el recibo de la luz. Al principio Clara se pone de malas y parece que se va a romper la conexión, pero luego Cadu consigue embelezarla de nuevo y terminan haciendo el amor en el piso a la luz de una vela.

Eso sí, la magia no dura hasta la mañana, porque se van a desayunar con la familia y en la plática sale el asunto de que Marina es lesbiana. Entonces Cadu dice la clásica frase de «es un desperdicio» y Clara se enfada y le dice que es de muy mal gusto lo que acaba de decir.

¡Por fin se llega el día de la fiesta de Clara niñas! Y menos mal porque llevan como un mes hablando de ella, así que yo pensaba que sería eterna. En fin que obviamente Marina anda del tingo al tango intentando que todo quede perfecto, porque ella organiza fiestas a lo grande. Que alguien le cuente que el mío es el 29 de junio por favor, que si me arma algo las invito a todas.

En fin Marina está super nerviosa mangoneando a todo el personal a tal grado que Vane le dice «calmantes montes» pero al estilo brasileño. Le promete que ella se hará cargo de todo si lo deja en sus manos, pero la fotógrafa se niega porque si es algo «realmente importante» no le gusta delegar.

Todo esto mientras que a Clara, en su caso la despierta su familia con el clásico «cumple años feliz», como está tan contenta tiene ganas de quedarse todo el día en la cama apapachada por su mamá, hermana, esposo e hijo, pero entonces su hermana le dice que le va a pichar un vestido y al momento le entra la energía divina y se van de compras.

Por fin empieza la fiesta y en cuanto Cadu, Clara y el peque entran se revelan todas las fotografías que le tomó Marina. Todo el mundo se queda impresionado y Clara está super contenta, pero Cadu se ve bastante incómodo.

Marina: Quiero que aproveches cada segundo, porque lo he hecho todo por y para ti Clara.
Clara: Loca, adorablemente loca. Creo que no voy a olvidar este cariño en los próximos cien años de vida. Marina… como tú no existe otra
Marina: Me quedo feliz de saber que soy única para ti. Estas fotos muestran que tú eres única para mi.

Clara se lo está pasando bomba, pero su alegría es inversamente proporcional al buen humor de Cadu. El hombre está que trina y no deja de criticar absolutamente todo lo que pasa en la fiesta y en especial a Marina. Y la cosa va a pero porque todo el mundo quiere conocer y platicar con Clara y esta anda tan ocupada de un lado a otro que al parecer Cadu se siente desplazado y nuestra morena solo se entera porque su hermana le da un toque.

Clara intenta hablar con Cadu, le dice que se quede con ella y anden pululando por la fiesta juntos, pero él insiste en que se siente el último mono, que Clara anda por un lado y él por otro y no le está gustando nada. Clara intenta explicarle que ella tiene que hablar con todo el mundo y él parece entenderlo por un momento, así que los dos se contentan, aunque él no está muy animado que digamos. Y cuando llega el momento tarta, me temo que su cara de «esto es una caca de la vaca» ocupa todo el lugar.

Ya de madrugada, la cosa se pone peor, porque Cadu quiere irse y Clara no quiere ser maleducada y dejar la fiesta cuando la han organizado para ella, así que él le arma el pancho y ella termina por decirle que se marche y la deje ahí, que ya le pedirá a alguien que le de un aventón. Entonces el muy discolo le suelta lo siguiente:

Cadu: ¿Llevarte? ¿Para qué? Duerme aquí, estoy seguro de que habrá un buen lugar para ti.

Clara se le queda viendo con una cara de «Eso ha dolido» y se marcha sin dignarse a darle una respuesta por aquello de a palabras necias oídos sordos.

Dicen que el que se fue a la villa perdió su silla y al final de la fiesta, Clara y Marina se quedan a solas. Es un momento íntimo y bonito en el que la morena le agradece a la fotógrafa lo bien que se la pasó y le confiesa que le encantó ser el centro de atención de tantas personas por un día. Las chicas se abrazan y se despiden con sonrisas gigantescas en sus caras. ¡Ais el amorrrrrrrrrr!

Al llegar a casa, Clara va hablando maravillas de la fiesta, siente que ha sido uno de los mejores días de su vida, bailó, se lo pasó bien, la gente la aduló, vamos que fue un día soñado. Pero claro, a medida que va hablando Cadu se va enojando más y más hasta que explota.

Cadu: ¡Marina, Marina, Marina! Te pregunto Clara ¿cuál es mi lugar en todo esto? ¿Cuál es el lugar de esa mujer? ¿Y cuál es el tuyo?
Clara: ¿Qué dices? ¿Cuál es el mío? ¿Qué clase de pregunta es esa? No Cadu, para ya. Para porque no voy a dejar que me arruines una noche maravillosa con una escena de celos. Tú no eres así.

Pero Cadu ya agarró vuelo y no está dispuesto a parar. El hombre le reclama que esta fiesta no fue para su familia ni para ella, que encima él se sintió como un invitado cualquiera, como un idiota (ejem… cada quien se pone el saco que quiere). Clara le dice que se sintió así porque quiso, que ella intentó que se quedará a su lado y fueran los dos juntos, pero él se empeñaba en alienarse. Entonces él le grita que no quería estar como todos los demás detrás de ella mimándola.

Luego Cadu saca el tema de Marina y le dice que

Cadu: Tengo muy claro lo que siente ella, lo que quiere. Clara sé que eres ingenua, igual no entiendes. Ella está enamorada de tí.
Clara: ¡No importa lo que quiera ella sino lo que yo quiero! Una historia no avanza sola, los dos lados tienen que querer y lo sabes muy bien Cadu.

Clara le dice que si cree que ningún hombre la ha mirado o intentado mover ficha en todo lo que llevan de casados está muy equivocado. Y asegura que ella también tiene muy claro que él tiene sus pretendientas, pero sabe que lo que realmente importa es lo que quieran ellos dos. Clara le recuerda que ella también ha pasado por momentos en los que ha sido él el centro de atención y ha aguantado como las meras machas. Luego le remata diciéndole que no se va a sentir culpable por habérselo pasado bien en la fiesta.

Clara: Marina es mi amiga, solo eso. Y si existe algún deseo de eso… de ella o mio… te aseguro que solo se ha quedado en eso, deseo. Por lo menos por ahora…

¡Uy! Ese «por ahora» lo ha dicho todo. Los dos se quedan hechos polvo y cada uno se va por su lado a sufrir su penas.

Mientras tanto, Marina y Vane están en la cama platicando sobre la fiesta. Las dos recuerdan que hubo un momento en que ese tipo de fiesta las tenían cada 3 días. Vane dice que entonces eran felices y Marina le responde que ahora también lo son, pero Vane piensa que un poco menos. Es lo que tiene seguir enamorada de tu ex, que todo tiempo pasado te parece mejor.

Marina le comenta que ha bebido demás y Vane le responde en broma que más bien ella bebió «de menos». Entonces la fotógrafa le dice que lo hizo porque quería portarse muy bien y no cruzar ningún límite. Las dos siguen recordando viejos tiempo, riéndose y jugando a los almohadazos hasta que Marina le pide a Vane que le quite la ropa. Sí, suena muy porno todo, pero como hay tanta confianza entre ellas, la fotógrafa lo hace sin ningún innuendo.

Marina: Gracias por quedarte conmigo anoche.
Vane: Siempre estoy contigo. Nuestra relación acabó, pero el amor sigue todo aquí (señalándose el corazón).
Marina: Acabó porque nos convertimos en amigas.
Vane: No quiero pensar que se acabó. No me gusta. Voy a pensar que nos dimos un tiempo.

Al otro día, las chicas están en la piscina comentando la fiesta. Marina pica a Vane para que le diga lo que piensa sobre todo lo que pasó y su amiga termina contestándole que, aunque cree que se gastó dinero demás por una amiga que apenas conoce, le salió bien la jugada porque borró a Cadu del planeta.

Marina se queda de piedra y le dice que esa no era su intención, que ella solo quería hacer feliz a Clara y lo hizo todo con esa finalidad, no con la de mover ficha. Vane le dice que a veces hace las cosas sin pensar en como pueden afectar a los demás.

Marina entonces se sale de la piscina dispuesta a hablar con Cadu porque quiere arreglar el malentendido de inmediato. Vane le dice que se relaje porque igual y solo fue su impresión, pero Marina ya está decidida.

Mientras tanto, Clara intenta reconectar con Cadu a base de ponerse la ropa interior sexy que le regaló y de plano se le pone en bandeja por aquello de que los polvos de reconciliación son los mejores. Pero Cadu cuando la ve, lo único que puede recordar es que fue Marina quien escogió el regalo, así que le entra más coraje, sobre todo cuando Clara le dice que jamás le había dado algo tan bonito y que la hiciera sentir tan especial.

Total que al final la sigue tratando con el látigo de su desprecio por más que ella hace por que hablen. Y al final vemos que se tira en el sillón porque se siente mal (físicamente hablando), pero Clara ya no está ahí para verlo.

Más adelante llega Marina por sorpresa a la casa, cosa que deja a Clara encantada, pero cuando empiezan a platicar Marina le dice que en realidad ha venido a hablar con Cadu sobre la propuesta que le ha hecho del restaurante. Clara le dice que no es un buen momento porque Cadu anda de mal humor porque discutieron y la fotógrafa de inmediato lo empata con lo que le dijo Vane, así que le pide disculpas a Clara por si hizo algo que causara la discusión.

¡Yo me mueroooooo! De verdad que estoy más verde que Elphaba con todo esto de pedirle perdón a Cadu. Osea Hellow. Miren que hay veces en las que Marina le ha tirado los tejos en plan hardcore a la Clara y eso, pero en esta fiesta nadie hizo nada malo. ¡El hombre flipa en colores! No entiendo porque todo el mundo le sigue la corriente como si tuviera razón. Y si alguien dice «a los hombres no les gusta que las mujeres sean el centro de atención» como si fuera algo normal y que debe ser tolerado una vez más me va a dar algo… De hecho estoy tan nefasta que de ahora en adelante a Cadu le diré Cardu por pesado.

En fin, que terminamos el episodio con Clara diciéndole a Marina que no se preocupe, que a Cardu se le va a pasar porque es un hombre genial de la vida que le hace regalos estupendos y para muestra se quita la bata para enseñarle la ropa interior. Obvio que a Marina se le cae la baba y justo en ese momento entra Cardu. ¡La cosa está que arde señoras!

En fin chicas, ¿qué les ha a parecido todo lo que pasó entre Clara y Marina en estos episodios? ¿Soy la única que hizo bilis con los reniegos de Cardu? ¡Cuéntenme en los comentarios!