Saca del armario tus emociones

Todo empieza, todo tiene un comienzo y siempre es bueno acabar como nos gustaría que empezara la fase siguiente, al menos así lo vivo yo.

El mundo sigue ahí, haciendo a fuego lento, esa sopa de deseos, aderezada de lamentaciones, y sabor a esperanzas.

Mientras todo eso sucede y sigo atenta a mi propio caldero, tengo para todas un solo deseo, el que considero esencial, aparte de mantener el estómago lleno, porque para qué engañarnos, con el estómago lleno todo se disfruta mejor, ya me entienden…Mi deseo es que sigan soñando. Sigan creando realidades que hagan que los miedos caigan rendidos por agotamiento justo tras nosotras…ni a un lado ni delante, atrás, porque si das un paso con confianza, es ahí donde se queda lo que sobra. Hazlo para que no haya que lamentar, que pedir, que sentirse esperanzada, porque cada momento del día y de la noche te sientas afortunada.

Contra la tristeza, ármense de alegría; contra las decepciones, miren más allá, donde todo tiene un significado, donde todo camina hacia un fin que desconocen pero que es, sin duda, bajo toda incertidumbre, algo que siempre han andado buscando.

Adornen las vidas de otros de diversión y sonrisas. No dejen ir lo más grande de nuestros tesoros. Tanto los buenos, como los que nos han hecho crecer, como las palabras que quedaron pendiente, los movimientos que hubiéramos querido dar, y que nos hicieron madurar, reaccionando a querer levantar los pies anclados en aquel paraje vacío en el que morías por momentos….Y, en vez de mirar atrás para reprochárnoslo, curemos esas heridas con el optimismo del que estamos hechos, como sobrevivientes y gente hechas para cambiar el mundo, haciendo de todo algo impredecible y lleno de sorpresas por descubrir….conócelas, vívelas, hazlo. Si has puesto el alma en ello jamás bajes la cabeza ni sientas vergüenza, que la sienta quienes creyeron tener derecho a mediar palabra sobre el contenido bajo tu piel.

No tiene sentido hablar de más ni actuar de menos. Sean salvajes, den la cara a la vida, muestren lo que son y de lo que son capaces, no sólo cuando tienen la oportunidad de hacerlo ante alguien, sino cada momento en que a solas, nos miramos hacia dentro para sentirnos capaces de sentir esa libertad que nos da el simple hecho de estar aquí y ahora.

Si sientes que algo en ti se enciende por dentro, cree que nadie va a poder apagar tu fuego con el agua de un río prestado. Si tu fuego arde, déjalo arder y, si a veces sientes la marea que te lleva con la corriente, aprovecha ese impulso para dirigir qué orilla bordear.

Defiende lo que dice tu corazón por encima de todo. No limites tus palabras porque ya esté todo dicho, porque alguien, en algún lugar, necesita oírlo decir de ti…y sólo de ti.

Sé auténticamente perfecta con todas tus imperfecciones. Ríe y pasea bajo un cielo que te provoque volar. Aléjate de las normas de los hombres, porque no hay mayor fuerza ni señal más fuerte que la que te nace de dentro. Y cuando te tomas el tiempo de escucharte, hasta el universo se silencia por oírte. Sin temor, ni siquiera a la soledad, actúa del modo que tú te entiendas aunque nadie comprenda. No traiciones tu libertad por cagarlo queriendo ser como otros.

Acepta que todas las voces de este mundo nunca remplazarán la tuya, así que no traiciones a tu libertad por conjeturas, porque una vez lo hagas, estarás traicionando a quien único no perdonará ese desliz…a ti misma. No te pierdas lentamente por agradar a otros, a esos que, al fin y al cabo, serán además de torpes, incapaces, de poner final a la historia más apasionante que hayas vivido…la tuya.

Rompe con todo y siente, como sólo sabe hacerlo el que ha puesto su vida en manos de eso que te mueve las entrañas.

Dile, suéñala, piénsala, dale la mano, con orgullo de mirar a los ojos, sabiendo que no te arrepientes de haber amado, sentido, o ser feliz. Invita a una cerveza, vive y deja vivir. Recuerda con una sonrisa todos tus recuerdos, porque son tuyos, tan profundamente tuyos, que ni contándolos a alguien íntimo lograrías hacerle sentir lo que viviste.

Saca del armario tus emociones 2014

Sean felices, hagan lo que más les nazca por hacer, no den lugar a lamentaciones. El mundo…no, mejor el alma de todas las cosas, es de quienes intentan encontrarlas, y la vida… es el espacio de tiempo perfecto para quienes saben aprovecharlo….a su manera…y no a otra.

En cuanto a mí, he reído tanto, he llorado tanto, he llenado mi tiempo de tantas experiencias, he sonreído hasta dolerme la piel, tanta vida… que mil hojas en blanco serían pocas para describirlas. Y ahora, que queda calderilla de este año sólo sé que ha sido un tiempo vivido intensamente, con vivencias llenas de colores, con personas con corazones desbocados. Algunas ya estaban ahí, y ahora, son un poco más mías al permitirnos habernos sumergido juntas en aventuras sin retornos. Otras, llegaron de la nada e instantáneamente supe que íbamos a vivir un comienzo lleno de descubrimientos.

Estamos a tiempo de hacer una reverencia ante este año, de ahí que no escriba esto el día treinta y uno, porque sólo es un número y quien me conoce sabe lo poco que me gusta que se me den bien las matemáticas. Será porque siendo de letras, he acabado ganándome la vida entre números, o porque cuando conocí el amor fue en el nombre de una mujer y mil cosas más que no vienen a cuento. Quizás por todo eso supe que esa frase que utilizan a menudo los que no saben a dónde van y siguen la raya blanca “de esa agua no beberé” no sirve para los que viajan con lo puesto queriendo hacer caminos en senderos olvidados. Y como ven, en mi caso acabé bebiendo todo el río y, como ya pueden sospechar, a veces hago cosas porque me da la gana.

Solo espero que el año que empieza en nada, sea un tiempo regalado para que sigamos adelante bailándonos mientras viajamos a donde quiera que nos lleve el viento… mientras corremos juntas por la playa un atardecer lluvioso y lanzamos arena sobre nuestras cabezas.

Por si las invitaciones a cerveza, y seguir metiendo momentos irrepetibles en mi caldero, me ocuparan todo el tiempo que queda hasta que acabe el año, aprovecho para desearles una Feliz Navidad y una vida que las haga sentirse orgullosas.

Hagan caso a esta desconocida.

…y si un día ven a una mujer corriendo bajo la lluvia por la orilla de la playa mientras lanza arena al aire, no hagan preguntas, únanse sin más.