libro lésbico

L TV es la cadena de televisión por cable que todas desearíamos poder ver en nuestras casas. Ofrece programación lésbica completa las veinticuatro horas del día. Su programación incluye espacios de entretenimiento, informativos, deportes, pelis-bollo y bollo-series. Lo mejor de todo es que la parrilla es variada, divertida y original; hasta el punto de que el público hetero también está loquito por la cadena. Un sueño televisivo, ¿o no?

El éxito abrumador de la cadena L TV se debe principalmente (como no podría ser de otra manera) al buen trabajo de sus guionistas. Se trata de un equipo de escritoras lesbianas geniales. La creatividad les hierve en las venas: por su torrente sanguíneo circulan historias e ideas para programas televisivos que seguro que atravesarán por completo el corazón televidente.

Pero no todo va a ser felicidad en el Paraíso de L TV. Nuestro equipo de lesbi-guionistas vive amargado por la jefatura despiadada, inmisericorde, cruel y despótica de Debby Lee. Ella es una ejecutiva agresiva, perfectamente capaz de montar la cadena y hacer que se desarrolle y crezca hasta alturas inverosímiles. Eso está bien, por el bien de la empresa pero…se pasa un huevo.

Es triunfar o morir, pequeñas.- Debbe dejó de sonreír y dio un golpe súbito en la mesa con la palma d la mano, provocando un estremecimiento general-. Así que ya podéis poneros las pilas y pulir vuestros programas para que estén perfectos. No voy a aceptar menos del cien, del ciento diez por ciento, de todas vosotras. Si no lo lográis, si os quedáis cortas, estáis fuera. Presión, presión, presión. Así se llama el juego.

Si sólo fuera una férrea disciplina, podría disculparse el borderío de la tal Debb, en aras del buen funcionamiento de la cadena. De hecho su objetivo es que L TV no sea sólo “Lesbian TV” sino también “Líder TV”. Pero ella utiliza su poder no sólo para alcanzar fines profesionales, sino también para dominar y humillar a sus empleadas en TODOS los ámbitos (incluidos los personales). Vamos, que es una joya de tía.

CJ es la jefa de las guionistas. No son iniciales, es que se llama así (por raro que parezca). CJ es una chica desengañada del amor desde la infausta época en que una desgraciada le rompió el cuore. Ha elegido la condena de trabajar con su ex. Una ex cruel, despiadada…etc, etc. ¿Quién puede ser su ex? Exacto.

El equipo entero, con CJ a la cabeza, está hasta los mismísimos ovarios de Debbe. La apodan la “Dama Dragón”. Le tienen asco. Le tienen miedo. Le tienen pánico. La odian. Pero están bajo su pezuña. Así que toca quedarse en el barco y aguantar a la odiosa gran-capitana-jefaza-dragona.

Debbe, por su parte, no desaprovecha ocasión alguna para putear a sus empleadas a placer. Y CJ se encuentra en una situación sumamente incómoda: defenderá a su equipo, pero enfrentándose a su ex (de la que guarda un buen montón de recuerdos traumatizantes).

Forman un curioso grupo: mi preferida es la albañila. Lars es una tía ruda y borrica, pero tierna cual osa peluchera y sumamente eficaz en las reformas del hogar. Su nombre completo es Betty Larson, pero pobre de quien la llame así. Todo un personaje. Es muy bruta, más que un arado y precisamente ahí radica su encanto. Las demás son la variedad hecha equipo de escritoras, aunque compenetradas y formando un buen núcleo de amigas. Meri, Taylor, Chantelle, Samata y María. María es…especial: está embarazada, se va a vivir con CJ porque no tiene dónde ir y… bueno, quién sabe si la compañía y el roce (como dice el refrán) harán el cariño –el amor, en este caso.

Cada una posee su personalidad, su estilo, su perspectiva y su vida. Cada una ha creado un programa de televisión a cual más sorprendente y exitoso: quieren conquistar el prime time y lo van a conseguir. Se reúnen cuando terminan el trabajo diario en un pub cercano, el Alley´s Mc Beal (muy televisivo, ¿verdad?). Allí hablan, comparten confidencias y, por qué no decirlo, conspiran contra la jefa.

Vamos a secuestrarla y la arrastramos al Estado donde el asesinato en primer grado tenga la condena más corta –sugirió Meri-. Cometemos el crimen, cumplimos la condena y luego escribimos un libro y nos hacemos millonarias.

Y es que toda paciencia tiene un límite y todos los vasos que contienen paciencia se rebosan por una sola gota. Así que, después de tanta bravata, las guionistas deciden pasar a la acción y tomarle las medidas a la Dama Dragón. Menudas risas que nos vamos a echar con la operación “toma del poder en L TV”. No os lo perdáis. Es un libro lésbico divertido, con su pizca de romance, una trama ágil y de lectura sencilla. Recomendado si queréis algo ligero pero variado y de cierta consistencia. Que lo disfrutéis, si os apetece.

Edición citada: DEAN, Elizabeth. Son Sus Besos. Ed. Egales. Colección Salir del Armario. Barcelona-Madrid, 2011.