Aunque no siempre es agradable, suele pasar que “la zona de la amiga” es un espacio convertido en tu hogar, porque quizá eliges a la chica más inadecuada o buscas un amor, poco posible.

lesbianas en la friendzone

Como una simple y buena amiga, estás ahí detrás de ella, cuidándole sus borracheras y hasta siendo madrina de su boda, ¡qué sé yo! Esas situaciones inverosímiles, sí pasan y en mi experiencia, no fui la madrina pero hasta me tocó felicitar a los novios en el altar. Como para todo hay maneras, aquí 5 de las peores formas de “ponerte cómoda” en la friendzone.

1. Ser su mejor consejera

No es que dios te haya dotado de una sabiduría suprema, sino eres centrada y comprendes parte del significado de la vida. Para muchas, eso es un cúmulo importante a considerar y por tanto eres su gurú en el amor, por supuesto, ella no sabe que lo haces más porque la amas en secreto y tu buena guía es porque no quieres que salga herida. Te enteras de toda su vida sentimental y sexual, aceptas una y otra historia, torturándote con sus problemas y saliendo lastimada irremediablemente.

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2. Haber sido su amiga de la infancia o de muchos años

Para algunas es una fantasía, sin embargo no todas tenemos un excelente pasado y por lo contrario se guarda una excelente memoria, por tanto caben dos posibilidades; la primera es que te vea tanto como una hermana, que le sea imposible sentir atracción por ti y la segunda, es porque conoce tu pasado y sea como sea, te conoce y sabe muy bien, que una relación contigo no sería buena idea. Plantearse la idea de una relación parece un imposible, pues su amistad es muy grande y satisfactoria, en comparación con una dinámica de pareja que quizá puede complicar las cosas.

3. Ser su confidente por redes sociales

A esta chica no la conoces tanto, es más vive del otro lado del mundo, talvez se agregaron al azar en Facebook y tuvieron una química importante pues compartieron gustos de inmediato, sus personalidades hacen clic y todo eso bonito de las redes. Te cuenta su vida entera y tú te sientas, con tu paciencia entre los dedos para no declararle tu amor. Estás consciente de “… si le digo” existe una posibilidad, aunque no lo veas así porque prefieres no hacer la situación incómoda y que no se distancie.

4. Ella es hetero y tú la quieres de más

Tienen una gran historia, incluso le pudiste quitar a un mal ligue dándose un beso y largarse dejando a un macho triste, pero ese contacto fue eso y nada más. La amistad entre bugas y lesbianas lleva algunas precauciones, ya que no elegimos de quién nos enamoramos, sin embargo hay que saber discernir entre ser amigas y lo probable de tener atracción.

5. Mantenerte esperando su amor

Te dio pie a algo, una vez y de eso hace años; tú sigues ahí (créanme si hay quien lo hace) y no sabes cuándo debes desistir. Esta es la peor de todas las formas, la esperanza y la necedad son un elemento decisivo en la vida de cada lesbiana y así como no conseguiste la atención de aquella chica de tu adolescencia, estando ahí muy firme, con la mujer en turno, tampoco conseguirás mucho.

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Jamás deberíamos esperar tanto de alguien y no es que existan límites en el amor, pero hacer circo, maroma y teatro, por alguien a quien no le llamas ni la más mínima atención, no merece la pena. Es mejor buscar a alguien recíproco con nuestro cariño y ¿por qué no?, ser felices.